Longing: Soulmate [M.Y.]

soulmate pt 1

SanHee siempre ha creído que todas las personas tenemos un alma gemela. Para ella tu alma gemela no es alguien particularmente idéntico a ti, sino que es tu perfecto complemento, que posee en su interior lo que te falta. Sin embargo, había un punto de inflexión en su teoría, y esto era que las personas cambian todos los días. La conclusión siempre era una incógnita: ¿Son almas gemelas hasta el momento en que cambian? Vaya mierda. Con razón el “para siempre” duraba unos meses.

Cuando era más joven, en sus inicios de secundaria, ella tuvo solo una experiencia amorosa. Sin embargo, esa persona le enseñó todo lo que no debes hacer. En ese instante ella creía que había encontrado su alma gemela, este chico le hizo creer lo mismo con extraño fervor. Pero el la engañó, jugaba con sus sentimientos, en su inocencia ella pensaba que eso era normal, que la quería. Pero no podía estar más equivocada. Sólo fue un títere para el conquistar a la persona que realmente le importaba.

Esto fue realmente doloroso, como romper un frágil cristal. Pero la experiencia la hizo muy sabia, al mismo tiempo elevó tanto sus estándares que ninguna otra persona pudo ganarse su corazón nuevamente. La mera idea de que esa persona existiera le causaba mucha gracia, la persona ideal para ella o su “alma gemela”, no existía. Era pedir demasiado para un humano. Ya que para ella, todos los humanos vivían por interés propio. Cuerda de egoístas.

Esto lo corroboraba diariamente en el hospital donde terminaba su carrera como médico, donde cada vez perdía más su fe en la humanidad. Donde llegaban pacientes moribundos buscando salvación y al estar sanados, ni las gracias te daban. Tal vez por eso adoraba a los niños, ellos eran unos ángeles.

SanHee mantenía su mente ocupada en su carrera. Los médicos no tenían mucho tiempo libre de todos modos. Así que en cierta manera la soledad rendía sus frutos. Pero por más que quisiera pensar que todo estaba mejor estando sola, no podía callar su lado humano el cual pedía a gritos a ese alguien que acariciara su cabello y la hiciera relajarse, alguien que la besara al despertar por la mañana, alguien que apoyara su sueño, que cocinara para ella, una persona con quien se pudiera reír a carcajadas y con quien pudiera llorar sobre lo malo que haya sido su día. 

Ella quería una persona que fuera dulce pero al mismo tiempo dominante. Sí, así es como ella imaginaba a su alma gemela.

Todos los días regresaba a su pequeño apartamento al salir del hospital, del cual pronto se mudaría ya que había comprado un townhouse gracias a parte de sus ahorros. Ya que quería poder recibir personas en su casa de visita, a su madre y a su adorada hermana, y hasta MaRin, su compañera de carrera y hermana de corazón.

-¿en qué zona compraste SanHee? –Preguntó MaRin mientras tomaba el café que habíamos comprado en nuestro receso de clases.

-Hum... Es una zona tranquila de Seoul, en Gwanak-Gu, dentro de poco será la mudanza, ya pronto podrás quedarte a dormir en mi casa y nos quedara cerca la universidad–contesté sonriéndole mientras tomaba de mi té frío.

-Oye pero es una zona residencial privada… ¿tienes vecinos o vecino? –preguntó con algo en sus ojos que no pude descifrar en el momento. Tal vez era ¿picardía?

-Si tengo, los de la inmobiliaria me lo dijeron desde el momento que hablé con ellos para comprar una casa, creo que dijeron que son unos muchachos o algo así. Por eso me recomendaron ese lugar. Según ellos son más o menos de mi edad y como casi nunca están allí, sólo de noche será como vivir sola... tú sabes, psicología de vendedor. –Respondí recordando que accedí a su “psicología” ya que la casa era realmente perfecta.

-Presiento que esto va a cambiar tu vida SanHee-ah –Contestó MaRin con una sonrisa llena de picardía, a la vez que terminaba su café.

MaRin no era difícil de descifrar para SanHee, ella era una persona romántica y muy tierna. Esta noticia era como una aventura con la que inicia una historia, y ella se caracterizaba por ser muy positiva, así que no perdería la ilusión de verla enamorada de alguien. Pero SanHee reconocía que sus corazonadas, siempre eran ciertas.