CAUGHT ~ RUBELANGEL (+18)

9.

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-AVISO-

Hice un pequeño cambio en la historia. Como recordarán, Mangel cuando se presenta ante Rubén (que lo secuestra) le dice su nombre completo. Bueno, en realidad el cambio es que él solo se presentó con su sobrenombre, es decir "Mangel" y no sabe su  verdadero nombre. Cuando Rubén era chiquito lo conocía por Miguel Angel, pero ahora de grande no sabe quién es "Mangel". Ahora sí, pueden continuar ahre.

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– escuchar esta canción mientras lees:

El sol se abría paso entra las cortinas e iluminaba de manera tenue la habitación. Miguel, aquel soleado día de octubre, se encontraba con 16 años en su habitación teniendo una gran discusión en su cabeza. Movía su pierna nervioso, mientras hundía su cabeza entre sus manos.

Hace 7 años el pequeño pelinegro había seguido al grupo de amigos de Rubén con miedo, miedo a ser rechazado y juzgado. Sin embargo, a partir de ese momento nunca se había separado de él, era el único que lograba sacarle una sonrisa. Ese día en el que se habían conocido tenían 9 años, pero nunca pensaron que su gran amistad iba a terminar de aquella forma.

Finalmente, juntó fuerzas y atravesó la puerta de entrada de su casa para irse a encontrar con su mejor amigo.

Era un día hermoso, de película romántica podría decirse. Se aferró a esta suerte que le tiraba el universo y aceleró su paso hasta aquella plaza en donde pasaba la mayoría de las tardes con su amigo. Las hojas secas crujían bajo sus pies, generando un sonido cálido que se fundía con la música que salía de sus auriculares. Con las manos en los bolsillos y la capucha puesta, se dirigía a enfrentar uno de los mayores retos de su vida.

Cuando lo vio, su corazón se aceleró y su respiración se hizo más corta. Allí estaba, sentado contra un árbol, con las piernas contra su pecho y sus brazos rodeándolas mientras fumaba un cigarrillo.  "Joder" pensó Miguel. Siempre se mostraba como alguien inocente e indefenso, pero aquella imagen mostraba otra parte de él que nunca, durante todos esos años, había visto y al pelinegro lo volvió loco en un segundo.

– ¡Al fin apareces, tío! Te tardaste mucho. –dijo haciéndole señas para que se siente a su lado.

– Eh... Lo siento, tuve que hacer unas cosas. – replicó dejando su mochila deslizarse por su brazo hasta caer al piso. - ¿Desde cuándo fumas?

– Desde hace unos días.

– No deberías... - El castaño sonrió extrañado.

– Pero si tu fumas desde siempre, ¿por qué yo no?

– Hace mal, Rubén. – "No quiero que te hagas daño" pensó, pero se guardó las palabras.

- ahora escuchar esta canción:

Como respuesta obtuvo un suspiro y luego rápidamente se distrajo por un perro que pasaba cerca de ellos. El sol comenzaba a esconderse por el horizonte y los últimos rayos iluminaban el perfil de Rubén. Sus ojos tenían un color más claro y sus labios se venían mas rojizos. Lo observaba poner el cigarrillo en su boca y luego largar humo con un olor muy familiar para él.  Podía quedarse apreciando aquellos perfectos rasgos toda la tarde pero tenía que hablar con él.

– Em... Ruben... - pronunció aclarándose la garganta.

– ¿Sí?

– Yo...

– ¡Rubén!

Se sobresaltó al ver como alguien pasaba por al lado de él y  golpeaba a su amigo levemente en la espalda para saludarlo.

– ¡Alex! No sabía que venías aquí tú también.

– Y bueno, es el parque que está más cerca de nuestras casas. – respondió para luego mirar a Miguel.

– Oh, cierto. Alex, él es Miguel, viene a mi colegio. Miguel, él es Alex, mi vecino.

– ¡Hola Miguel! Nunca te había visto por aquí. – dijo pasándose el cigarrillo de una mano a la otra para poder extendérsela, pero solo recibió un asentimiento por parte de Miguel, haciendo que apartara su mano de manera incómoda.

Sin dudarlo el chico se sentó con ellos e inició emocionado una conversación con Rubén a la cual Miguel se sintió excluido. Sin embargo, aprovechó el momento para analizar los movimientos de su amigo, cada gesto, cada risa; como se tocaba la nuca, como se arreglaba el pelo, como se agarraba las muñecas cuando ya no sabía qué hacer con sus manos, como se mordía el labio de vez en cuando.

Pasaron los minutos pero no parecía que la charla fuera a terminar, por lo que se levantó y dijo:

– Debo irme a mi casa.

– Bu-bueno, ¿después te llamo? – pero no obtuvo respuesta.

Al salir del parque comenzó a acelerar el paso, tratando de no mirar atrás y dejando su secreto morir en aquel recuerdo de ellos sentados bajo ese árbol con las hojas anaranjadas cayendo alrededor suyo. No supo que estaba corriendo hasta que llegó a su casa y se dio cuenta de que necesitaba normalizar su respiración. Colocó el brazo sobre la puerta y apoyó su frente, mientras que una lágrima recorría su mejilla. Por primera vez en bastante tiempo, comenzó a llorar. Desde que había conocido a Rubén no había vuelto a experimentar la tristeza o la soledad, pero todo parecía volver al punto de partida.

– ¿Miguel?

Aquella voz hizo que se sobresaltara y rápidamente trató de secarse las lágrimas.

– ¿Estás llorando? ¿Qué pasó? – preguntó subiendo las escaleras de la entrada, acercándose a él.– ¿Te has hecho daño? Joder Miguel, respóndeme.

Pero él solo se quedó mirándolo, nunca lo había visto tan serio y preocupado. El viento haciendo que su pelo se moviera lentamente junto con el atardecer detrás de él creaban la imagen perfecta. Las lágrimas amenazaban por salir de nuevo, pero no eran de tristeza sino de emoción, adrenalina y valor. Antes de poder decir una palara mas, caminó con paso decidido hacia su mejor amigo, lo tomó de la mejilla y lo besó.

Los ojos de Rubén estaban abiertos ante la sorpresa y Miguel notó como los músculos de su cuerpo se tensaban. Sin embargo, Rubén lo apartó rápidamente.

– ¡¿Qué haces?! – dijo casi gritando boquiabierto. – Miguel, lo siento si te di una idea equivocada pero no te veo de esa forma...

El chico de anteojos sintió un dolor en su pecho, esas no eran las palabras que esperaba. Agarrando las mangas de su buzo, se dio media vuelta y entró sin decir nada.

Esa misma noche, Miguel agarró sus cosas y huyó porque no tenía la valentía de ver a quién le había hecho pasar el mejor momento de su vida, pero también el peor.

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AH NOOO PERO MIREN QUIEN VOLVIÓ ahre

ojalá les haya gustado y sí, es un flashback esto ;););)

twitter: mangeiit0