Capítulo 4

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-¡Adivina qué!- aparece Rosse a espaldas de Aly.

Sus brazos le tiemblan por el susto y por poco se le cae el helado que acaba de comprar en la tienda de la cafetería.

-¡Santos caracoles! ¡Rosse! Ten compasión, un día de estos vas a terminar visitando a tu mejor amiga en un hospital o, peor aún, en el cementerio.- Rosse la mira y estalla a carcajadas. Aly se da cuenta de lo que dice y ríe con ella.

Rosse se sienta a su lado en suelo, entre medio de los casilleros. Hay uno de los pasillos que siempre se vacía en la hora del recreo y a Aly le gusta ir a pasar el rato.

-Te quiero, amiga. Lo sabes- se limpia las lágrimas que suelta por la risa.- Volviendo a la adivinanza...- su rostro se vuelve serio y Aly entrecierra los ojos.

-¿Qué?- deja la cuchara a mitad de camino.

-¡Ni siquiera haces el intento de adivinar!- la observa por unos segundo en la espera de que haga el intento de adivinar, pero la pelinegra no lo hace. Rosse suspira resignada, pero al segundo cambia y en sus ojos aparece un brillo de emoción junto con una sonrisa.- La noticia de la fiesta llegó a oídos de Ethan- los ojos de Aly se vuelven más grandes, el azul de sus ojos se ven más pronunciados.

-¿En serio?- susurra.

Ha dejado de respirar y su amiga se da cuenta.

-Respira primero.- Aly le hace caso.- Sí, y... adivina qué.- sonríe.

-Suéltalo ya- Rosse mira el helado que Aly ha dejado de lado y se lo quita.

-Le di una invitación. Dijo que va y... tenemos que conseguirte un disfraz muy sexy. ¿Qué te parece de policía?- dice todo de sopetón, con la energía que ella siempre lleva. Aly no encuentra su voz y niega con la cabeza.

No cree lo que sus oídos están escuchando. Ethan, su Ethan irá a la fiesta de cumpleaños.

-¿Cuándo se lo diste?- Aly se sorprende con su voz, le tiembla cuando lo dice.

- Despierta amiga. No es el fin del mundo- le habla divertida.- Ayer, pero se me pasó decírtelo. Lo siento.

-No lo puedo creer- sacude su cabeza y le quita el helado-, pero no voy a disfrazarme de policía, eso es muy común y de seguro muchas van a ir vestidas así.

Rosse parece pensarlo.

-Tienes razón. Debes disfrazarte como los del origen de tu madre. Así, enseñando un poco tu hermoso cuerpo. Especialmente esas curvas- le da un codazo.

-¿Estás segura?- parece aceptar y la cabeza de Rosse se mueve energéticamente de arriba-abajo, emocionada.

-Sí, definitivamente. Hoy iremos a comprarlo.

-No puedo creerlo. Irá.

-Sí, Aly. Ven, ya mismo suena. Debemos ir caminando. Tu próxima clase queda al otro lado- se levanta y luego ayuda a su amiga, con cuidado de no hacerla derramar su helado de fresa.

Termina su helado mientras caminan y lo bota en el primer balde que encuentra. A lo lejos ve a su Ethan hablando con unas muchachas, mostrando su brillante sonrisa.

«¿Por qué tiene que ser tan bello?», piensa mientras lo ve.

El timbre suena y todos los estudiantes comienzan a dispersarse. Comienza a caminar a su siguiente clase que, por desgracia, le toca estar dentro de las mismas paredes que Chloe. Momento de entregar el trabajo y soportarla. Ajusta su bolso y camina con paso decidido al salón. Mientras Rosse le habla, siente esa extraña sensación de que alguien la observa. Voltea su mirada hacia al frente luego de darle una última mirada a su amiga de que la está escuchando y se encuentra con la intensa mirada de James.

¿El Chico Ideal?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora