Dormí abrazando el oso de peluche que me regalaste en nuestra segunda cita, imaginando que eras tú.
Recuerdo lo graciosa que fue esa noche, dado a que, según tú, no eras del tipo romántico pero que conmigo te nacía serlo; hasta el punto de llegar a lo cursi.
Sin embargo, con todas aquellas palabras bonitas que me dedicaste no conseguiste un beso de mi parte.
En verdad te lo puse difícil, ¿eh?
Pero no iba a ser como las demás, por mucho que también me moría por besarte.
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90 días, mi amor. ¿Un hola de nuevo o un adiós? ©
Short Story"Su novio sufrió un accidente y está en estado de coma" Fueron las palabras que escuché esa noche. Esa noche en que nuestros rumbos cambiaron. Te visitaré todos los días que sean necesarios hasta que despiertes. Porque sé que lo harás. Sin embarg...