Han pasado ya un par de semanas.
Ya casi no veo a Lily, y si la veo, no hablamos para nada.
Me encontré con Alberto.
- Diana - dice.
- Alberto - le sonrio - ¿como te ha ido? -
- bien, bien, muy bien de echo - suspira - conocí a una mujer... Me vuelve loco -
- ¿enserio? - me agrada que se olvide de mi, algo entre nosotros jamás pasaría.
- si... - ve sus pies, y luego a mi - ya te olvide, y de echo, a eso vengo contigo, quiero pedirte perdón, por haberte echo sentir así, incómoda, ahora entiendo de quien me he enamorado.
- wow - le reí - gracias, enserio quería que volviéramos a ser amigos-
- si... Ahora se podrá - me sonrie - oye, y la niña con la que te juntabas ¿lily? ¿qué le pasó? Se veían muy unidas -
- ah... Es una larga historia - y lo recordé todo ooootra vez.
- oh... Bueno, pues espero que todo esté bien - me sonríe.
- si, lo está, igual espero que tengas suerte con esa chica, cierto, ¿cual es su nombre?
- se llama Matilda, castaña, ojos verdes, linda, valiente, arriesgada, son miedo, es una aventurera, y me encanta -
- oh... Que hermoso, me alegro - le dije mientras le sobaba un hombro.
- si, lo es, mucho, pero no es nada hermoso que llegues tarde a clase - señala hacia mi salón, como "ordenandome".
- ah... ¿es una orden? - levanto una ceja.
- si, soy tu maestro aún ¿sabes? - se cruza de brazos - ya vé, anda - sonríe y me empuja un poco para irme.
- bien, bien - me río y me voy.
Sigo sin entender por qué está así Lily, ya le demostré que no hay ningún problema. Pensé que ya podría tener una amiga. Ya recordé, por que no tenía, por que no sirve, siempre se van, no sé, es una perdida de tiempo, pero pensé que ella no lo sería.
Son las 6:35 pm. Me acaba de llegar un mensaje de Lily.
Diana.
Lily.
Necesito hablar contigo.
Si, yo igual, mira, es sobre lo que pasó.
Si, si, igual te quiero hablar sobre eso, pero no lo haré por mensaje, necesito que nos veamos.
Ahora no me dejará salir mi madre. Ven.
Bien, ni mi padre ni mi hermano están, y regresarán tarde, así que si, voy para allá.
Bien, te espero.
Voy saliendo.
