La aldea comenzaba a despertar, todo estaba tranquilo. En la residencia Hyuga, todos comenzaban con sus tareas, incluso el estoico Hiashi Hyuga, el cual no perdía la calma nunca, iba en dirección a la habitación de su hija, para ver si podía dejar de ser un estorbo para el clan y mejoraba aunque fuera algo. Golpeó la puerta ligeramente, pero al no recibir respuesta, volvió a golpear, con el mismo resultado. Extrañado por ello, entró dentro: todo estaba impoluto, todo ordenado, pero algo le llamó la atención: una caja con un sobre encima del escritorio. Se acercó y cogió el sobre, para luego abrir la caja. En su interior una bandana de Konoha rasgada por la mitad; cuando se dió cuenta de las posibles implicaciones, abrió el sobre y leyó la carta en su contenido. Conforme más leía, mas furioso se ponía, hasta que llegó al punto de romper la carta de manera desesperada.
- Hyugas a mí!
Varios Hyugas aparecieron por la puerta de inmediato.
- Preparénse para ir de cacería, Hinata ha traicionado al clan y a Konoha!
Decir que eso les sorprendió era poco. Muchos sabían que Hinata era muy bondadosa y que posiblemente ella podría arreglar todos los problemas entre las dos ramas cuando fuera líder, pero ya eso no podría ser. Mientras se fueron para prepararse, Hiashi se fue a la torre Hokage para informar a Tsunade de sus intenciones. Llegó a la torre y pasó al despacho de la Godaime, sin tocar y sin anunciarse.
- A qué se debe su presencia tan repentina, Hiashi?
- Vengo a informarle de que voy a salir a cazar a una traidora al clan y a Konoha.
- Si esa "traidora" es Hinata Hyuga, se va a quedar exactamente en donde está ahora mismo. Estoy consciente de su partida, y de los motivos los cuales la orillaron a hacer lo que ha hecho. Y debo decir que me sorprende que haya reaccionado tan rápido. Despues de todo, el consejo fue lo suficientemente estúpido para desterrar al hijo del mayor héroe de Konoha, además del heredero del Remolino.
- Si esa es su decisión...
Hiashi se retiró de la oficina, con ira y odio reprimido. No podría ir a buscar a la traidora de manera abierta, pero que iba a darle caza, aunque de forma encubierta, lo haría.
En algún lugar del País del Fuego, tres días más tarde...
Naruto y Hinata iban caminando en dirección a Nami, donde Naruto tuvo su primera misión rango B, sabía que desde allí podría volver a lo que quedara de Uzushiogakure, allí nunca le buscarían. Hinata no le quitaba la vista de encima, aunque de reojo, ya que se sonrojaba de sobremanera y se ponía nerviosa, pero algo no le cuadraba a ella: Naruto había perdido toda chispa que le caracterizaba, ahora iba serio, no reaccionaba a nada. Incluso se planteó la posibilidad de ponerse delante de él con algo menos de ropa, pero lo desestimó porque ella no era una fresca y porque tampoco quería que su Naruto-kun fuera un pervertido. En esos tres días, apenas hablaba, solo para comer y agradecerle lo bien que cocinaba y poco más. No sabía como hacer que reaccionara, y estaba perdiendo la esperanza en ello, cuando un pluff enfrente suyo la sacó de sus pensamientos, y más aun cuando vió la figura que salió de ahí.
- Por fin te encuentro, gaki.
- Jiraiya...
El escuchar su nombre, y no el habitual ero-sennin, hacia que sus temores aumentaran. Pagaría lo que fuera, aunque no lo admitiría jamás, por que Naruto volviera a ser el que era, pero no era para menos su estado: le habían destrozado, arrancado todos sus sueños e ilusiones y las hicieron pedazos, todo por esos tontos prejuiciosos sedientos de poder.
- Crei decirte que no quería que me entrenaras, no quiero que tengas problemas.
- Bueno, fue una sugerencia que no quise tomar. Tanto si me da problemas o no, soy tu padrino, aunque no he hecho una buena labor al no estar contigo en tu niñez, pero no pienso cometer el mismo error, no ahora que me necesitas. (se para y miró como la niña Hyuga también estaba allí, no sabía si reir o ponerse a escribir, su ahijado era un casanova) Y la señorita aquí presente? No sabía que tenías novia. Te la tenías bien escondida eh? (le dijo con una mueca pervertida)