"La vida nunca es como la planeas"
Recuerdo a Sehun diciéndome esa frase que en su momento sonaba demasiado cursi y fatídica. La primera vez que me la dijo fue antes de que regresáramos a Corea por primera vez, la segunda, poco después de mi compromiso falso con él. La tercera fue cuando lo comprendí.
Llovía con ganas y los truenos estaban presentes, al igual que mi miedo. ¿Por qué algo tan lindo como la lluvia debía de arruinarse con unos sonidos tan espeluznantes como los truenos? Las calle se encontraban empapadas y lo inevitable sucedió, su carro estampó ante un señalamiento vial.
El camino al hospital fue el mas aterrador de mi vida, y las horas esperando que saliera de la operación las mas largas. Pero casi un día después de haber recibido la noticia me encontraba en su habitación, esperando que milagrosamente despertara y me dijera que me amaba y que todo iba a estar bien.
Pero las cosas no iban a ser como yo quería.
***
Si la vida fuera como la había planeado a los 15 años me hubiera graduado de la escuela de música y estaría en algún lugar del mundo componiendo mi propia música, presentándome en grandes salas de conciertos y haciéndome paso por mi misma.
Pero había terminado estudiando administración al darme cuenta de la frágil salud de mi tutor. Él seguía siendo la persona imponente a la que todos voltean a ver al entrar a la habitación, pero enfermaba mas seguido, sus deseos de heredarme la empresa seguían presentes y me temía que una buena razón tenía para ello.
Así que dejé mis planes a un lado para seguir el papel de hija perfecta que sabía que no era.
—Escuché lo de Sehun —la frase que mas me temía escuchar llegó de las personas que me rodeaban en la oficina—, realmente lo lamento.
Quería gritarles a todos que Sehun seguía vivo, luchando por su vida, pero me abstenía a simplemente asentir, aceptando sus condolencias, como si hablaran de un muerto. Pero Sehun estaba vivo.
Así como muchas que no planeaba, nunca llegó a mi pensamiento pasar todas mis tardes en un hospital hablando con mi mejor amigo mientras el dependía de una serie de tubos para poder seguir con vida.
Chanyeol seguía a mi lado fielmente aun cuando, presa de estrés, le gritaba constantemente por pequeños detalles que olvidaba mientras manejaba las cosas de la compañía. Sus hombros se encontraban constantemente húmedos tras las visitas al hospital a las que me negaba que me acompañara, pero esperaba pacientemente por mi a que terminara la hora de visita fuera de la habitación.
Definitivamente no estaba viviendo la vida que había planeado.
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Matrimonio... ¿forzado?
Fanfiction"Si tanto quieres que me case ¿por qué no simplemente arreglar un matrimonio para mi?" Fue la frase que destruyó mi ya jodido destino. Me acercó a ella, pero también me hizo alejarme de mi zona de comodidad. Estaba seguro que esta historia iba a ter...
