No miente

141K 24.8K 18.4K
                                    


No miente.

Peter.



Mi trabajo no me da mucho tiempo o días libres, pero hoy es día libre y me dedico a solo estar sentado frente al sofá observando el televisor. Ni siquiera sé qué película están pasando.

Solo estoy pensando en qué momento Emma se metió tanto en mi vida.

Nos hemos besado muy pocas veces y aunque la deseo de una manera que podría incluso asustar un poco, nunca hemos ido ahí, ni siquiera ha habido insinuaciones y honestamente me da un poco de miedo que se ofenda por ello.

Extraño a Emma.

Extraño que hablemos por teléfono, que hornee, su risa, sus sonrojos y raras cosas para decir cuándo no sabe qué responder.

Simplemente la extraño mucho y apesta no saber qué no funcionó entre nosotros. En dónde estuvo el error. Es como vivir con una intriga que nadie nunca va a responderme.

Incluso Doug me ve ahora con un poco de recelo, no es nada evidente, pero algo tiene que estar molestándolo, su pregunta más directa ha sido por qué su mamá y yo no hablamos, a lo que solo pude responder encogiéndome de hombros, porque yo tampoco lo sé.

—Te echo de menos— murmuro a la nada.

La puerta del apartamento se abre y sé que es Leah con un nuevo discurso para motivarme para ir por una explicación, aun cuando le digo que deben respetarse las decisiones de otros. Pobre hombre que alguna vez se atreva a caer por Leah, espero y suceda cuando tenga un poco más de 40 años. La niña de papi aun es eso, una niña.

—Pasa adelante— la escucho decir, lo cual capta mi atención porque Leah no trae amigos o compañeros de estudio al apartamento.

Me volteo observando por encima del sofá y abro mis ojos con sorpresa ante la bella rubia observándome. Los labios de Emma tiemblan, me pongo de pie y camina hasta mí envolviéndome en un fuerte abrazo. Estoy absolutamente anonadado, pero tardo solo poco segundos en reaccionar y devolverle el abrazo.

Su cuerpo tiembla y entonces me doy cuenta de que está llorando. Observo a Leah y ella me observa entre sorprendida y avergonzada, sus ojos están hinchados lo que me indica que ha estado llorando.

¿Qué mierda sucede?

—Ya, Emma, sea lo que sea, estará bien— acaricio su espalda buscando tranquilizarla y sintiendo una especie de alivio por tenerla entre mis brazos.

—Tú tienes que estar bien— solloza alzando su rostro. Hago una mueca ante el dolor en su mirada—. Debes hablar, no importa que tan mal creas que sea, no estás solo.

—Vale—digo confundido sin saber qué más decir y eso parece hacerla cambiar de triste a enfadada.

— ¡¿Vale?! ¿Es todo lo que vas a decirme? — se aleja de mi abrazo mientras se abraza a sí misma, la miro un poco confundido, incrédulo y asustado. Nunca la he visto molesta, hasta hoy— Tienes a tu hija preocupada, corriendo hacia mí, te encierras, no hablas y dices la palabra mortal luego de ir al médico ¡Y es todo lo que vas a decirme! Un estúpido "vale".

»Puede ser duro lo que sea que te dijeron, pero existimos personas que nos preocupamos por ti y estamos dispuestos a ser tu apoyo...

—Pero...

—Muéstrame los informes médicos.

Paso una mano por mi cabello un tanto frustrado y detectando el inicio de un dolor de cabeza. Observo a Leah quien tiene los ojos muy abiertos.

Un Rey para Emma (BG.5 libro #3.6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora