Capitulo 4

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CAPITULO 4

-¡Levántate Heily! Tenemos que irnos ¡pero ya!-dije mientras recogía todo en un intento por no dejar nada, -¡Muévete Heily!

Heily se levanto y se dio cuenta que aun estaba oscuro pero que habían unas luces en el camino y sin preguntar se apresuro a meter sus cosas en su maleta y ya en dos minutos estábamos de vuelta a mi escarabajo.

-Por favor prende de la primera bebe- dije refiriéndome a mi escarabajo.

Así fue. Metí la llave en el encendedor y prendió de la primera y sin esperar a que calentara arranque y me dirigí por otro sendero que había detrás de la cabaña. No sabía hacia donde me conduciría este nuevo sendero pero con tal de que la maldita bruja no me encontrara haría lo que fuera.

Seguimos el camino una hora y media hasta que por fin vimos un tramo de pavimento. No sabíamos si era la calle principal o que cosa. Pero estábamos contentas de por fin haber salido de aquel sitio.

-Espero que las tazas de sopa la hayan dejado algo ocupada. Si no pronto la tendremos pisándonos los talones otra vez.-dijo Heily con una rara sonrisa en su cara.

-¡Maldita mierda, dejamos las tazas en la cocina!-casi grite acordándome de que habíamos dejado las tazas en la cocina.-Se supone que no podíamos darle pista alguna de que habíamos estado allí Heily.

-Ups, no pensé que fuesen tan importantes las tazas... por eso las dejes.

-Ya que, no importa. Creo que si... después de todo las tazas la pueden mantener ocupada.-dije dándome cuenta que si creía que esas tazas eran de nosotras iba a volver a su laboratorio a buscar pruebas de ADN.

Eran las dos de la madrugada y Heily se había vuelto a quedar dormida mientras yo manejaba todo el trayecto. Luego de unos 5 kilómetros me encontré con un par de casas. Quería decir que me faltaba menos para llegar al hotel del cual me había hablado el señor ayer. Como Heily estaba dormida y no la quería levantar conduje un poco mas hasta encontrar otro camino (un poco mas infernal este) por el cual metí mi escarabajo. En este no llegaba a ninguna cabaña ni nada por el estilo. Era un camino desierto.

Luego de haber estacionado el escarabajo en ese camino infernal me fije en Heily que aun dormía plácidamente. Los ojos se me cerraron solos y no me di cuenta de cuando me quede dormida.

Me levante sobre saltada por unos golpes en la ventanilla de mi lado. Mire a Heily primero quien no había sido molestada de su "hermoso" sueño por el golpe. Cuando por fin miro por la ventanilla me encuentro con la doctora Treboun.

-¡Que mierda!- exclame por la sorpresa y el susto. ¿Qué mierda hacia ella aquí, tocando la ventanilla de mi escarabajo?

-Sorpresa Nataly Redgort- dijo con su maldita sonrisa.

La llave de mi escarabajo estaba todavía en el encendedor. Empece a darle vuelta cuando sentí como intentaba abrir la puerta de mi lado. Gracias al cielo tenia seguro y no pudo abrirla. Le di la media vuelta necesaria para que encendiera. Pero, no lo hizo. Soltó un sonido muerto.

-¡No puede ser! Ahora no por favor.

Volví a darle la media vuelta necesaria y esta vez prendió. Arranque lo más rápido que pude con mi viejo carro. Mi pobre escarabajo no iba más ligero de las 80 millas por hora. Cuando llegaba a las 80 hacia el sonido ronco mas feo que pueda existir.

Mi teléfono volvió a sonar. Era mama. Hace dos días había abandonado mi casa y tenía 35 llamadas perdidas de mama. No podía contestarle. No era el momento y todavía no sabía que iba a decirle. Llegado el momento yo tendría que contestar, todavía no.

Pero de algo estaba segura mientras conducía mi escarabajo a 60 millas por hora. Si no le mandaba un mensaje de texto a mama dejándole saber que estaba bien la doctora Treboun no sería a la única persona que tendría tras mis huesos.

Pronto me quedaría sin gas así que tuve que volver a una vía principal para encontrarme con una estación de gas y tal vez un pequeño motel en el cual poder pasar la noche. Algo mas decente que cabañas abandonadas.

Eran las nueve y media cuando Heily se levanto por el resplandor del sol.

-¿Qué hora es?- pregunto Hey con voz soñolienta.

-Buenos días dormilona.- dije con voz apagada por la falta de sueño.

-¿Nataly, que te pasa? Traes cara de zombi.

-¡Pasa que mientras tu tenias tu hermoso sueño de bella durmiente yo he tenido que huir dos veces en una noche de tu maldita tía! ¡Que tengo demasiado sueño y que no he levantado a mi mejor amiga por la situación que está pasando con su papa porque merece dormir para tener la cabeza clara y que ya no aguanto más! Quiero una vida normal Heily.- dije con lágrimas en los ojos.

Estacione el auto frente a una estación de gas y me baje sin decir una palabra. Llegue hasta la caja para pagar con cara inexpresiva.

-veinte para la ocho por favor.-dije pasándole el billete al cajero. Heily ya estaba a mi lado con comida enlatada la cual comeríamos al parecer durante los próximos días.

Llegue hasta mi escarabajo y llene su tanque. Ponía la servidora de gas en su sitio cuando Heily llego a mi lado con dos bolsas llenas de comida enlatada. La puso toda en el asiento trasero y me abraso.

-Todo saldrá bien Nataly. Ya lo veras, es cuestión de tiempo. Dame las llaves, te mereces dormir.

Heily condujo no se por cuánto tiempo hasta que me quede dormida. Todo lo que sé es que tuve una pesadilla. Una pesadilla con mi papa.

Mi papa había muerto en un accidente aéreo. Trabajaba como entrenador de pilotos de vuelo para combate. Era el último vuelo de prueba del dia. Mama y yo lo esperábamos en el estacionamiento desde donde se veía la ultima practica. No sabemos como ni porque el aprendiz perdió el control en un segundo, papa intento salvarlo pero ya era demasiado tarde. Todo paso muy rápido. Ese dia ambos perdieron la vida. Ese dia tan lejano ya. Ese dia hacia ya cuatro años.

Mi inmortalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora