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Armin estacionó el auto mientras entrecerraba los ojos.

—¿Donde estamos?—preguntó Cassandra frunciendo el ceño.

—En un psicólogo—suspiró el pelinegro.

—Pero no estoy loca—gruñó con molestia.

—Eso lo sé—bajó del auto y se aproximó a abrir la puerta del copiloto.

—Te odio—murmuró la chica al bajar.

Y esa última frase golpeó a Armin fuertemente, pues no había sonado como una mentira.

«¿Tiene que ser un castillo de mentiras está tragedia perdida y sin sentido?»

The Girl Who Cried Wolf » Armin |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora