Un día en Aquí

Juntos: EL SUEÑO

La niña despertó, cuando lo hizo y sus ojos comenzaron a abrirse creyó ver la sombra de un árbol.

Un hermoso cerezo de hojas azules e impresionante altura que guardaba el sueño de la pequeña niña de vestido rojos y zapapitos negros.

-¿Lo hiciste para mi?-. Comentó refregándose los ojos contemplando la hermosa planta.
-¿y para quien más?
- Es verdad-. La niña río al decir lo último, sin embargo su acompañante notó que había un atisbo de malestar en su rostro.
.-¿Tuviste un mal sueño? -. Le preguntó algo preocupado.
.-Creo que si, pero no me acuerdo que era-. La verdad no sabia si había soñado o no, pero algo le molestaba, y unas difusas y desagradables imágenes andaban por su mente.
.-Entiendo, de todas formas no te preocupes por esas cosas, sabes que Aquí, las cosas se mezclan raro, no tiene que tener que ver contigo, algunas ideas van y vienen y quizás desde donde, es difícil encontrarle un origen, pero nosotros tenemos que tener la mente tranquila y muy en paz, ademas lo que refiere a nosotros, todo está bien y hermoso-. Lo último lo dijo mientras hacía lo que parecía una sonrisa y se acercaba a ella mirando el inmenso árbol y como de este caían hojas. 

La Niña se dejó abrazar, sintiendo la calidez de su consejo, su cariño y su preocupación. Aquí era un lugar vacío, blanco de punta a punta, sin nadie más que ellos en una existencia eterna, pero se tenían mutuamente, ella nunca más estaría sola ni nadie le lastimaría, y eso era suficiente para hacerla sentir tranquila y feliz, por un tiempo al menos.