Lo siento papá, un castigo no me detendra.

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Capitulo 1.

-Esto es lo último que te aguanto, Isabell—La pobre estaba roja del enojo.

-Tranquila, madre.

-¿Tranquila? Dime, ¿Cómo rayos me tranquilizo? ¡Te expulsaron, maldita sea!

-¿Querías que le diera las gracias por tirarme la coca enzima?, la muy—me interrumpió.

-Pudiste cambiarte simplemente, ya estabas advertida. Solo espera a que tu padre se entere—Me jodí.

Todo el camino del colegio a mi casa me quede callada pensando en cómo mi padre me mataría. Robert Brook, jefe de policía. Sí, estoy muerta.

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-¡¿Qué hiciste que?!

-Lo siento, papá—Me quede sin palabras.

-Lo siento, papá—me imito—Un ‘’Lo siento’’ no arreglara tu maldita expulsión.

-Lo sé, pero enserio, no fue mi intención. Acepto la responsabilidad, dime mi castigo ahora.

-Tu castigo—Pensó con la mano en la barbilla—Internado, milicia…

-¡No! ¡Papá! Por favor, todo menos eso.

-Hubieras razonado antes de hacer esa idiotez, Isabell.

-Lo sé, papá. Debí haber pensado antes de actuar, pero es que me tenía harta—me defendí. A demás, tengo un probedio casi perfecto, puede servir de algo.

-Esa no es excusa. Tu sabias que solo tenías una oportunidad en ese colegio, ¡Solo una! Y la desperdiciaste. Y si, si sirve, pero tu comportamiento lo arruina todo.

Me quede callada. Eso era cierto, aunque tenía el segundo lugar, el colegio ya me había aguantado muchas.

-Pensare en tu castigo, por ahora no quiero que salgas de tu habitación.

Sin más, subí a mi habitación.

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-Maldita sea, Kelly.

-Lo siento, pero apúrate.

Ahora me encontraba bajando por la ventana de mi cuarto [[Escapando]], como ya lo eh hecho meses atrás.

-Listo—dije dando un salto.

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-¡Por Dios, Isabell! ¡Baja de ahí!

No sé porque razón pero, los techos, el alcohol y las fiestas siempre van con migo.

-¡Hasta que amanezca!—grite desde el techo de Bryan, el anfitrión de la fiesta.

-Por favor, Isabell. ¡Baja de ahí!

-Está bien, Ryan. Tranquilízate.

Bajo del techo, pero no sin antes resbalar y caer en los brazos de alguien desconocido para mí.

-Hola, linda.

-Adiós, estorbo—me baje de los brazos de ese gorila con cara de ratón.

-¿A dónde con tanta prisa?

-A un lugar donde no encuentra caras como esa—señale su rostro.

Me di la vuelta dejándolo con la boca abierta. Tal vez digan que soy una descontrolada, perra y al cólica. Pero esta perra sabe elegir bien a sus perros.

-¿Eso que fue?—pregunto ansiosa mi quería amiga, Maddeline, o como yo le digo, Madd.

-Un cara de ratón me coqueteo—Madd estallo de risa.

-Pobre.

-Lo sé pero, ¡que siga la fiesta!—dije con mi Buchanan’s en la mano, mi fiel compañera de borracheras.

La fiesta cada vez se ponía mejor para mi. Es claro que mi ‘’castigo’’ no me detendría. Las fiestas me llaman de lo lejos. Muchos se preguntaran ¿Cómo rayos tiene el segundo lugar en todo el colegio andando de fiesta en fiesta? Sencillo, ‘’dormir’’ no es una palabra muy conocida en mi vida. La escuela significa mucho para mí, es claro que quiero ser alguien en la vida, pero ¡por Dios! Tengo que vivir mi vida al cien.

-¿Por qué tan sola, princesa?

-¿Sola? Claro que no, mi fiel amiga me acompaña—dije señalando mi botella.

-Tal vez quieras tener un fiel amigo—me agarro de la cintura.

-Tal vez sí.

El chico apuesto me beso, y por Dios, he besado a cientos de hombres, pero el, ¡él es un Dios! Un Dios malditamente mujeriego. Pero ¿y qué? Yo soy igual, así que, hay que disfrutarlo.

-¿Nombre?

-Julián

-Isabell. ¿Enfermedades?

-Ninguna.

-Bien, ahora a la acción.

Y bueno, así es como conozco a mis fieles amigos

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-¡Kelly! Hora de irnos.

-¡Espera!—regreso por su botella de tequila.

En el camino íbamos contando nuestras hazañas del día, y por lo que escucho, Kelly no se quedó atrás.

-Adiós, Kelly. Mañana te marco.

-Claro, adiós. Te quiero y gracias—beso mi mejilla.

-Trata de no caerte—reí.

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-Rayos—susurre.

Aunque las borracheras ya eran típicas de mí, aun despertaba con dolor de cabeza, no tan intenso como las primeras beses pero aun así duele.

Me metí a la regadera con agua fría para bajar el dolor y después me arregle.

Hoy sería un largo día…

Criminal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora