capitulo 2

399 26 0
                                    

Pov star
Si bien esa noche no llovió, tampoco pude conciliar el sueño fácil. Tenia mucho miedo respecto a ese "Tomas" y no sabia porque. Lo único que estaba claro es que también sentía muchas ganas de patearle la cara, y eso traía muchas dudas que no podía responder. ¿Como era posible que con solamente mirarme, ya me causara todo eso?

Me levante al otro día con algo claro en mi mente, debía comentar con alguien ese tema, y quien mejor que mi mejor amigo. Marque su numero y atendió al segundo tono.

-Hola.

-Hola Marco, soy Star.

-¡Oh! ¡Hola! ¿Como estas?

-No muy bien. Necesito hablar contigo.

-¿Que pasa?

-Es que... tengo un vecino nuevo, es muy raro, me incomoda bastante y...

-¿Te hizo algo? ¡Ya voy a romperle la cara!

Reí.
-No, no me hizo nada, no tendrás que usar karate... aun. Tal vez este paranoica, pero creo que... no se, en serio ni yo entiendo.

-A ver, descríbeme como es.

-Si, espera.

Tome el celular con una mano mientras me acercaba la ventana disimuladamente, y como sospeche él estaba ahí. Como la primera vez que lo vi, sentado sobre la ventana, solo que miraba hacia abajo, sin sus ojos mirándome y a la luz del sol no parecía tan peligroso.

Con la mayor discreción posible, lo mire fijamente. Estaba a punto de decirle como lucia a Marco pero me lleve la sorpresa de que él levanto la mirada.
Con el pánico corriendo en mi sangre, volví a cerrar las cortinas y me aleje de la ventana. le dije a Marco que viniera a la casa. No pude describírselo así que el tendría que verlo con sus propios ojos.

Marco llego solo en cuestión de minutos, lo que era obvio apenas vivíamos a unas cuadras de distancia.

-¡Espero que esto sea bueno! - Dijo Marco una vez que nos encontrábamos frente a la ventana.

-Veras que si. - Respondí y nos asomamos. Él no estaba. -¡No puede ser! - Me queje.

El timbre proveniente del piso de abajo llamo nuestra atención. Caminamos hasta el comienzo de las escaleras y nos pusimos detrás de los barrotes de madera de estas.

-Es él. - Le señale a mi amigo cuando vi a Tomas en la puerta.

-Buenas tardes señora. Mi madre dice si no tiene un poco de azúcar para darnos.

Por fin había escuchado su voz, sonaba tan amable, tan dulce, angelical… ¡Pero nada de él era así! De eso estaba segura…

-¡Oh! Es un gusto dulzura, y si, ya te traigo el azúcar.

Mi madre comenzó a encaminarse a la cocina, pero Tomas aun no entraba.

-¿Qué pasa hijo?

-No puedo pasar si no me invita a hacerlo, señora.

-¡Oh! Pasa cariño, pasa. - Y se fue a la cocina.

Por el tono de mi madre, supuse que aquel extraño le había caído bastante bien.

Marco ahogo una risa.
-¡Viene de la época colonial!

Aquel comentario hizo que una risita se me escapara a mí también.

-No se de donde viene, pero hay que averiguar.

Estaba subiendo mi celular para enfocarlo, para tener una foto de él, Marco se acomodo a mi lado para ver mejor, iba a desenmascararlo, pero en ese mismo instante… él nos miro.

Rápidamente deje el celular a un costado.

Mi madre volvió con una taza de azúcar, y al ver a Tomas con la mirada en un punto fijo (nosotros) se percato también de nuestra presencia.

-¿Qué hacen ahí? ¡Vengan a saludar!

De mala gana, mi amigo y yo bajamos.

-¡Hola, soy Tomas! - Su agradable saludo difería con la resentida mirada que nos había echado segundos antes.

-Hola. - Dijimos al unisono los dos, Saludando desganados.

Mi madre le entrego una taza de azúcar.

-Muchas gracias señora. Otra cosa, mi madre estaría gustosa de que usted y su familia.- Note como me miro de reojo por un milisegundo. –Fueran esta noche a cenar a nuestra casa, si es que no tenían planes claro.

Su amabilidad era una mascara, yo lo notaba, siempre había tenido ese sexto sentido.

-¡Nos encantaría, dile a tu madre que ahí estaremos!

-¡Genial! Debo irme, adiós señora.- Clavo sus ardientes ojos en los míos. –Nos vemos Star.

Demon Hunt•||Startom||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora