Viejos amigos, nuevos enemigos.

14 1 0
                                    

Los pasos acelerados y fuertes de un hombre retumbaban en todo el pasillo, caminaba rápidamente mientras miraba cada cuadro de cada pared, enmarcados en oro, cuadros que jamás vio en la tierra, la alfombra escarlata y dorada hacía juego con las paredes del mismo color.

-Inas, mira a la derecha- dijo Psycho.

Este obedeció, allí habían cinco pilares de mármol, en cada uno habían una dedicatoria, Inas se inclinó para verla, tiró su mechón a un lado, la primera decía "Aquel que creó el mar y la tierra" luego un número "1", el siguiente decía "Aquel que durmió a los grandes dragones creando mas tierra aún" le correspondía el "2", el siguiente, "Aquel que vivió el infierno y volvió" el "3", los últimos dos pilares no tenían ninguna figura, al contrario de las anteriores que tenían bustos de mármol con dos hombres y una mujer, pero las dedicatorias del final eran igual en ciertas partes y más relatadas que las anteriores.

Inas se acercó a la placa, "Aquellos que salvaron el mundo de si mismo y sus dioses", la primera tenía el numero "4" y la otra el "5", cada una terminaba diferente, la primera decía "Rige la oscuridad como su rey" la otra "Rige la pasión como su rey" algo soso, poco preciso, miró bajo el relieve allí habían unas letras escritas, al acercarse no pudo ver bien, se acercó más aún.

-¡Señor Inas! ¡Que magnífico tenerlo por aquí!- sonó una voz detrás de él, se paró lo más veloz posible golpeándose en la cabeza con el pilar.

-¡Cretek! ¡Me asustaste!- acariciándose la cabeza.

-Supongo que ha escuchado las noticias- se colocó las manos en la cintura.

-¿Qué pasó con tu traje?- gritó Psycho, Inas no dijo nada, Cretek estaba vestido de doctor, dejando atrás su traje negro elegante.

-¡¿Ah?! ¿Esto? parece que mi mensajero no es muy puntual- Cretek leyó la mente de Inas, o mejor dicho escuchó a Psycho.

-Escuché la noticia, sé lo que pasa, Psycho estaba durmiendo, así que el no.

-¿Y como va el clan?- cruzó los brazos.

Inas exhaló y luego habló.

-No tienen mucho talento, la mayoría no son guerreros, solo asesino y arqueros, de hecho, el más talentoso tiene un arma espectral que se transforma en una serpiente.

-Algo natural de las sombras Inas- rió.

-Las sombras son la mejor arma del traidor- resonó una voz desde el otro lado del pasillo.

Inas miró en esa dirección, allí estaba el tipo, caminando hacia ellos, con el pelo castaño sobre su frente y la mirada fija en la nada.

-¡Ghealach!- gritó Inas de alegría.

-Así como la sangre de los valientes señor Lucifer- Cretek no se movió.

-¡Hace meses que no te veía! ¿Cómo es tu mundo? ¿Cómo esta Salma?

La única respuesta que recibió Inas fue un golpe en su cara, no era el Toque de Dios, menuda suerte, era uno normal, lleno de ira y desesperación.

Aún así el golpe lo dejó aturdido, se colocó su mano sobre su mejilla mientras Psycho gritaba, a su mente vinieron dudas, no sabía el porque del actuar de Ghealach, pero en su cara se le notaba una furia incontenible.

-Lo siento, lo siento Ghealach, yo, no tengo manera de excusarme, Adabbas- bajó la cabeza- Adabbas solo hizo lo que siempre hizo, me amó.

Esta respuesta fue peor que lo que todos esperaban, Ghealach lo tomó del cuello, Psycho intentó tomar posesión del cuerpo pero Inas se lo impidió.

Sangre y Sombra [Saga Entre Cadenas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora