capítulo 8 : pelea al dormir

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— ¿Eso es todo? ¿Si? Pues ahora dejame comer — siguió comiendo, y en unos segundos volvió el silencio totalmente incómodo.

Al llegar las 11 de la noche, rainbow dash yacía en su cómoda cama.

— ¡rainbow dash! — gritó el peliazul entrando a la habitación.

— podrías... ¡dejarme dormir! — le grito con furia.

— claro, como tu tienes tu propia habitación claro que podrás dormir tranquila, ¿pero yo? No tengo ni perro que me ladre —

— ¿ qué quieres? — preguntó dejando a un lado todo lo dicho por soarin.

— dormir en una cama decente —

— duerme en el sofá — dijo la peliarcoiris con tono autoritario.

— no entiendes lo que es "cama decente". ¿puedo dormir en tu cama? —

— ¡¿qué?! — preguntó exaltada.

— lo que escuchaste, dormir en tu cama —

— no, vete al demonio o al sofá, como quieras —

— prefiero en tu cama — respondió él peliazul. Antes de que oji mangenta pusiera articular palabra alguna, este se tiro a la cama, acaparando todas las mantas. — creo que ya será invierno, por que hace un frío de puta madre —
— vete de mi cama — ordeno dejando de lado el comentario anterior.

— vete al demonio o al sofá, como quieras — le respondió con ironía y dando una vuelta dándole la espalda.

— pudrete — dijo levandose. — muevete, baka — decía empujándolo para que caiga, pero era inútil. — ¿cuanto pesas? —

— mas que vos seguro. Solo mirarte, no tienes nada, no hay trasero, no hay tetas, no hay algo de grasita para agarras. La sombra de la bicicleta es mas notoria que la tuya —

— ¿vas a seguir criticando mi físico? —

— depende si eso quieres —

— sabes, la primera vez que te vi creí que eras alguien serio, con objetivos en la vida; pero ahora me doy cuenta que eres un pendejo cualquiera — respondió la peliarcoiris cruzada de brazos.

— no juzgues a un libro por su portada — dijo guiñando el ojo.

— te juzgo por que se me da la reverenda gana, aparte, si fueras un libro, serias ese que nadie lee por diversas razones. —

— justo en el kokoro — dijo tocándose la parte de su corazón.

— vete a dormir, y deja de molestarme — se acostó nuevamente, acaparando toda la cama.

— voy a dormir aquí — exclamó empujando a dash a la punta de la cama.

— ¿asi quieres jugar? — dijo dándole un golpe en la pierna. — te advierto que no ganaras —

— si no quieres perder, aparte que te humille dejándote en el suelo, vete al sofá —

— es mi casa, no puedes obligarme a ir a otro lado que no sea mi cama — le respondió sacando la manta.

— pero yo soy el invitado, además, yo me are cargo de todo aquí — dio un tirón, asiendo que la peliarcoiris se destapará.— a y otra cosa, este lugar ya necesitaba de un toque masculino —

— ¿y donde esta el hombre que le de el toqué masculino ? — pregunto mirando a ambos lados. — yo no veo a ninguno, solo veo a un imbécil que acapara toda la cama, que no es suya, y no esta en su casa para comportarse tan malcriado —

— no veo a esa persona. Solo me veo a mi, el macho alfa. Mira, te propongo un juego —

— me encantan los juegos ¿de que se trata? — preguntó algo de interés.

— El que primero caiga al piso, se va a dormir al sofá ¿de acuerdo? —

— no llores mariquita cuando te gane — dijo con presunción.

— a la una, a las dos y a las tres —

Rainbow dash empezó empujándolo, pero este apenas era movido.

— ¿ya terminaste de intentarlo? — pregunto viendo lo cansada que estaba la joven. — mi turno — de una sola movida, rainbow dash yacía en él suelo.

La peliarcoiris solo miraba al suelo. Tanteado, como si buscara algo.

— ¿Se te perdió algo? —  preguntó un peli-azul.

— si mi dignidad —  respondió rainbow. — mi asombroso ser, mi todo. Dios me a siento violada e insultada. —

— ve al sillón — ordeno.

— esto no es justo, tu eres un marica, y los maricas siempre tienen mas fuerza que las mujeres —

— al sillón dije, perdedora —

La peliarcoiris refunfuñando y apretando los puños, fue a el lugar indicado.

— estúpido — susurro al salir.













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