Capítulo 1

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El sol en Texas resplandece, como todos los días. Una joven de 17 años, acabados de cumplir hace ya dos días, se encuentra en el parque bajo un árbol observando las nubes y como todos los días preguntándose, ¿por qué le entretiene hacerlo? Ya cansada de ver lo mismo, con la ayuda de sus brazos se acomoda de nuevo tomando de espaldar el tronco del árbol y toma su diario en mano para volver a ojearlo.

Su abuela canadiense se lo regaló de cumpleaños, para que así comenzara a escribir de cosas que nunca quisiera olvidar o para que anote sus dudas y en un futuro responderlas. O para escribir un secreto que nadie pueda saber, pero quieres sacártelo de la cabeza para sentir que se lo dijiste a "alguien", aunque no sea así. El Diario se utiliza para escribir muchas cosas, pero Aly aún no encuentra qué escribir en ella.

Aly, una chica de cabello largo y ondulado, color negro. La piel blanca como el de los canadiences y sus ojos grandes como los hindúes, color azúl con ciertos tonos grisáceos. Como el color que se refleja del cielo en el mar. El cuerpo parecido a los de la índia, con sus caderas bien formadas, ya marcadas, como un reloj de arena. Su forma de vestir es sencilla. No es de que le guste vestir como las monjas, pero tampoco le gusta enseñar mucho. Ya que su madre siempre le ha dicho que el cuerpo de la mujer es algo sagrado y no se le tiene que dar a ver a los hombres. 

Su nombre completo, Indali Mckenzie de padres cuyas raíces son de diferentes países. Su padre es canadience y su madre es de la índia. Llevan 13 años viviendo en Texas. Dónde sus padres anteriormente se dieron a conocer por primera vez. Ambos de 19 años, de vacaciones con sus familias. Fue como amor a primera vista y siempre se mantuvieron en contacto. Hasta que por fin se hicieron mayores y pudieron unirse en matrimonio. Tres años después sus padres estuvieron en la Índia. Tuvieron dos niñas y a los 4 años de edad de la pequeña, o sea Aly, decidieron vivir en el país dónde por primera vez se conocieron. Era el sueño de ambos, vivir en Texas.

- ¿Aún sin saber qué anotar, Indali?- le dice su amiga a sus espaldas, causando que esta diera un pequeño brinco del susto.

-Te gusta estar asustando, ¿no? No me digas Indali... y no, no se qué escribir.- dice Aly dándole un pequeño empujón. Su amiga comienza reír, acomodándose  a su lado, con una manzana en mano.

- Es divertido asustar, y más cuando se trata de ti. - la mira y se comienza a reír de nuevo por la mirada asesina que Aly le da.- Que pena.- se encoje de hombros.- Por cierto... ¿Quieres?- le ofrece de su manzana.

-No, gracias Rosse- le sonríe.

-Tú te lo pierdes- dice Rosse encongiendose de hombros.

Rosse Hamilton, de 16 años a pocos días de cumplir sus 17. Es la mejor amiga de Aly desde hace 10 años. Ambas son vecinas y asisten a la misma escuela, por lo que siempre estuvieron juntas. Rosse es una chica algo rebelde, pero amable. Cabello rojizo con algunos mechones rubios. Blanca, con los labios muy rosados y a diferencia de Aly sus ojos son color marrones. Ambas de la misma estatura.

-¿Cómo supiste que estaba acá?- pregunta Aly.

-Dejaste tus huellas en el piso- le responde para luego darle una mordida a su manzana. Aly la mira con su ceño fruncido.- Tu madre me dijo- rueda los ojos.

-Sí, porque no me acuerdo haber pintado la parte de abajo de mis zapatos para dejar huellas.- Aly dice a la vez que le daba una ojeada a sus zapatos. Rosse se comienza a reír por las ocurrencias de su amiga. Pasan unos cuantos segundos cuando la risa de la pelinegra acompasa la de su amiga.

-Ya falta poco.- le dice Rosse emocionada, palmeando sus manos.

-¿Para qué?- le pregunta Aly sin ningún interés. Rosse se voltea como si lo que hubiera dicho fuera un pecado.

¿El Chico Ideal?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora