Capítulo 14

8.9K 461 124
                                    

*Narra Leah*

—Si mi papá tiene razón, eso significa que hay otro hombre lobo que no conocemos —habló Stiles mientras caminábamos por el bosque y Scott alumbraba con la linterna.

—Lo sé —respondió Scott con el móvil en la mano en la que no tenía la linterna.

—Si resulta que son trillizos, como un perro de tres cabezas del infierno, en serio no estoy para eso —dijo Stiles y me encogí de hombros.

—Sí, yo tampoco —respondió Scott mirando el móvil y sonreí divertida ante mi pensamiento—. En especial, si ya no puedo controlar mi propia transformación.

—Oye, Scott, podríamos intentar convertirnos en perro gigante, ¿Qué dices? —cuestioné divertida, oí un "oh no" de Stiles y Scott se rió.

Oímos un aullido y Stiles chocó con Scott sobresaltado, gracias a ello, el móvil de Scott cayó, oí el sonido de algo cayendo al agua y Scott miró mal a Stiles.

—Lo siento, amigo —Scott volvió su vista hacia dónde había caído el móvil—. Detesto a los coyotes, siempre suenan como si estuvieran atacando a un indefenso animalito.

Scott, de un salto, descendió a la pequeña caída—gracias a una roca— y lo seguí, Stiles se deslizó por la roca y Scott tomó su móvil.

—Aún funciona —avisó Scott y suspiré.

—Préstame la linterna —dijo Stiles y tomó la linterna, apuntó con ésta y avanzó—. Creo que lo encontramos.

Scott y yo nos miramos para luego seguir a Stiles, el camino están lleno de rocas por lo cual debíamos tener cuidado.

—¿Por que no lo han movido? —preguntó Scott observando al carro volcado que Stiles apuntó con la linterna—. ¿No es una prueba?

—Probablemente es mucho trabajo sacarlo de ahí —dijo Stiles acercándose al carro y lo seguí dejando a Scott atrás, Stiles comenzó a inspeccionar el carro—. Miren esto.

Habló acercándose más y observé con atención, había señales de garras en la puerta del carro.

—¿Lo ves? —preguntó Stiles y Scott pasó sus dedos por las marcas, encajaban a la perfección—. Las garras de animales estarían más juntas, ¿no? Mucho más juntas.

—Entonces fue un hombre lobo —concluyó Scott alejando sus manos.

—Y mi papá tenía razón —habló Stiles y se agachó para observar el interior del carro.

—¿Qué es eso? —preguntó Scott y Stiles alumbró donde él señaló, me quejé al no poder observar nada.

Stiles se incorporó con una muñeca algo destrozada y la observaron con atención, me crucé de brazos esperando a que me dejen revisarla.

Tengo hambre —la muñeca habló gracias a su reproductor haciendo asustar a los chicos y comencé a reírme a carcajadas.

—Creo que me acaba de dar un micro infarto —dijo Stiles y seguía riéndome, pero oí un gruñido haciendo que mi risa cesara.

—Oigan —susurró Scott observando a un punto fijo y observé también encontrándome con dos ojos brillando—. Por favor, díganme que ven eso.

—Lo veo —dijo Stiles y yo susurré un "" por lo bajo, lo que sea que fuera comenzó a correr y Scott lo siguió—. ¡Espera, Scott!

—Scott, ¡espera! —grité corriendo detrás de él y oí los llamados de Stiles.

Llegué a la par de Scott y comenzamos a seguirlo oyendo el sonido de sus pisadas, sentí como el viento chocaba con mi rostro y la adrenalina comenzó a crecer en mi haciéndome correr más rápido y ganándole ventaja a Scott, salté el acantilado y llegué al otro extremo, caí enfrente del animal y mis ojos brillaron, el animal que era un coyote comenzó a gruñirme y Scott llegó a mi lado, le hicimos frente al coyote y dejó de gruñir, sus ojos se tornaron un azul eléctrico brillante dejándome sorprendida.

The Little McCall - Isaac LaheyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora