Viernes:
- ¿me perdonas? - dice Daniel.
- ¿que? - lo miro confundida.
- pues... No se, ayer... siento que me pasé, te hice sentir rara e incómoda...
- ja. Pues si, algo - le sonrio - pero ya no importa.
- ¿a no? - se alivió.
- no, ahora puedes dormir tranquilo - y le doy un pequeño empujon.
- si, gracias - me sonrie e inmediatamente sus amigos lo jalan y se lo llevan.
Sabado:
Nada interesante, sólo Daniel intentando hablarme. Y Lily sigue con sus miradas raras.
Domingo:
4:05 AM.
Me desperté sin razón, no sé, desde que era de noche me intentaba dormir, pero no pude hasta una hora después. Pero ahora estoy despierta.
- ¿lily...? - digo al aire mientras veo el techo - ¿estas despierta...? - susurro, pero nadie contesta - ¿lily...? - Lily no está en su cama, bueno, saldré a caminar, tal vez la encuentre.
Iba caminando por todo el campamento, hasta que llegué a la parte de atrás de los baños de las niñas, que está atrás de los cuartos de las niñas.
Ahí, habían dos árboles con un tronco de árbol entre los dos, haciendo una banca improvisada.
Ahí estaba Lily, me acerqué a ella y me senté a un lado.
- ah... ¿que? - la veo, y recargo mis manos sobre mis rodillas - ¿tu tampoco pudiste dormir? -
- no... - sube sus pies al tronco y rodea sus piernas con sus brazos- es que... No se... Quería pensar...
- ¿pensar? ¿pensar en qué? - es la primera vez que la veo así de ceria.
- cosas... - cuando alguien dice "cosas" es que es algo sobre sí mismo, sólo no tiene el valor de decirlo.
- ¿y esas son...? - la miro y me ve.
- mira - vé hacia el cielo - te mostraré - y yo miro tambien.
- ah... ¿que? - le digo
- sólo... Cierra los ojos... - y los cerré. Sentí sus manos en mis mejillas, moviendo mi cabeza hacia ella, iba a abrir los ojos - ¡no! Espera... No los abras - ....
Sentí, con su respiración, como se acercaba a mi, lentamente.
Y me besó.
Y sentí algo.
Y estaba a punto de abrir los ojos.
Y empujarla.
Y no lo hice.
Y no puede ser posible.
ME BESÓ.
