Historia sin título (Parte dos en tercera persona)

14 2 4
                                    

- Despídete. - dice el criminal, pero Pedro no se inmuta. Este último se queda mirando el orificio de la pistola, esperando su destino; no está asustado, ni temblando, sólo triste: triste por morir tan pronto, triste por no poder despedirse de sus seres queridos. Recuerda cómo se metió en aquel lío, atrapado inocentemente entre las personas ansiosas por un empleo y ambiciosas (o mejor dicho necesitadas) de dinero.

No pensó que ese trabajo le costaría la vida al renunciar, por más que huyera de la ciudad; ellos lo perseguirían y encontrarían, acorralado en la puerta de su casa, se metería en ella y no saldría por más de un mes.

Ellos no se irían tan fácil como Pedro pensaba; ellos nunca olvidan. Le dejaron huecos de bala en las ventanas, cartas amenazantes, y muchos otros métodos para inculcar el miedo en la víctima. Esa noche sería el plazo máximo para su entrega voluntaria, y ahora él y el criminal se encuentran cara a cara.

Pedro cierra los ojos y escucha el disparo.

_______
¿Sintieron el miedo, la angustia o posiblemente la repetición de signos de puntuación? Esa era yo haciendo la tarea mientras dictan la clase, esperando que la profesora no se de cuenta de mis actos xD

Relatos de un cuaderno aburridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora