Demon Hunt•||Startom||TERMINADA||

capitulo 3

Pov star:
-¡¿Por qué debo ir?! - Me queje caprichosamente con mi madre.

-¡Porque Ross nos ha invitado a todos! A mí, a ti y a tu hermano. Así que deja de renegar y camina.

Llegamos a la puerta de esa enorme casa. Por más grande que fuera, me daba la sensación de que estaba vacía, muy vacía.

Ross nos abrió la puerta antes de que mi madre tocara el timbre.

Ella lucia espléndidamente bien, se notaba que se había preparado para esa noche tal así como mi madre. Sin embargo Nova y yo vestimos normalmente.

Entramos a la sala, era espaciosa, solo unos pocos muebles y viejas pinturas la decoraban. Un detalle llamo mi atención, debajo de un cuadro que mostraba un espiral hecho de fuego había una mesa igual a la nuestra. Eso no fue en lo que me puse a pensar, si no más bien en los objetos religiosos que nosotros teníamos sobre aquella mesa. En esa sala no había ninguno, ni siquiera uno pequeño. Si hubiera sido otra la situación, no hubiese prestado atención a algo tan tonto como aquello, pero mis sentidos e intuición se habían agudizado esos días.

Mientras me perdía en el absurdo pensamiento sobre los objetos religiosos, Tomas bajo las escaleras con una sonrisa dibujada por la alegría que, seguramente, no sentía.

-¡Buenas noches! - Saludo a todos.

Estaba vestido como la primera vez que lo vi, con esa calurosa chaqueta de cuero y pantalones rojos.
Cuando la cena concluyo, algo en mi se alegro de saber que me iría de allí, pero Ross nos sorprendió diciendo que había preparado un postre. El simple hecho de que Tomas se levantara de la mesa y fuera hacia la cocina a buscarlo fue para mí una gran oportunidad.

Tome mi bolso de mano y distraídamente fui hacia donde él. Tal vez tengan en otro lado de la casa algún objeto religioso.

-Con su permiso, voy al baño. - Me excuse al levantarme del asiento.

Entre por la puerta donde él había ingresado antes y me encontré en un pequeño pasillo donde solo había otra puerta. La abrí un poco y divise la cocina y a Tomas abriendo la heladera. Fue un gesto raro de mi parte, pero mire por todos lados para descubrir que allí tampoco había nada, ni una imagen, ni una estatua pequeña, nada.

Él dejo el postre en la mesada, saque un espejito de mi bolso y lo puse a la altura de mi oreja para poder verlo, justo en ese momento dejo de desempaquetar el postre que, desde donde yo estaba, se divisaba una deliciosa tarta. Tomas se quedo mirando unos segundos a la nada y luego siguió con lo suyo. Aproveche el momento y mire hacia el espejo, pero ni siquiera pude ver mi propio reflejo ya que la puerta de la cocina se abrió bruscamente.

-¿Qué haces aquí? - Pregunto el con brusquedad.

Con el espejo en mi mano solo se me ocurrió una excusa…

-Revisaba mi maquillaje. - Soné convincente, pero cuando la vista de Tomas se poso en la lámpara apagada del pasillo, supe que no me creyó.

-Escúchame una cosa y espero que te entre en la cabeza porque la diré solo una vez… al menos por las buenas. ¡No te hagas la curiosa conmigo porque te ira muy mal!

No había cosa que detestara mas que me gritaran, y él lo estaba haciendo.

-¡Hey! Cálmate, a mi no me hablas así, ni siquiera sabes quien soy…

-Se mejor que tu quien eres, ahora piérdete de mi vista.

En cuanto volví a sentarme en la mesa y veía como Tomas dejaba el postre sobre esta, solo pensaba en una cosa: ‘se mejor que tu quien eres‘

¿Qué había querido decir? Trataba, pero no podía entenderlo, ya de por si era difícil de entenderlo a el.

El poco tiempo que duro el postre transcurrió igual de animado para Ross y mi madre, y algo tenso entre Tomas y yo. Hubiese deseado tener mi propio mundo como Nova, quien parecía estar ausente ahí pero en realidad solo estaba quieto y callado a mi lado.

Nos despedimos de ellos para encaminarnos a nuestro hogar y por un momento, mientras caminaba por la vereda y el viento choco contra mi cara, creí oírlo repetir: Se mejor que tu quien eres…