Capítulo 3 《 Una fría bienvenida

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"Ella esta exagerando pero solo porque tiene miedo a que las cosas cambien.

Cariño eres la roca en la que me sostengo, esos ojos verdes me llenan de vida."

LUNA.

Una vez más paso mis manos sobre la falda, intentando eliminar pelusas imaginarias producto de mi nerviosismo. Reviso mi imagen en el espejo solo para asegurarme que todo este en orden, me veo como yo pero siento que es otra persona observándome desde mi interior.

Me coloco la mochila y sostengo mi celular con fuerza, no estoy lista pero no hay de otra. ¿La educación es más importante que mi salud mental no? Salgo lo más lento que puedo de mi habitación pero el tiempo hoy no juega a mi favor y mientras quiero que corra más lento, avanza más rápido.

Los gritos de papá logran ponerme los nervios de punta y se que sino estoy en la sala en los próximos cinco minutos se pondrá más intenso y eso es algo que definitivamente no quiero, ya es lo suficiente tensa está situación como para hacerla más complicado.

—Papá, ¿Puedes recordarme por qué tengo que ir el primer día de escuela? Verás que seré la única allí —me mira enojado y ahí me doy cuenta que no debía decir eso, no es algo tan grande, solo que estos días está más estresado de lo normal.

—Porque estudias con beca y al menos que quieras ser una mediocre en la vida, tienes que ir —su respuesta me toma por sorpresa, así que asiento levemente y me voy directo al auto sin decir ni una palabra. Todo el trayecto hasta la escuela hace que mi ansiedad crezca, los latidos de mi corazón se aceleran de una manera violenta y tengo miedo de morir tan joven. Mis palmas sudan y aunque no hay música de fondo, no puedo dejar de mover la pierna izquierda, cierro los ojos y me recuesto en el asiento.

Deseo no estar aquí ahora.

Siento un ligero empujón en mi brazo logrando despertarme, ¿En qué momento me quedé dormida? Miro a papá con los ojos entrecerrados y este me sonríe.

—Ya estamos aquí mi Luna —observo desde lejos la gran puerta del colegio y de pronto me siento más pequeña que de costumbre, miro a papá y sabe como me siento pero él solo me atrae en sus brazos y susurra un "Todo estará bien" y por alguna razón le creo.

—Luna, cuando salgas del colegio tu mamá vendrá a recogerte para ir a tu primera cita con el psicólogo, no tienes que tener miedo. Te quiero y ahora sal del auto, ya es tarde —mi cerebro parece no saber procesar ninguna palabra, así que sólo me limito a asentir lentamente mientras salgo del auto.

Un millón de sentimientos encontrados se agrupan en mi pero el predominante es el miedo, no sé que pasará cuando vea a mis amigos otra vez, aunque no sé si debería llamarlos así todavía. La verdad es que no sé nada así que tomo un poco de valentía que realmente no sabía que tenía y me dirijo hacia la entrada, solo camino. Vamos Luna, un pie después del otro, bien hecho.

No miro ni una sola vez a mi alrededor, estoy aterrada de encontrarme con ellos pero se que todos me miran, los rumores se esparcen como cucarachas.

"¿No que estaba en un manicomio? Escuche que perdió la cordura"

"Me dijeron que se había ido del país porque estaba embarazada"

"Según Nat, ella intentó quitarse la vida por Matteo, ¡Que dramática!"

Camino más rápido y solo deseo llegar al salón que me toca para esconderme todo el tiempo que pueda, haber venido hoy fue una pésima idea y el nudo que tengo en el estómago se hace más fuerte con cada paso que doy, creo que vomitare.

Tan perdida en mis pensamientos, no noto a alguien que viene en mi dirección logrando que choquemos y yo termine tirada en el piso, lo último que necesitaba. Un repentino silencio inunda el pasillo, algo no anda bien. Alzo la vista hacia la persona con la que acabo de chocar y me da la impresión que esto no puede ser más cliché.

Matteo está parado frente a mi con su mano extendida hacia mi para ayudarme a levantar pero algo dentro de mi quema, es rabia e ira así que decido levantarme por mi misma. Nos miramos y puede decirse que se ve de lo mejor, esta más fuerte y bronceado que la última vez que lo vi, junto con su cabello perfectamente peinado.

Empiezo a ver todo borroso y se siente como un deja vu, me prometí a mi misma que no volvería a llorar delante de él, nunca más.

—Puedes llorar pero sabes que no me quedaré a verte —su voz suena profunda y determinada. Las palabras que acaba de decir retumban en lo más profundo de mi, llegando a la conclusión de lo tonta que soy.

Lloré todo el verano por alguien que nunca sintió nada por mi.

La ira se apoderó de mi y todo lo que veía era rojo, mi cuerpo actuaba más rápido que mi mente logrando propinarle una inesperada cachetada a Matteo. La sorpresa lo dejó paralizado así que aproveché ese  momento para correr hasta mi clase, solo deseaba desaparecer.

》》》

El día pasó más rápido de lo que esperé y al parece él único que decidió ir al colegio fue, bueno, ya sabemos quien. No volví a verlo en todo lo que restó de las clases, ni en los pasillos, ni en el receso. Una parte de mi lo agradecía pues tenía toda una historia diferente en mi imaginación acerca de cómo sería nuestro encuentro un vez que nos viéramos, pero a veces las cosas no salen como queremos y las expectativas de que todo será perfecto y que nosotros podríamos  estar bien nuevamente, hace que la realidad nos aplaste con más fuerza. Dándole paso a la decepción, enojo, tristeza y soledad. Supongo que así serán las cosas de ahora en ahora en adelante.

Yo sosteniendo el pasado, mientras esté me deja caer una y otra vez.

Matteo es mi pasado.

《《《

¡Hola cielitos!

Bueno, ya se que estuve un poco pérdida y es porque quería que la trama de este capítulo fuese un poco menos oscura, no creo que me expliqué bien😂

En fin, muchas gracias a todas las que leen y me dejan comentarios. No somos muchos pero me llena el corazón que por lo menos, algunos se tomen el tiempo de leer mis alborotadas palabras.

Nos leemos en el siguiente capítulo, con muchísimo amor, Aro❤.






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