¿Amor antisocial? [Logan Lerman]

Prólogo:

“Suspenso, suspenso, suficiente, suspenso…”. Logan estampó su mano en el rostro frustrado. Estaba revisando por quinta vez sus notas que anteriormente su profesora le había entregado minutos antes.

Se encontraba traspuesto sentado en su pupitre, mientras todos sus compañeros se removían nerviosos en sus correspondientes sillas esperando ser llamados. Su tutora nunca iba por orden alfabético, simplemente llamaba a los alumnos cuando quería.

Logan sólo aprobó 3; educación física, artes e inglés. Y las dos últimas con un suficiente muy justo. Sabía perfectamente la bronca que le caería en casa por parte de su madre… Tenía que buscar remedio a esto, pues sólo estaban en el primer semestre y este curso no se permitiría flaquear así.

Se acomodó sus gafas en el puente de su nariz y dejó un suspiro salir por su boca.

-          Lancaster.

La chica castaña levantó la vista de su libro y se dirigió hasta la maestra, que le dedicó una gran y dulce sonrisa. Lerman pudo leer los labios de la mujer, “Felicitaciones, excelentes a todas menos una”. La niña sonrió y cogió su boleto para volver a sentarse, guardar las notas y seguir con su – apasionante – lectura.

Logan se preguntó cómo podía sacar esas puntuaciones tan altas y cuál era su flaqueza. Nadie es perfecto y todos tenemos una debilidad. Se quedó contemplando a la joven, sin despegar sus ojos azules de ella. Observaba como rodaba los ojos para leer las páginas, como le salía una sonrisa de vez en cuando y como estrechaba su entrecejo. Tenía unos ojos verdes extraños, que todo el mundo decía que eran feos, pero eran unos ojos completamente normales. Su cabellera era castaña con las puntas onduladas un poco más rubias, totalmente naturales. Siempre llevaba unas gafas negras grandes, exactamente iguales que las de él.

-          Lerman – se escuchó casi inaudiblemente - ¡Lerman!

Derek Janson, el chico más odioso de la escuela, posó su mano delante del rostro del llamado, para despertarle de su mundo. Logan sacudió su cabeza para volver a la realidad y se encontró con los ojos oscuros y fríos del chico. Éste sonrió malvadamente y Logan le temió un poco.

-          ¿Qué tanto miras a la nerd? – le preguntó burlón.

Echó la mirada hacia atrás, a sus “fieles” acompañantes y rieron. Logan se limitó a mirarlo mal, muy mal.

-          No te importa.

Se levantó con rabia y pidió permiso a su profesora para ir al baño.

Cuando entró en él, apoyó sus brazos en el lavamanos y subió la cabeza para verse reflectado en el pequeño espejo.

-          Logan, tienes que hacer un cambio. – se dijo a sí mismo. – A partir de hoy, otro estilo de vida.