Capítulo 5

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Los nervios de Aly comienzan a hacer presencia a tan solo un día de la fiesta de cumpleaños. Es viernes y a pesar de que todavía falta, se siente ansiosa. Tampoco puede creer que su amor platónico, de casi toda su adolescencia, va a ir. Va a estar cerca, o eso espera. Siguen apareciendo escenas en su cabeza sobre cómo irían a ser sus encuentros o cómo quiere que sean.

Por otro lado, no ha vuelto a ver a Dimitri. O es decir, sí se han visto, pero de lejos y él solo le dedica una sonrisa como saludo. No se preocupó mucho pensando, así que estuvo bien para ella concentrarse a estudiar para el examen que tuvo el día anterior, lo cual le fue pasable y ella espera haberlo hecho bien. La clase de cálculo se le dificulta un poco, pero no se desanima ni se rinde por nada del mundo.

Luke, volvió a su asiento anterior, en la otra esquina del salón, pero la sigue tomando en cuenta. Al entrar a clase le dedicó una sonrisa como saludo junto con un asentimiento de cabeza. Chloe lo nota y cuando los ojos de Aly, ruborizada por lo sucedido, caen en la mojigata, ésta la mira con sospecha.

Una segunda causa de sus nervios, James Coleman. En la clase pasada intentó entablar una conversación sobre cosas fuera de lo que tiene que ver con la clase. Sobre cosas personales. No le dijo mucho, o más bien, nada. «¿Qué le importa?», se repite en su cabeza con cada pregunta que le hacía. No es rencorosa y sí, el hablar con un hombre la sigue poniendo nerviosa, pero esa persona en especial la llena de un sentimiento de molestia. Después de tantos años causándole malos ratos, haciéndole la vida un poco difícil, ¿está interesado en saber sobre ella? No tiene sentido, ante ello tienen sus sentidos en alerta. También nota que la observa, más de lo normal.

El día está nublado. Aly se percata de que no trae ningún paraguas por si se hecha a llover. Deja caer sus hombros resignada y entra con su mejor amiga, quien comienza a hablar con algunos que se le acercan a preguntarle sobre la fiesta. Por unos minutos, Aly se siente relajada, pero al escucharlos hablar la ansiedad vuelve.

-Luces tensa- sus músculos se contraen, más aun.- ¿Te encuentras bien?- Aly se voltea y lo ve.

La persona que ha estado en sus pensamientos, después de Ethan.

-Hola, Dimitri- le sonríe e intenta relajarse un poco. Verlo no le ayuda para nada a sentirse menos nerviosa.- ¿Cómo estás?

Lo ve encogerse de hombros.

-Re-poniéndome del examen de cálculo- Aly ríe y asiente.

-Yo igual- comenta.

Un cuerpo se le acerca y se asoma entre ellos.

-Oh, hola Dimitri- sonríe, Rosse, al verlo.- Solo me aseguro de saber con quién habla mi amiga. Es raro verla socializar- bromea y Aly rueda los ojos, pero la ronca risa de Dimitri se hace escuchar. Pierde el aliento con solo escucharlo.

Es una risa sensual que hasta le para los pelos a cualquiera, aunque sea una simple risa de agrado y sin segundas intenciones. Aly alza la mirada y se encuentra con la de él, quien la mira con un brillo de curiosidad.

-No creo que ese sea el caso. La he visto defenderse de Chloe, así que no puede estar tan mal- dice el oji-azul.

- Curioso- Rosse responde con los ojos puestos en Aly y con una sonrisa traviesa.

Para los ojos de cualquiera, esa sonrisa luce como una felicitación por defenderse de la mojigata, pero Aly sabe que en su cabeza sólo pasa otro pensamiento. También sabe que luego se lo dirá.

¿El Chico Ideal?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora