Tan tenue

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"Dicen que el tiempo cura las heridas. No estoy de acuerdo. Las heridas perduran. Con el tiempo, la mente, para proteger su cordura, las cubre con cicatrices y el dolor se atenúa, pero nunca desaparece." Rose Kennedy

Después de algunos años en los que Elena empezó a vivir con Tom, ella notaba algunos episodios donde él era agresivo, no con ella, sino con los demás, hasta con la vida misma; en otras ocasiones cuando él se pasaba de copas, y el trago se hacía notar en su cuerpo, lloraba a mares, y decía que deseaba haber tenido otro padre, uno menos duro, uno menos maltratador, controlador, Elena se sentaba a su lado, verle así le causaba ternura, le despertada ese instinto maternal que toda mujer tiene muy en su fondo, ella sentía que él la necesitaba, y le pedía que le contara más, él decía que su padre lo encerraba por semanas en el sótano de su antigua casa, si él se portaba mal, o no hacia lo que él quería, y más si Tom se atrevía a desafiarle. Él siempre fue un niño sumiso y callado, pero un día llego su padre con una correa muy fina y empezó a golpearlo sin razón, le gritaba cuanta barbaridad se le pasaba por la cabeza, y le decía repetitivamente "¡debes ser un hombre, uno de verdad!" desde ahí Tom había decidido ser como su padre, de esta forma su padre dejo de maltratarlo y hasta parecía ser su ser más querido, al parecer eso hacia orgulloso a su padre; por otra parte lo empezó a formar según su manera de pensar, y basado en la crianza correcta, que según él, lo haría salir a delante, una crianza sin razón de ser que cultivaba a hombres opresores, que se sentían no solo dueño del mundo, si no que también de la mujer que conocían.

A Tom no le duraba mujer, no le soportaban su manera de ser y en los años de convivir con él se cansaban de sus golpes y palabras, y terminaban por escaparse mientras él dormía, porque en aquello tiempos, la mujer que dejaba a su marido no era bien visto por los demás, y las mujeres terminaban siendo de lo peor, pero Elena, ella tenía algo distinto a sus tres anteriores mujeres, una sola que fue en sagrado matrimonio, y las otras en unión libre, ya que él nunca se quiso comprometer, pero como dije anteriormente Elena tenía algo distinto que Tom inmediatamente noto, e hizo que este le pidiese matrimonio inmediatamente, "la pura y bendita inocencia" cosa que pocas mujeres para esa época tenían, esa que pocos hombres hoy en día saben valorar, y él no perdió oportunidad, él la veía como un tesoro que no se perdonaría perder, y que sabia que a pesar de cada embarrada que cometiera ella estaría ahí sin ninguna razón, él lo sabia, sabia que ella era de aquellas mujeres incondicionales.

Elena por unos años, justifico esos golpes por la infancia tan dura que tuvo que vivir Tom, pero ya no sentía amor por él, solo la única cosa que lo ataba a él, era su pequeño hijo, que en esos momento amaba a su "papito" como él le decía, y Tom le devolvía ese amor de la misma manera, pero ella no quería eso para su hijo, no quería que su hijo fuese maltratador con su futura esposa, no quería que odiaran a su hijo, quería que su hijo fuese algo parecido a un príncipe azul, algo que ella siempre anhelo tener, pero que ahora por segunda vez su esposo le arrebataría el sueño, la ilusión de algo diferente para su vida, ella se sentía de lo peor, de lo peor por no hacer nada, de lo peor por no hacerse respetar desde el primer momento, pero no toda la culpa era de ella y de su cobardía por no escapar de los brazos de aquel verdugo, ¡no!, puesto que por más que quiso escapar con su pequeño ella nunca pudo, y que una vez al ser descubierta por aquel hombre, fue amenazada de muerte, y no solo ella moría, él juro matar a su hijo en sus propios ojos si ella seguía con la absurda idea de dejarle, ¿Podían creerlo? A Elena le valía morir, igual a sus padres ya no le importaba, y su única familia era su pequeño, pero que él muriera era distinto, de solo pensarlo le dolía, eso no tendría perdón de Dios, puesto que de una u otra forma moriría por su causa, así que la idea de irse de esa casa la descarto por completo. ¿Qué si pensó en matarle? Claro que sí y muchas veces, pensaba en darle algún platillo envenenado, pero la simple idea de ser descubierta le aterraba, y más con los castigos de aquellos tiempos, que eran la muerte, no se perdonaría dejar a su pequeño a la merced de su marido, así que también termino descartando aquella idea, y termino por seguir con aquel infierno, que en algunos tiempos se apaciguaba, pero que en otros era el más doloroso del mundo, y ahora al enterarse que Tom criaría su hijo al igual que lo hizo su padre, la mataba por dentro, y todo se le volvía en vano, hasta su vivir, hasta sus esfuerzos, que al parecer nunca darían frutos.

Bajo su sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora