Un profesor de 25 años, Ates German, llego nuevo a la universidad. Allí actuaba como si fuera el mejor de todos para que sus estudiantes lo amen. Pero lo que ellos no saben es que su profesor siempre anda molesto y amargado, hasta que llega una alum...
Cuando Ates se había ido hace como una hora y media me puse a ver Nemo... Amaba esa película, la había visto tantas veces cuando era más pequeña que ya me la sabía de memoria.
- ¡No puede ser! Nemo subió a la superficie - Dije junto al pez de la película. Me empezé a reír de lo ridícula que me escuchaba.
Seguí viendo la película tranquila hasta que sentí un carro estacionándose. Me extrañó... Son las 4:02pm, Ates no pudo haber llegado tan temprano - Pensé.
Escuché unas llaves en la puerta y me asusté haciendo que pusiera el televisor en silencio y me escondiera tras el mueble. Soy estupida lo sé, pero fue la desesperación.
- ¿Bahar? - Preguntó la voz de Ates. Suspiré y me levanté rápidamente para ir hacía a el. - ¿Que hacías ahí escondida? - Preguntó seriamente... Al parecer estaba molesto, este hombre es muy bipolar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Pensé que eras un ladrón o algo así, ya que dijiste que venías tarde y solo pasaron dos horas y ya estás aquí - Dije - Por cierto... ¿Que haces aquí y por que estás molesto? - Pregunté. - Bahar, tuve un mal día - Dijo en tono molesto y sentándose en el mueble para agarrar su cabeza en frustración - No preguntes más. - Creo que sé que te puede hacer sentir mejor - Dije. Era extraño lo que quería hacer pero que más da... Es la única opción de animarlo. - ¿El que? - Dijo mirándome y enderezándose en el mueble. Me senté en sus piernas poniendo mis brazos alrededor de su cuello, noté como el se tensó y puso su brazo en mi cintura. - Nena, ¿Que haces? - Preguntó un poco más calmado. - Nada malo papi - Dije sonriendo haciéndome la inocente. El me sonrió pervertidamente y acarició mi cabello. - ¿Que estás planeando pequeña? - Dijo mirándome a los ojos y luego a los labios. - Mmm nada, solo trato de calmarte - Dije sonriéndole. - ¿Sabes como calmarías a papi? - Preguntó el y mi corazón paró por un momento. - ¿Como? - Pregunté. - Así - Dijo y rápidamente conectó sus labios con los míos poniendo su mano a un lado de mi cuello. Cerré los ojos después que salí de shock por el impacto y seguí su beso. Sus labios eran increíblemente suaves... Me encantaban.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
