Bubu

Capítulo 2: Londres.

El viaje había sido tranquilo, Max se había dormido luego de jugar con sus peluches. La radio estaba encendida y estaban pasando una canción de Ed Sheeran.

Estaba a unos pocos minutos de llegar a la casa de mi hermana y su novio.

Había manejado durante tres horas y media. Si, estaba cansado. Mucho, a decir verdad.

Un auto se cruzó cuando estaba avanzando con el semáforo en verde.

-¡Idiota!

Me arrepentí al instante porque Max abrió sus ojos rápidamente, mirándome con un rastro de preocupación en su hermosa carita.

-Oh, amor... Ya hemos llegado.

Él observó hacia la ventana.

-¿Papi bien?

Sonreí.

-Si, cariño. Todo está bien.

Estacioné frente a la gran casa. Había agradecido al cielo por haber llegado sin ningún problema, estaba pensando en que podía haberme perdido hasta que vi la dirección. Era la correcta.

Kensington era un lugar muy hermoso y estaba feliz por mi hermana.

Las casas tenían en su mayoría un elegante estilo victoriano, la casa en la que mi hermana vivía era hermosa.

Max comenzó a removerse en su asiento.

-¿Ya llegamos, papi?

-Si, amor. Ya llegamos.

Él sonrió y observó atentamente hacia la puerta. Obviamente, esta se abrió dejando ver a mi rubia hermana correr hacia nosotros. Seguro ella había estado pegada a la ventana a la espera de mi auto.

-¡Por Dios santo! ¡Cuanto los he extrañado!

-¡Hola!

Lottie abrió la puerta trasera y en un instante tenía a Max en sus brazos.

-¡Cada vez estás más enorme, cariño! Y hermoso, muy hermoso.

Luego de alistarme, bajé del vehículo y fui al encuentro con mi hermana.

-Oh, Lou... -ella me envolvió en un fuerte abrazo aún con Max en sus brazos. Sus ojos estaban brillantes cuando se alejó unos centímetros de mi-. Estás tan hermoso, aunque muy delgado, pero luces bien. Wow, creí que jamás llegarían. Estoy tan feliz de volver a verlos.

-También me alegra verte, Lottie... Tú luces increíble, mirate -hice una seña con mis manos para que ella diera una vuelta y riese vergonzosamente ante mis palabras-. Eres hermosa.

-Muy linda. -Max exclamó al mismo tiempo que acariciaba el rostro de mi hermana.

-Vamos, vamos... Deben estar agotados, entren a la casa -susurró, besando la frente de Max-. Tommy ha ido a la tienda, no tardará en volver. Él llevará las valijas, pasen.

Luego de ingresar a la gran casa y conversar animadamente, la puerta de entrada se abrió. Tommy apareció cargando un par de bolsas.

Tommy era el alfa de mi hermana. Ellos iban a casarse pronto, no podría estar más feliz por ellos.

-Oh, me han ganado... -Sonrió acercándose a la sala principal. Luego de saludarnos, Max corrió a sus brazos-. Hey, muchachote. Mira cuanto has crecido, eres un gigante.

-¡Tío! ¿Vamos a jugar fútbol?

Ambos reímos. Max era un espectáculo cuando quería.

-Estoy muy feliz de volver a verlos. Ha pasado... ¿Cuánto... seis, siete meses desde nuestra última visita?