Capitulo 3

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CAPITULO 3

Viajamos dos horas más o menos en lo que llegamos.

-Mierda Heily, me hubieras dicho que iba a hacer un frio insoportable.

-Perdón. Hacía mucho tiempo que no venia. Ya ni me acordaba del maldito frio que hace aquí.

Vire la cara para ver en dirección hacia la casa y me di cuenta que habían dos autos estacionados frente a ella.

-Am... Heily... creo que no somos las únicas que pensamos en venir hacia acá.- estaba algo preocupada por decir aquello ya que uno de los autos era del señor Parker.

Heily miro hacia la casa y se dio cuenta de que el auto de el señor Parker estaba estacionado enfrente claramente acompañado por el auto de una mujer.

-¿Que hace papa aquí? ¿Y con quien rayos esta?- su voz sonaba claramente impresionada y con una pizca de rabia ya que se suponía que el señor Parker esta en Canadá.

-Bueno yo lo no se Hey, pero si quieres me bajo y trato de ver con quien esta.- dije esperanzada porque me dejara bajar a mí y no le diera con bajar a ver a ella. Pero sabía que mis esperanzas de que eso pasara eran vanas.

-Claro que no vas a ir sola. Es mi padre el que esta haya dentro, no el tuyo. Ya iré a ver yo que está haciendo ese aquí.- dijo súper enfadada y bajándose como de un tirón del auto. Baje tras ella lo más rápido que dieron mis sentidos. Sabía que no iba a ser una buena escena cuando Heily viera que el señor Parker engañaba a la señora Parker con otra mujer. El que por tantos años se había hecho pasar como el padre perfecto.

Heily iba directamente hacia la puerta de la casa. Casi corriendo tras ella la aguante para que no cometiera una imprudencia.

-¿Heily que no te das cuenta que si entramos por la puerta jamás vamos a saber que hacen?-dije como reprimenda.-Vamos a ver si vemos algo por las ventanas.

Luego de pensárselo un par de segundos se dio cuenta de que yo tenía razón y busco la ventana más cercana por la que podíamos ver algo. Yo fui la primera en mirar y estaba segura que estábamos mirando a la sala. De primera no se veía a nadie, pero, yo mirando algo mas detenidamente me di cuenta que habían prendas de ropa tiradas en el piso. Tanto de hombre como de mujer.

-Aquí no están- le dije en voz baja.

-Muy bien. Vamos directo a la ventana del cuarto.

Ya no pude detenerla ni decirle nada pues literalmente corría hacia la ventana del cuarto.

Miro por la ventana y su cara se torno en una mueca rara como de dolor, de asombro y de coraje. La aleje de la ventana mientras me acercaba yo para ver. Estaba el señor Parker encima de una mujer ambos desnudos y claramente teniendo sexo. Me quede boquiabierta mientras me alejaba de la ventana. Cuando me di la vuelta me encontré me encontré con Heily y su rostro bañado en lagrimas.

-Vamos a entrar ahora mismo- casi grito Heily.

-¡No Hey! Te quedas donde estas.-dije tomándola del brazo para evitar que cometiera otra estupidez.

-Vámonos, ya luego hablaremos con él. En estos momentos no puedes hacer nada ni yo tampoco.

Volvimos a mi auto y mientras nos dirigíamos a ninguna parte Heily lloro amargamente el haber descubierto no solo que su padre engañaba a su madre como el siempre le había hecho creer.

-Cálmate Hey. Probamente el muy mal nacido está bien mientras tu aquí lloras tu vida. Ya cálmate y actúa como la mente adulta que siempre has sido para este tipo de situaciones.- la reprendí.- Nos hospedaremos en un hotel y ya luego encontraremos un lugar en el cual quedarnos por un tiempo mas prolongado. No me contesto pero no volvió a hablar del tema en todo el camino hasta el hotel mas cercano.

Llegamos a un hotel llamado Goldstay no muy grande. Parecía mas un hotel familiar. Acabábamos de estacionarnos cuando salió un señor como de unos cuarenta y pocos.

-Buenas noches señoritas- dijo con voz amable.

-buenas noches- dijimos al unisonó.

-Se que vieron el letrero en la entrada pero lamento decirles que el Goldstay cerró hace un mes. A unos 15 kilómetros hay otro hotel.

Mire a Heily sin poder creerlo.-Gracias señor tenga buenas noches.

-¡Mierda!-dijo Hey cuando ya volvíamos a la carretera principal.-¿Es que no vamos a tener un maldito en el que pasar la noche?

No dije nada ya que la desesperación y la decepción de un dia tan largo y tan agotador hubiera empezado mal y fuera a terminar mal. Luego de unos 7 kilómetros localice una pequeña entrada por la cual entre sin pensarlo dos veces. Al final del sendero había una pequeña cabaña al parecer abandonada recientemente.

-Heily- dije con voz algo mas esperanzada.-Aquí pasaremos la noche.

-¿Qué?- dijo con cara de terror.- ¿Estás loca?

-Cualquier lugar es mejor que dormir en el auto.-dije mientras bajaba del escarabajo sin pensármelo doble. Baje mi maleta del baúl y me dirigí con seguridad hacia la entrada de la cabaña.- Cuando te decidas a salir del auto y traer tu pesado trasero acá dentro no olvides ponerle seguro a el escarabajo.

Entre y me encontré con algo pintoresco pero cómodo para Hey y para mí. Cerré la puerta principal a sabiendas de que Heily entraría en unos pocos minutos. Solté la maleta al lado de la cama King que había pasando una pequeña entrada a mano derecha luego de la puerta principal. A mano izquierda estaba la cocina y frente a la puerta principal una pequeña sala. Efectivamente Heily entro cuando estaba en la despensa de la cocina revisando si había algo que comer. No había nada como suponía.

-¡Heily!-grite sabiendo que estaría acostada en la cama.-Saca de mi maleta dos copas de sopa instantánea.- dije mientras revisaba que el microondas sirviera. En efecto, lo hacía. Me trajo lo que le pedí. Deje correr el agua que salió del fregadero y luego de un rato llene las tasas de agua. Las calenté y las comimos sin mudar palabra. Luego Heily por fin pregunto lo que no había pensado por la emoción de tener un lugar para dormir y poder comer.

-¿Sabes si hay un baño?

-Pues, no. no he revisado.

-Bueno el cuarto tiene otra puerta pero no verifique que era. Ya sabes lo miedosa que soy.

-Bien, yo voy ahora.

Deje las tazas vacías en la encimera y fui a ver la puerta misteriosa en la cual no me había fijado y efectivamente era un baño.

-Calma Hey, es solo un baño. Yo me bañare primero.- agregue.

Saque unas bragas de color verde y mi piyama favorita azul cielo. Conecte mi teléfono al cargador y este lo conecte a un enchufe cerca de la cama. Tenía 25 llamas perdidas de mama, pero aun no sabía que decirle.

Tome un baño ligero y me acosté en el lado derecho de la cama. 15 minutos después Heily estaba a mi lado y la luz apagada.

Me despertó la luz que entraba por una pequeña ventana y a lo lejos los sonidos de unos neumáticos. Me levante para mirar por la ventana y pude reconocer el auto de la doctora Treboun al principio del sendero por el que había entrado yo la noche anterior.

-¡Maldita seas vieja bruja!- dije en voz alta.

Mi inmortalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora