En un lugar escondido entre las naciones elementales, Naruto y Hinata,en compañía de Hiromi, tenían un tiempo libre, ya que de vez en cuando entrenaban, pero hoy deseaban estar tranquilos. Naruto decidió volver a Konoha en un tiempo, pero no se hacía todavía a la idea de tener varias esposas. Con Hinata no elevó su relación a lo íntimo (lo más que habían hecho fue caricias íntimas y mucho es, nada de sexo, y eso que Kurama estaba como loco dando consejos y metiendo sueños a su inquilino) pero aun así, no sabía como sobrellevarlo. Pero no solo eso, sino como explicaría la llegada de Hiromi, por no hablar de la que se armaría con el clan Hyuga en cuanto Hinata pisara la aldea. Él sabía de sobra que ella podría barrer el piso con ellos en cuestión de segundos, y eso siendo suave.
- "Sabes que te preocupas demasiado?"
- "¿Que quieres que haga Kurama? A ver cómo explico que Hiromi es una superviviente de Uzu, encima del clan Uzumaki. Esos del consejo querrán meterla en el programa de crianza en cuanto tenga edad, y ni loco lo permito, antes asesino a todo el consejo. Luego esta lo del CRA..."
- "Si fuera Jiraiya, él estaría encantado de estar en tu pellejo chico."
- "La diferencia es que yo no soy un pervertido como él."
- "Sí claro, debo recordarte esos sueños que has tenido con la chica?"
- "KURAMA! Esos sueños me los metes tu!"
- "Pero no te desilusionan. Admítelo, eres un pervertido, pero es bueno serlo con tus novias y prometidas. Otra cosa es tu maestro, que le da igual con cual sea. Esa es la diferencia entre él y tú. Lo tuyo es amor y lo suyo es lujuria."
Ahí Naruto no objeto nada. Sus sentimientos hacia la chica de ojos perla los tenía muy claros, quería casarse con ella y compartir el resto de su vida junto con su ángel. Desde que rescató a Hiromi, se convirtió en algo así como un hermano mayor sobreprotector con ella. No tuvo mucho tiempo para pensar, porque tenía entrenamiento con el hermano mayor de Rath, Silverus, del mismo clan que Rath, pero éste era de color plateado, más fuerte que él. Aunque era un sádico, también era bastante bueno dando consejos, cuando estaba inspirado. Una cosa estaba clara: despues del entrenamiento, necesitaria un buen masaje de su Hinata, porque acababa con todos los músculos agarrotados.
Hinata estaba con Hiromi bajo las alas de Rathi, la compañera de Rath, que aunque no era del clan Rathalos, era del clan hermano Rathian, que son iguales, con la diferencia que las Rathian eran de color verde en general, aunque había algunas de color rosa y dorado. Estaba cepillando el pelo de Hiromi mientras conversaba con su compañera.
- Deja de pensar en eso. Sabes que tu novio hará lo correcto.
- Pero no puedo dejar de pensar en que hará. Sé que acepará lo del CRA, pero no aceptará a cualquier chica que le impongan, no si no hay sentimientos.
- Entonces que te preocupa?
- Me preocupa Hiromi, Naruto la quiere mucho. Si alguno del consejo intenta hacerle algo, o meterla en esa abominación de la ley de cría, es capaz de destruirlo todo. Sabes que es muy impulsivo.
- Eso le pasa por estar demasiado tiempo con Silverus. Son iguales los dos.
- Nee-chan, ¿por qué Naruto-niichan no quiere volver a su casa?
- Porque en esa aldea siempre lo trataron mal, desde que era pequeño. No tuvo padres que le cuidaran y le amaran. Tu no correrás esa suerte, ya que tanto Naruto como yo seremos como tus papas.