El Inicio

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En una húmeda cueva, con sangre y cuerpos heridos, una cabellera morada se movía rápidamente, esquivando mortales ataques de fuego abrasador.

-¡No podrás conmigo, mounstro!

Y con este grito clavo su espada en el pecho del dragón, justo donde debería estar su corazón.

La majestuosa criatura cayó al suelo, era enorme y aterrador ver como aún muerto inspiraba terror.

El joven de cabellos morados se acerca a recoger su premio.
La cabeza del dragón.

Cuando estaba a solo unos metros de él, arrojo su última arma: un chorro helado de agua.

Abrió los ojos y miro a su alrededor alarmado, asustado y..Mojado.

Estaba en su cuarto.
Escucho risas, ¿se reían de él?

-Y así es como despertamos a un holgazán niños- ¿Esa voz...? Oh, claro, olvido que su tía estaba de visita...

Todo fue un sueño...

Suspirando y lamentándose se abrió paso entre los pequeños que se mofaban de él.

-Venga inútil, ¡tengo hambre!

-¡Holgazán!

-¡Deja de ser tan torpe!

Todos le hacían es tipo de comentarios.

Claro que una no.

Su prima Toddy, dos años menor que él, le dio un trapo para secarse. Agradeció con la mirada mientras ella se disculpaba en silencio por la situacion, el chico solo sonrió y se dispuso a hacer sus deberes.

Salio apresurado a cambiarse

-"Al menos ya me duche"- pensó divertido, tenía la manía de pensar positivamente todo.

Aún si eso era levantarse a las cinco de la mañana con agua helada.

Ya cambiado y listo para él trabajo comenzó con lo mas simple, los cerdos.

Como hijo menor de una numerosa familia no podía hacer gran cosa.

O bueno, se suponía que no.

Ya que el se encargaba de todas las tareas de la casa y gran parte de la granja.

¿Oh? ¿Que no lo presente aún? Vaya narradora que soy.

Él es Bonnie, Bonnie Shader. Es el hijo menor de una familia con siete hijos, sin contarlo.
Sus ojos son inusuales, y más de una vez lo han querido linchar* por eso, pues no todos los días ves a alguien con ojos rojos.
Y su cabello... Toda su familia lo tenía castaño, a veces mas claro, a veces mas oscuro, pero castaño al fin y al cabo, pero él no, al parecer a Dios no le bastó darle una cosa de color raro.
El tenía un cabello extraño, era violeta.

Ojos rojos, pelo violeta. Siendo honestos le sorprendía seguir vivo.

-Venga Bonnie, solo tienes que aguantar tres días...- su cumpleaños se acercaba, y con el la oportunidad de dejar el pueblo e ir a la ciudad, por fin sería libre.

-¡Bonnie! ¡¿Donde esta el desayuno?!-un grito doloroso para cualquier oído sensible se hizo presente-

-Voy enseguida madre- termino de alimentar a los cerdos y fue corriendo hacia su "hogar"

Si se preguntan porque el joven deseaba tanto irse de ese lugar, bueno, aquí está la razón.

Cuando llego vio a cinco de sus hermanos sentados, ¿es que nunca podrían ayudarle?

Sus cuatro primos se acercaron y su prima, la única mujer aparte de su tía y su madre, se ofreció a ayudarle.

-¿Te has vuelto loca Toddy? ¡Tu eres una dama! Y las damas no preparan comidas - sonrió maliciosa, y en un tono ligeramente más elevado dijo- para eso están los sirvientes.

El chico ni se inmutó, parecía dentro de su mundo, aunque por dentro estaba dolido.

Mientras Bonnie dejaba cocinando el tocino y los huevos, fue preparando la mesa.

-¡Ya está el desayuno!- sonrió a sus primitos, que cuando su madre no miraba le hacían muecas o señas, burlándose de él.

Mientras avanzaba uno de los mini diablillos le hizo tropezar a propósito.

-¡Eh, cuidado torpe!- Bonnie trato de no derramar nada, pero perdió el equilibrio.

Y por las leyes de la gravedad el tan preciado desayuno termino encima de la persona menos deseada...Su tía.

La robusta mujer miro el desastre de sus "finas ropas" llenas de grasa y comida. Pareció estar en shock.
Nadie respiraba, ni decía nada. Demasiada calma.

-¡¡¡¡Miriam!!!!- su rostro se torno rojo por la ira-

-No te preocupes hermana, seguro fue un accidente...- la dulce sonrisa de su madre le dio escalofríos.

-¿Accidente? ¡¿ACCIDENTE?! ¡¡¡¡ESTÉ MOCOSO INSOLENTE ACABA DE DAÑAR MIS HERMOSOS VESTIDOS!!!!- la mujer de ojos avellana parecía escupir fuego, cual dragón furioso. Aún en esta situación no paraba de pensar en ellos.

-L-Lo siento tía... Le juro que no fue mi intención...- decía la verdad, pero eso no pareció convencer a la mujer.
-¡Maldito fenómeno!-estaba a punto de golpearlo cuando su madre interrumpió

-Yo me haré cargo...Tu ve a ponerte otros vestidos hermana.- lo tomo del brazo con aparente delicadeza, propio de una madre comprensiva y dulce.

Pero Bonnie sentía que sus uñas se incrustaban en su piel.

Cerró la puerta con fuerza, y a tirones se lo llevó al lugar más apartado.

-¡Madre lo siento! ¡No fue mi intención! ¡Lo juro!

Sin embargo la mujer de ojos verdes no decía nada. No escuchaba las suplicas de su hijo.

Una vez lejos, su madre cerró la "puerta"(que era una sábana blanca) del cuarto de Bonnie, que se encontraba en la parte de arriba del establo.

La dulce sonrisa que antes mostraba desapareció para dar paso a una mirada iracunda.

Cerró los ojos con fuerza, sabía lo que le esperaba.

¡Blaf!

La primera bofetada se escucho en el lugar

Golpe tras golpe, patada tras patada, llegó un momento en que su madre tomo un palo y lo golpeó con el.

Bonnie estaba a punto de escupir sangre.
Tenía el labio roto. Y su estómago estaba lleno de moretones, porque ahí es donde más golpeaba. Sus ojos se negaban a abrirse.
Sentía un líquido caliente es sus manos, sus heridas de la semana pasada se habían abierto.

-"Esto es nuevo...Hehe"- se estaba riéndose para intentar aliviar el dolor.

Al ver esto su madre pensó que no era suficiente castigo.

Cuando se cansó dejo el palo a un lado y lo observo con repulsión.

-Estarás sin comer hasta que yo lo diga, ¿quedo claro?-

-...-

Lo tomo del mentón con brusquedad -¡¿Quedo claro?!

-Si madre...- Bonnie no estaba seguro de soportar, sentía que todo daba vueltas.

Sin decir una sola palabra, lo arrojo al suelo y se marchó, dejándole a su suerte mientras él luchaba por no desmayarse.

Por esto el quería marcharse.

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Hola!, Y si, se que tengo que actualizar "Amor de dioses" pero el capítulo casi está.

*: La historia está ambientada en la edad media, donde los ojos de color rojo y amarillos eran sinónimos de ser vampiro o hombre lobo. Sin pruebas o razón linchaban a muerte a estas personas (la lógica de la edad media...)

Espero les haya gustado~

Entre Dragones (Fonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora