Mi vida siempre fue un constante, del colegio a la casa, de la casa al colegio. En el lugar que me encontrara siempre estaba sumergida en mis pensamientos, observaba a mi alrededor, pero nunca veía más allá del lugar en el cual la mayoría de las personas no lo logran entrar, y si lo hacen, quizá encuentran la entrada a aquello, pero no la salida, este lugar es el amor.
Cuando entre a este magnífico lugar me invadía enteramente la curiosidad del saber por qué me enamore de él, cuál fue su magia, porque precisamente de él habiendo tantos corazones vivos queriendo experimentar, otros muertos queriendo renacer o sencillamente dejándose vencer, pero como a cada persona le corresponde el suyo allí estaba el mío, un corazón loco aquel que llenaba a diario mis días de nuevas expectativas, alegría maravillosos sueños, e innumerables experiencias.
Me enamore de él porque siempre me sumo, me mostró el mejor camino porque sin importar las adversidades el respeto mi decisión, camino junto a mi tomados de la mano, mejor, del corazón. Me enamore de él porque siempre me escucho sin juzgarme, a cada instante se preocupaba por mí, por si me hacía falta algo y si era así ahí estaba el para complementarme, porque siempre se preocupaba por mis estudios, el siempre soñó con un futuro para mí, el futuro que anhelo tener a mi lado.
Porque siempre vio mi cuerpo con ojos sanos y a pesar de nuestras edades, calurosos, mojados y excitantes momentos que vivimos no veía mi cuerpo con ojos de lujuria, aun sabiendo que mi cuerpo siempre le perteneció a él.
Me enamore de él porque siempre prevaleció su honestidad, fidelidad y a costa de todo me dejo las cosas claras desde un principio. Por qué siempre me hizo reír con mentiras y por mis ojos no salió una lágrima con la verdad, o viceversa. Porque en los momentos adversos fue mi consuelo, supo hacer florecer en mis labios una sonrisa y sobre todo logro hacerme sentir bien aun sin importar si su día estuvo peor que el mío.
Me enamore de él porque en cada ocasión encontraba la manera para ser él y no ser igual a los demás, y así era el, era diferente aun con sus diferencias y mis defectos, todos aquellos errores cometidos, siempre se sintió bien estando a mi lado, claro, eso pensaba mi corazón hasta aquel día...
Me enamore de él, aun con todo lo que puedo decir y no acabaría de escribir, porque más allá de estos párrafos la respuesta quedara reservada en mi corazón y muy lejos de acá, en el suyo.
Por último, me enamore de el de lo mejor, porque éramos tan distintos, tan opuestos, tan ajenos, y ahí estaba la conexión, era esa la coincidencia, aquello que no teníamos en común y que por alguna razón me llevaba al paraíso.
