Tablero

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parte indeciso ante lo obvio,
esperanzado ante el error,
fluyen sin gracia, palabras,
sin dioses, amo ni señor.

cuando torna la vista en el tiempo
caminan sin piernas sorpresas pasadas
niega el árbol sus cimientos
y cae por cierto sobre sus ramas.

piensa el hombre en la verdad negada,
los cambios de hoy no significan nada.
abarrotado en el pasado
deja la calma para mañana.

la semilla crece sin la sombra de las ramas
la raíz no estorba el paso de las aguas,
tomando su verdad, la única
revive en deseos, fingidas ventanas.

un hombre pavimenta en sus pies
de su miseria, la propia causa.
sonríe en la tierra cubriendo a su vez
de cera su alma y sin pausa

persiste de viejo en las nuevas maneras,
cobrando sus fallas con ansias
la nueva ley con sus metas.
suplicando parar por su causa

revive la imagen del cadáver,
hermoso en las curvas del cabello,
ama la suerte de indicio salvaje
que no le dice mas que lo de menos.

necesaria la voz en cambiar la manera,
comprueba en la vista lo mucho que espera
semanas sin gloria y el tiempo se quema,
aun el destino espera a que muera.

suave entonces, la despedida
de incontables vidas repetida
se trama el futuro y la salida,
se corta la delgada linea.

esperando tomar sin quitar,
sanar sin curar y dar sin entregar,
ganando el tablero y por terminar,
el hombre sin futuro decide renunciar.

Un puñado de poemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora