Capítulo 1: Volver al pasado.

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"Louis, lo siento pero debes irte. Ya no puedo protegerte...
Creí que te amaba pero quizás fue sólo confusión. No puedo comprometerme contigo de esta forma, mi padre no lo aceptará jamás y yo no puedo perder todo lo que tengo por ti."

Estaba dejándome, Harry estaba dejándome por otra omega. Una omega muy bonita.

No, no me dejes... eres mi alfa, Harry. No puedes abandonarme ahora...

Desperté con mi cuerpo completamente sudado, el sueño había sido tan real y duro, duro como aquel día.

El reloj debía marcar alguna hora de la madrugada, despertar sintiéndome perdido y confundido se había convertido en una rutina para mi. Con el tiempo las pesadillas se iban esparciendo. Ya no eran tan importantes.

Me levanté de la cama, quejandome al notar que había dormido con la ropa que había usado luego mi trabajo en la editorial. Unos jeans y una remera básica negra... Me había quedado muerto luego de lograr que Max se durmiera al fin.

Max. Mi pequeño Max.

Caminé hasta la habitación contigua a la mía.
El color verde manzana en las paredes resplandecía con la luz de noche con formas de dinosaurios, Max adoraba esa mampara.

Di varios pasos hasta su cama lentamente, no quería despertarlo ni por error. Pero necesitaba besar su frente y comprobar que todo estuviese bien.

Necesitaba sentir su aroma.

Max descansaba tiernamente, una sonrisa había quedado plasmada en su rostro. Estaba teniendo un buen sueño. Me fué inevitable contener un suspiro. Mi pequeño.

Acaricie su cabello, lacio. Estaba comenzando a ondularse en las puntas, debía cortarselo antes de viajar. Sus espesas pestañas descansaban en sus pómulos. Era una belleza. El niño más lindo en todo el universo. Si, lo era.

Besé su frente y decidí dejarlo tranquilo. Ya cumpliría tres años de vida y aún lo consideraba mi bebé pequeñito e indefenso. Siempre sería mi bebé.

Caminé hacia el baño, una ducha me ayudaría a alejar los vestigios que la pesadilla había dejado en mi mente.

Cuando recordaba el abandono de mi alfa, no podía calmar a mi omega interior. Una ducha y una cálida taza de té era de gran ayuda, pero había ocaciones en las que me sentaba junto a Max y lo observaba dormir durante horas.

Harry, Harry, Harry...

¿Qué estarás haciendo en este momento?

Sacudí mi cabeza, no ganaba nada pensando en alguien que ya había quedado en mi pasado. No debía desenterrar esos recuerdos, ya que sólo encontraría dolor en ellos...

Me despojé de las prendas de ropa y dejé caer el agua por todo mi cuerpo.

Pase mis manos por mis brazos, esparciendo el jabón. Lave mi pecho y mi vientre. Acaricié esa zona lentamente, recordando lo hinchado que había estado durante el embarazo de Max.

Sonreí.

Enterarme sobre mi embarazo había sido difícil ya que planeaba permanecer en Londres luego de que Harry y yo terminaramos. Pero Max había llegado para cambiar todos mis planes y decidí comenzar de nuevo en otro sitio. Doncaster era el lugar perfecto, conseguí un buen empleo y Max había crecido feliz... Lejos de cualquier situación que yo considerara peligrosa para ambos. Especialmente, lejos de la familia Styles.

Luego de la reconfortante ducha, preparé una taza de té y me dirigí hacia mi cama.

Tomé mi teléfono. Tenía un mensaje de Cara, mi amiga y vecina, ella estaba en línea.

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