La sensación que recorre mi cuerpo es inaudita. Me siento feliz e inquieta a la vez, dudo algún tiempo antes de responderle algo, para mi es casi imposible que me haya escrito. Por mi cabeza pasan preguntas como ¿Por qué yo? ¿Querrá burlarse de mí?. Tengo mucho miedo, pero concluyo en responderle.
“Hola, ¿me hablas enserio? (chica de mal genio), yo no te he mirado mal.”
Envió el mensaje y decido recostarme después del día tan agotador y raro que he tenido. Caigo profunda hasta que el sonido de la voz de mi papá me despierta, hoy se acaba la rutina por una semana más. Es viernes y casi que lo doy por olvidado, este fin de semana cumplo años, es algo que me pone un poco feliz además de la corta conversación de ayer. Entro al baño y me ducho rápidamente. Después de desayunar me dirijo hacia el colegio, al llegar lo veo a él, sentado en el escritorio de su clase, perdido en algunos documentos… <<porque tiene que verse tan atractivo, tan grande, tan prohibido…>> al pasar frente a sus ojos levanta la mirada y me observa regalándome una sonrisa, lo observo fijamente por un momento y me dirijo hacia mi salón un poco nerviosa. No sé cómo actuar después de la corta conversación que hemos tenido ayer.
El día de hoy no tenemos clase con él, lo que es un verdadero alivio no sabría que decirle al verlo o cómo comportarme. Las clases transcurren de manera normal. Nos encontramos en la puerta en la puerta de el salón esperando la siguiente clase. Hablo con Juliana. En ese momento lo veo, me observa con los ojos muy abiertos y mirándome directamente a los ojos, corro la mirada rápidamente. El avanza y se detiene justo delante de mí y saluda.
- Buenos días chicas
- Buenos días – Respondemos al unísono Juliana y yo. De repente suelta.
- Me causa curiosidad chica de mal genio como conseguiste mi cuenta en redes sociales, no conocías mi apellido, lo dije la primera vez, pero no creo que me hayas prestado atención.
- Bueno pues tendrás que quedarte con la curiosidad porque no te voy a decir – respondo rápidamente. Espero que no haya notado mi nerviosismo ante su inoportuna y repentina pregunta.
El me penetra con sus ojos como queriendo extraerme la respuesta que quiere. Al final se va sin decir palabra alguna. Entramos a clase guiados por la profesora pasamos algunas horas viendo las células, cada una de sus partes y algunos otros temas referentes a ese. Al final llega medio día y tenemos descanso en el patio del colegio, salimos y hago lo de siempre quedarme con mis amigas sentada en unas escaleras y hablar de todo un poco. Unos minutos después sale el profesor Martin, se recuesta en una de las rejas y nuestras miradas se cruzan, en ese instante me entran unas ganas inmensas de hablar con él, la verdad los pocos momentos que hemos hablado ha sido muy cálido y agradable. Lo observo de reojo, tomo algo de valentía y me dirijo hacia él, al verme abre los ojos un poco sorprendido. Supongo que no se esperaba el que haya ido a hablarle.
- Hola – Digo un poco tímida.
- Hola ¿Cómo estas chicas de mal genio? – Responde – Ahora si me vas a decir como hiciste para contactarme, la curiosidad me invade.
- Pues creo que te quedaras con esa curiosidad porque no te lo voy a decir.
En ese instante llega Juliana y me pregunta sobre mi fiesta de cumpleaños este fin de semana 14 de agosto. Mi familia me tiene una fiesta preparada a las afueras de la ciudad, sin embargo, es poco lo que le he contado a Juli y por eso ha venido antes de que se acabe la jornada escolar.
- Fiesta o mejor piñata – Interviene el soltando una carcajada.
Le tiro una mirada fulminante y le respondo.
- ¿Piñata? tu que sabes ¿quieres que te invite para que veas?.
- Claro encantado iría – Suelta mientras Juliana nos observa sin saber que decir.
- Pues la verdad no creo que te gusten las piñatas entonces no. También quédate con las ganas.
- Bueno no es que me pierda de mucho – Responde y me mira a los ojos de una manera desafiante que no puedo negar, me encanta.
Por más que intento sostenerle la mirada no puedo, doy media vuelta y me voy con Juliana a mi lugar. Hablamos sobre lo que hare este fin de semana. Salimos del colegio y camino con una emoción grande porque es viernes y cumplo año dentro de dos días. Llego a casa y como si estuviera planeado en mi cerebro ojeo mi celular. Deseo saber si ha respondido a mi mensaje de anoche, pero no lo ha hecho la verdad guardaba una leve esperanza de llegar y encontrar el mensaje, pero no es así. <<Estas iendo demasiado rápido>> <<te vas a equivocar, y al final, vas a llorar>>.. – Me dice mi mente
La verdad trato de darle poca importancia, aunque por dentro mi único deseo es que vuelva a escribirme.
El sábado me despierto un poco congestionada y con fiebre, al parecer la gripe no pudo escoger otro mejor momento, sin embargo, no dejo que me preocupe mucho. Paso alistando mi maleta para salir de la ciudad me imagino cada detalle, la verdad quiero que sea algo especial, duro horas corriendo por todas partes de la casa llevando todo lo que considero necesario. Levanto mi maleta y la llevo conmigo a la sala.
- Casi te has llevado todo el closet – Menciona mi papá haciéndome burla.
Volteo los ojos y no emito sonido alguno. Me siento en el sofá e intercambio mensajes con Juliana. Minutos después salimos a la camioneta y subimos todas las cosas. Durante el viaje conecto mi celular y me voy escuchando música todo el viaje perdida en mis pensamientos y con emoción de llegar. Después de unas cuantas horas de recorrido que se hicieron más cortas en lo que me respecta, llegamos a un pueblo muy bonito a las afueras de la ciudad, nos dirigimos a una finca algo grande, lo que más me llama la atención es el jacuzzi que tiene muy bonito, casi no me lo creo de la emoción es uno de los pocos días que en mi vida me siento tan feliz en mi cumpleaños, a pesar de como la he pasado en los últimos días, lo últimos años…Estoy ansiosa de que llegue mañana. Duramos un rato compartiendo en familia que ha venido hasta este bello lugar para mañana celebrar mi cumpleaños. Pasado algún rato me acuesto en una de las habitaciones, la gripe me tiene un poco mal y prefiero descansar para mañana amanecer con todas las ganas.
Me acuesto y saco mi celular para mensajear un poco con Juliana y algunas otras personas, entre ellas Jey. es un amigo con el que he estado compartiendo gran parte de este año y también cumple mañana, me sorprende todo lo que me ha dicho ya que no era algo de esperarse. Le gusto a Jey y…en cierta manera el me gusta a mi. ¿En que mala historia de amor me he metido?. Le comento a Juli lo bonita que es la finca y lo último que ha pasado, queda sorprendida, y me menciona lo mucho que le gustaría estar acá. Pasan algunas horas y no logro conciliar el sueño la congestión no me deja, <<los pensamientos me atrofian>> pongo el celular a un lado de la almohada, pero no funciona, sigo dando vueltas en mi cama pensando en la fiesta de mañana. Y en…Jey o… ¿Martin? En ese instante se me viene a la mente las palabras del profesor Martin “fiesta o piñata” es tan odioso. Sin darme cuenta me quedo pensando en él, y dejando pasar por mi mente las imágenes que tengo de él. Me percato que faltan pocos minutos para media noche y no he podido conciliar el sueño.
De pronto vibra mi celular al parecer tengo un nuevo mensaje de alguien. Cojo mi celular y es difícil comprender lo que estoy viendo. <<No es posible>> me digo. En ese instante por mi cuerpo pasan muchos sentimientos, en especial me da una emoción tan grande y un cosquilleo en mi estómago, no dudo dos veces en abrir y leer el mensaje.
Es inimaginable, casi imposible que esto me esté pasando a mi…