OCTUBRE 26 1992

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      Desperté frente a una muy brillante lámpara, mire a mi alrededor y vi que me encontraba en un cuarto azul claro con algunos cuadros de paisajes. Además, un fuerte olor a alcohol isopropilico parecía llenar cada espacio del aire. Un mueble marrón oscuro estaba a mi derecha y un gran equipo de aparatos médicos a mi izquierda, el cual tenía un tanque de oxigeno que estaba mediante una especie de manguera pegado a mi nariz, mire mis manos y estaban pálidas. En el brazo derecho tenía una vía intravenosa por la cual estaba bajando un líquido incoloro. Supongo que era alguna especie de suero. Y en mi muñeca izquierda había una gran banda con sangre seca que dolía enserio mucho al moverla. Sin duda alguna estaba en un hospital. Y por tercera vez había fracasado en matarme. Cuando recobre un poco más el conocimiento vi que arriba de la puerta había un antiguo reloj cronológico que indicaba que eran las 3:24am. Volví a cerrar los ojos y en eso abren la puerta

-Ok doctor, está bien. Gracias –era la voz de mama-

Al parecer había estado hablando con el doctor afuera. No quería hablar con ella así que decidí hacerme el dormido pero pude notar que apago la luz y se acostó en el mueble. Al cabo de un rato

-Mama  - dije con un tono de voz muy bajo.

Solo quería ver si ya se había dormido pero para mi sorpresa. No lo había hecho

-¿Qué? ¿Qué paso? –Dijo algo asustada mientras se levantaba y encendía la luz.

Se quedó unos segundos viéndome con lastima

- Hijo... ¿Por qué lo volviste a hacer? No sabes todo lo que pensé y todo lo mal que me sentí cuando me entere que lo habías hecho de nuevo

-¿Dónde estamos? –Pregunte

-Estas en el hospital María de Jesús Hilario –respondió- la última vez que intentaste hacerlo le hable a nuestra vecina la señora Rosseli. Le pedí que cada vez que tú llegaras temprano a casa, me llamara o llamara a la policía. Te vio llegar, dijo que ibas corriendo, llorando y que no dudo en hacerlo al verte en ese estado. Cuando los policías llegaron te encontrabas encerrado en el baño. tumbaron la puerta y dijeron que estabas desmayado en el suelo, que había mucha sangre saliendo de tu brazo por todos lados, vieron los paquetes vacios de pastillas y te hicieron vomitar en la ambulancia. Al llegar al hospital te cosieron la herida de la mano, te hicieron vomitar de nuevo y te suministraron antibióticos por la sangre. Cuando lograron estabilizarte te asignaron esta habitación

-¿y cuántos días tengo aquí? –pregunte

-tres. –Respondió mientras hacia una mueca- llamare al doctor. Ya vengo, no te muevas.

Poco tiempo después llego con el doctor el cual sonrió con lastima al verme.

-bueno Aníbal, mi nombre es David Rolled. Es un placer, soy el medico que está de guardia esta noche así que me dieron tu historia médica porque yo estaré a cargo de tu caso, te mejoraras pronto, ya veraz.

-Hola doctor -respondí por no ser grosero, pero la verdad no quería hablar con el

Reviso la herida en mi muñeca, examino mis ojos, pulmones, corazón y dijo algo que no quería volver a escuchar.

-Bueno Aníbal, parece que ya estás bien. al menos estable y muy pronto podrás irte de este lugar

Cerré los ojos y respire profundo

-Muchas gracias por todo lo que hicieron por mi hijo -dijo mama- se que no fue fácil

-No, no lo fue. Unos minutos más sin que llegara la policía y tal vez esta charla entre los tres no existiría -explico el doctor

ESTO NO TIENE UN FINAL FELIZWhere stories live. Discover now