Lili me dejo sola.
Una clase antes de salir al descanso, Lili se fue, le dolía la cabeza, no se por que, pero bueno.
Volví a hacer lo que hacía antes de que ella llegará a mi vida (ir al salón de artes), además, las miradas de todos y sus susurros empezaron a fastidiarme.
Empecé a tocar.
Mozart, sonata 11 (me encanta).
Pero llegó el, ya esperaba a que viniera, por que siempre viene, así que no me sorprendió.
- ¡que milagro! - dice alegre, yo sigo tocando.
- lo sé - le sonrio - es que ya me había fastidiado - y sigo tocando.
- ah... Si, escuché algo de que una tal "Diana" estaba con un tal "Daniel" en su casa - y ahí dejé de tocar.
- si... - lo miro - ¿sorprendido? - alzó una ceja, para que vea que es solo una bromita.
- igual de sorprendido que los demás - me sonríe - "Diana" - asentúa mi nombre - la niña que menos se da a notar en la escuela, con "Daniel" - también asentúa el de el - el chico que más se da a notar en toda la escuela, ¿si o no esto parece trama de novela? - dice con una sonrisa sarcástica.
- "trama de novela" - repito, fue gracioso - pues admito que si, un poco -
- bueno, ¿y te gusta? - se acomoda el cuello de la camisa mientras lo dice.
- m... Si, lo amo - le sonrió.
- ¿enserio lo amas? - traga saliva.
- no - me río, se la creyó - a él no lo amo
- ah... Ya me había preocupado - pone cara de alivio - ¿entonces... A quien? - se voltea y empieza a ver las pinturas que están alrededor del salón.
- a este piano - paso la mano por sus teclas.
- oh.. ya veo - camina hacia mi - me lo imaginé - se sienta junto a mi y empieza a tocar, una canción que no reconozco, pero igual la siento familiar.
- me encanta como tocas - le dije mientras miraba sus manos - de eso también me enamoré - le dije mientras miraba su rostro.
- lo sé - me ve - por eso lo ago - me sonríe y yo le sonrió. Sonrie tan lindo que no puedo evitar devolverle la sonrisa - ¿reconoces la canción? - me mira.
- no, sólo se me hace algo familiar - me sonríe, otra vez...
- claro que te hace familiar - dejo de tocar - Diana, yo te conozco desde hace ya mucho tiempo - toca sólo una tecla.
- ¿qué?¿a qué te refieres? - le pregunto, ya no se que pensar.
- Diana, antes, yo era amigo de tu familia, trabajaba con tu padre, bueno, más bien, para el; se podía decir que yo era su mano derecha, sólo que mi nombre era "asistente" pero "mano derecha" suena más bonito - se ríe - iba a sus fiestas, conocí a más de la mitad de su familia, me dieron su confianza; pero me despidieron, pero aún así, tu padre me invitaba a tu casa y yo iba a su casa... Luego, tu madre, Ana, se embarazo, te iba a tener a ti, y pues, por el trabajo, tu padre no estaba mucho tiempo en su casa así que yo cuide de tu madre durante el embarazo y después de el. Yo te cantaba y te tocaba el piano todas las noches antes de que te fueras a dormir... Me encantaba la sonrisa que esa pequeña me daba al oir las notas y mi voz. Pero después... Todo se arruino... Tu madre... Se enamoró de mi y se divorció de tu padre... Luego, me dijo que lo había echo por mi... Pero yo no estaba enamorado de ella... Así que, un día, sólo... Me fui... Fue cuando tú tenías tres años... No lo recuerdas... Y ahora vuelvo... Cuando tienes 17... - no me mira.
- Alberto... - le tomo de la mano - esta bien - le sonrió y me da un abrazo.
- no sabes cuánto te extrañe - puedo oírlo sollozar - siempre estuve pensando en ti -
- bueno... ¿pero por que no me lo habías dicho? -
- no le ví importancia - me dice - no es algo que necesitarás saber, por eso - me sonríe.
- bueno... Pero esta bien - se hacercó a mi.
- Diana... - su nariz casi toca la mía, pero no hace nada, sólo habré la boca un poco, va a decir algo - te amo... - Lo dijo tan bajo que apenas lo pude escuchar, pero muy claro. La verdad, ya lo sospechaba.
Después de eso, sólo salió del salón, sin mirar atrás. Y esas dos palabras resonaron cientos de veces en mi cabeza, fue la primera vez que me las dice alguien que no sea mi mamá.
TE
AMO.
