Capítulo veintidos

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- Ya lo sé y no pasará nada…solo amigos. –musitó. Levantándose de la banca y caminando hacía el salón, junto Nathan

Al sonar el timbre de salida, tomó todas sus cosas, se encontraba nerviosa. Kendall la esperaba en la puerta del salón.

- Vamos. – le dijo __________ sin siquiera mirarlo.

- Bueno. – caminaron sin siquiera hablar hasta su auto. Pero una duda surgió en __________.

- ¿Y tú moto? – él la miró luego de abrocharse el cinturón.

- Se ha quedado en California. Tuve un pequeño accidente.

- ¿Accidente? – preguntó preocupada.

- Nada grave.

- Pero… ¿qué te paso?

- Iba a toda velocidad, un caballo se cruzó en mi camino y perdí el control, por suerte salí ileso, solo una contusión y una costilla rota.

____________ lo miró horrorizada.

- No te preocupes. – rió. – estoy vivo.

- ¿No me preocupe? ¡Pudiste haber muerto!

- Pero no lo hice, además, en ese tiempo quizá me preferías muerto. – musitó encendiendo el motor. _______ lo miró extrañada.

- Oye, puede que me hayas echo sufrir, pero jamás habría pensado en matarte.

- En ese momento pudiste haber pensado cualquier cosa.

- Si, pensado, en ese momento no lo hacía con cordura.

- Bueno, ya paso. – rió nuevamente, sin humor. – ahora, hablemos de otra cosa. – ________ bufó. No tenía ganas de hablar en aquel momento.

El camino fue silencioso, aquel puente quedaba algo alejado de donde vivían. Al llegar el aire costero llego a _______, aquel aire frío trasmitía paz, con aquel sonido hermoso de las olas chocar contra las rocas.

- Hace tiempo que no venía a este lugar. – musitó mirando el mar, el viento jugaba con su cabello, Kendall se acercó a su lado. Ni siquiera habló, solo se dedicó a mirar.

- _____ yo…. – Ella se fijó en él, sus ojos se veían hermosos, pero había un brillo diferente en su mirada.

- Si quieres pedirme disculpas otra vez… no lo hagas, te he perdonado mil veces ya. – sonrió. – hay que vivir el presente y superar el pasado. No te preocupes, no hay rencores. – mintió, claro que los habían, pero no se lo diría, claro que no podía. Es tonto, el plan no funcionaría.

- Está bien, pero algo siempre me dirá que no lo has hecho aún. – ________lo miró anonadada, pero rápidamente se dedicó a mirar el mar.

- Hablemos de otra cosa ¿has tenido alguna novia? – fue lo primero que llegó a su cabeza.

- ¿Novia? No claro que no, no podría luego de lo que paso entre nosotros.

- Pero, pasaron dos años.

- ¿Eso qué? – pregunto cortantemente. – ¿tuviste alguno?

- Nada serio. – mintió, su nariz crecerá como pinocho.

- Ah. – musito sin siquiera mirarme. Rió para sus adentros.

- Si, pero, tampoco pude, de los errores se aprende.

Se giró para mirarla.

- ¿Estar conmigo fue un error para ti? – pregunto triste.

- ¿Qué?

- Eso has dicho, de los errores se aprende. Y estás hablando de tener novio.

- No Kendall, me has entendido mal. – habló rápidamente.

- Pues creo que no, lo he entendido perfectamente.

- ¡Claro que no! Ha eso no me refería, estar contigo no fue un error.

- Ya no intentes remediarlo, porque no podrás. – dijo enfadado.

- Claro que no podré. – Repitió – no me escucharás. Cuando dije aquello lo dije porque todos los hombres son iguales y con cualquiera que estuviera me rompería el corazón igual. – ahora ________ le dijo enfadada. – no quiero volver a sufrir, no otra vez. – le dijo con un hilo de voz.

Él solo suspiro tratando tranquilizarse.

- Lo lamento _______, yo…. – una ráfaga de viento me puso los pelos de punta, el cielo estaba nublado.

- Creo que comenzará a llover ¿te molestaría llevarme a mi casa?

- Claro. – musito caminando nuevamente hacía su auto.

Nuevamente el camino fue silencioso, pero ahora, era incómodo.

Al llegar a su casa, puso su cabeza en su brazo, sobre el volante.

- Yo creo, que entraré, antes de que comience a llover. – dijo mirándolo.

- Está bien. – me dio una débil sonrisa. – lamento haber reaccionado así.

- No pasa nada. – le dio una falsa sonrisa, besó su mejilla y quito el cinturón de seguridad, para abrir la puerta y salir. – si quieres mañana podemos visitar la estatua de la libertad.

- Bueno, si es que el clima no sigue así.

- Kendall…. – susurre. – no quería que mi comentario sonará así.

- No pasa nada. – repitió su frase de unos minutos atrás. – sé que no lo dijiste con esa intención, es solo que no lo pensé, actúe nada más.

- Lo entiendo. – un trueno la hizo asustarse. – está bien, nos vemos mañana, no quiero mojarme.

- Adiós.

- Adiós. – murmuro luego de cerrar la puerta.

Camino rápido hacía su casa y se tiró al sillón, estaba cansada y el sentimiento de culpabilidad no dejaba de rondarle por la cabeza.

4/10

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'Patito Feo' 2° Temporada (KS & Tú)  ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora