Su mirada se queda en la puerta, por nada en específico, realmente. Su mirada está plasmada en la puerta, pero su cabeza está pensando en la fiesta, su disfraz, el examen que tiene la próxima semana y, misteriosamente, la sonrisa de Dimitri aparece entre toda su lista de pensamientos.
Pasan unos minutos en los que aparece su profesor de química y detrás de este aparece el famoso James Coleman, jugador del equipo de fútbol y, por supuesto, el capitán. Muy reconocido por su cuerpo escultural y su habilidad de atraer a las mujeres mediante su fachada de chico malo. No se conoce como el hombre de una sola chica, pero se rumorea que está intentando algo con una tal Samantha Clark, parte de las porristas o eso es lo que ella misma dice. Nadie sabe realmente, pero él tampoco lo niega.
Aly suspira cuando lo ve entrar. Hubo un tiempo en el que fueron amigos y llegaron a jugar, pero para ese entonces solo tenían 7 años de edad. Con el tiempo él se ha convertido en un hombre creído y la molesta, e insulta, cada vez que puede. Aly no usa sus espejuelos todo el tiempo por ese tipo de razón, por lo que una vez recibe sus lentes de contacto transparentes, los usa la mayor parte del tiempo.
-No, no, no.- el profesor lo detiene, se detiene a mitad de camino con dirección hacia una de las chicas cuya inteligencia no llega ni un poco más allá del 50%.
Aly no conoce a la chica, pero sí sabe que es conocida por ser una 'mujer fácil', así es como su amiga, Rosse, la cataloga. Nunca le menciona el nombre y dice que no importa. Tampoco se fija cuando el profesor pasa asistencia.
- Joven Coleman, a usted lo quiero aquí.- «No puede ser. ¿Está señalando mi mesa?», Aly intenta disimular su sorpresa y nerviosismo.
Los asientos en el salón son para dos estudiantes, en cada uno. Aly quiso hablar con el profesor para hacer sus trabajos sola y él no se opuso a su pedido. ¿Por qué ahora la empareja con alguien? Peor aún, ¿con él?
- Desde ahora la señorita Mckenzie será tu compañera de trabajo, por lo que queda del semestre. No acepto respuestas negativas.- Aly observa al profesor y ve una disculpa en su mirada.
Ella comprende que es necesario, pero puede cambiar de opinión y ponerlo con otra persona inteligente. Ella no es la única a quien le gusta la materia.
-De acuerdo. ¿Seguro que me quiere ver la cara más de cerca durante la clase, Sr. Hawkins?- hay un tono jocoso y su sonrisa lo confirma.
Aly rueda los ojos segundos antes de ver que el profesor también lo hace, pero no puede evitar sentirse un poco nerviosa.
-Quiero comenzar la clase señor Coleman. Por favor, siéntense.- su voz suena cansado. A veces tratar con jóvenes que se creen graciosos le hace pensar en si debería retirarse.- Para su ahora ex compañera le tocará otra estudiante.
Aly deja de escucharlo e intenta parecer normal cuando ve al capitán del equipo acercarse a su mesa. Se queda mirando la pizarra, cerca de la figura del profesor, mientras siente la presencia de James sentarse en su lado izquierdo. Lo voltea a ver cuando siente su brazo muy cerca del suyo. Este le sonríe y le guiña el ojo. Tiene una mirada intimidante, pero no como la de Dimitri que parece ver más allá de lo que tú mismo vez, sino de la que te quiere hacer flaquear ante su encanto y su vibra de chico dominante. Hace querer correr a cualquier chica que sepa que todo lo que le rodea son malas noticias y Aly no quiere estar para nada cerca de problemas.
La pelinegra voltea hacia al frente y acomoda sus cosas en la mesa. Hoy solo es teoría por lo que saca su libro y un marcador. Durante la clase, ella intenta prestar atención al profesor, pero siente la mirada de James en su perfil. Esto la hace sentir un poco nerviosa y le cuesta disimular que su mano le tiembla. Respira hondo y se relaja. Logra concentrarse un poco en la clase, pero el timbre hace su aparición. Todos comienzan a guardar sus cosas bajo las palabras de despedida del Sr. Hawkins y un "traigan los materiales para la siguiente clase".
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¿El Chico Ideal?
Teen FictionIndali Mckenzie, mejor conocida como Aly. Tiene una vida normal, aunque sin alguna experiencia en ciertos cosas de la vida. Pensar en que solo es una persona normal, o demasiado normal para muchos, que no crea ningún tipo de interés en los chicos ha...