Relatos Yaoi

La Nueva Escuela

Eduardo es un chico de 15 años que al pasar casi 1 año completo en elegir una escuela por fin lo hizo, sus padres estan contentos por lo que Eduardo decidió estudiar para poder sacar su título profesional. Era el primer día de clases, su padre lo paso a dejar en auto despidiéndose solo con un...

-Que tengas un buen día hijo, ten un poco de dinero-

-Gracias papá- se despide y luego baja del auto

Ve una gran entrada, varios chicos fuera del recinto fumando, besándose y otros simplemente utilizando el celular. se acerca a la sala correspondiente y entra, aún faltaban 20 minutos para que comiencen las clases y él ya se sentía muy nervioso, odiaba la idea de volver a hacer amigos. La campana comienza a sonar y se ve como varios entran, algún se quedan mirándolo como un bicho extraño o algo así, de los último entra un chico, no era muy guapo, tampoco con tan mala figura, se comienza a acercar a él y eso a Eduardo le comienza a dar un poco de miedo.

-Hey, hola- saluda

-Eh... Hola...- saluda Eduardo tímidamente

-Me llamo, Facundo, este era mi lugar...- comienza a dudar-... pero no hay problema en que lo tomes, me sentare a tu lado-

-Ah, lo siento no sabía que era tu lugar, yo solo lo vi vacío y vine a sentarme- se excusa

-No hay problema, tranquilo- insiste Facundo

Justo llega la profesora y comienza a saludar, cuando ve que se percata de la presencia de Eduardo.

Eduardo P'do

La profesora me pide que me presente ante el curso, yo estaba muy nervioso y la verdad ya sentía que en cualquier momento me ocurre lo peor, lo único que quería era que la tierra me trage en ese momento, me levanté con algo de dignidad y trate de presentarme.

-Empieza con tu nombre, edad, de donde vienes y tus gustos.- dijo la maestra

-Emm... me llamó Eduardo, tengo 15 años y vengo de Valdivia, nos mudamos hace poco por el empleo de mi padre, y me gusta nadar y escuchar música, el pop-

Algunos murmuraban, yo pensaba lo peor quizás pensaban que era algo muy distinto o quizás haciendo lo mismo, yo estaba como un tomate.

-Muy bien puedes tomar haciendo, saquen sus libros y abranlos en la página 130-

-Así que te gusta nadar, ¿eh?- me mira Facundo a los ojos

-Si, pues desde pequeño me gustó mucho todo relacionado con la natación, práctico todas las semanas-

-Tenemos una piscina aquí en el instituto, a mi igual me gusta un poco nadar...-  eso sonó raro la verdad, fue como que lo dijo dudando pero no le tomé tanta importancia -... podemos ir a nadar juntos, ¿que te parece?- estaba haciendome una invitación

-Si, claro cuando quieras estaré ahí- no sabía que había una piscina, me emocioné al enterarme, como no salía en el folleto de el instituto

-Mañana, luego de las clases, te espero a las 2:30 en los vestidores- me sonríe, destaco que sus dientes super blancos, combinan mucho con su sonrisa...

-Ahí estaré-

Pase todo el día con Facundo, conocí a varios de sus amigos o bueno, con el grupo que el suele estar siempre pero preferí estas más con él, aún me siento algo tímido. Las clases transcurrían hasta la hora de la salida.

-Que raro, mi padre ya debería de estar acá...- miro la hora y se retraso ya 30 minutos

-¿Quieres que te vaya a dejar a tu casa?, no puedes seguir esperando- a Facundo lo vienen a buscar también en auto, no quiero ser tampoco una molestia pero prefiero aceptar por el frío que comienza a hacer