1 - Cuarto de pociones

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La habitación era enorme, algo oscura, y muy organizada, con estanterías y libreros en las paredes.
Lo cierto era que Thor no debía estar ahí, pero precisamente meterse en lugares en los que no debía era de sus actividades favoritas, porque él era así, terco y testarudo; se encontraba profundamente curioso respecto a aquel salón personal que su hermano poseía para practicar su magia, hechizos, pociones, cada vez que el rubio estaba ejercitándose, combatiendo, usando la fuerza muscular y armas, o aprendiendo a domar bestias y "cosas barbáricas" como solía decir Loki.
Pasó el dedo índice sobre las páginas de un viejo libro que estaba abierto de par en par sobre una mesa de cristal, sus páginas estaban amarillentas mas no empolvadas, la lectura y su hermano eran inseparables, en esas hojas podía leer palabras que no entendía y ni le interesaban, las pociones de diferentes colores se encontraban ahí, unas emitían olores desagradables y otras aromas exquisitos, algunos a carne podrida, o manzana, otros a uvas, pero una en especial, que se encontraba a lo último, en un rincón, tan oculta que casi podría pasar desapercibida, hizo al dios del trueno cerrar los ojos e inhalar gustoso: Aroma a césped, árboles... si cerraba los ojos casi podía escuchar cascadas y pájaros regocijándose, olía a plena naturaleza.
Sus manos grandes y toscas tomaron aquel recipiente sin pensar que acaso podría tratarse de algo peligroso, porque ¿por qué su hermano prepararía un brebaje dañino? No había de qué preocuparse, así que lo bebió, su sabor era igual de delicioso, casi como probar la primavera. La bebió hasta no dejar nada.

Entonces se dio cuenta: tenía largas y fuertes patas, un hocico alargado, colmillos y una cola moviéndose de un lado a otro.

Corrió fuera de la habitación, cerrando la puerta tras de sí con la velocidad que tenía, iba a toda prisa, como un tonto a buscar ayuda, pero no encontraba a su hermano por ninguna parte; quien sí lo encontró fue su madre, quien emocionada lo recibió, arrodillándose para acariciarle la cabeza.

—¿Quién es esta linda criatura? —Preguntaba, rascándole las orejas—¿Estás perdido, lindo?—La mujer se mordió un labio—No sé si el padre de todo se quiera permitir tener mascotas...—Thor solo emitió un quejido, desesperado, lo único que podía hacer era saltar y mover la cola—Oh, mírate, eres precioso...

—¿Madre? —Ahí estaba Loki, abrió los ojos con gran emoción, el sabría qué ocurrió, podría ayudarle, corrió hacia él saltando a su madre, quien se hallaba de cuclillas, aunque aún así, era un salto impresionante para un perro, movió la cola y se posó sobre sus patas traseras, para poner las delanteras contra la cadera de Loki. Vaya que era un perro enorme ahora que se daba cuenta—Uhm, Madre—Dijo, ignorando al canino que hacía pequeños gruñidos para llamar su atención.

—¿Si, hijo mío?—Preguntó la reina de Asgard, levantándose, luciendo su elegante vestido ahora manchado por unas garras de perro.

—¿Has visto a mi hermano, Thor?

—Justo venía a decírtelo, él te estaba buscando para despedirse, dijo que iría a una expedición con sus amigos, estaba muy emocionado y deseoso de pedirte que les acompañaras—El pelinegro puso los ojos en blanco.

—Seguramente ya se ha marchado, sabe bien que no me agradan esas actividades—De nuevo el perro le lloriqueaba a los pies.

"Aquí estoy, aquí Loki, ayúdame"

—Míralo Loki—Dijo la reina, refiriéndose al animal—Anda, acaricia su pelaje, es tan suave.

El de ojos verdes lo miró con una sonrisa pequeña, la verdad era que le gustaban las mascotas pero los perros no eran de su preferencia, se inclinó y pasó una mano suavemente en la cabeza de Thor.

—Lo es, Madre... Debo volver a mis aposentos—Se despidió, comenzando a caminar, cuando sintió un tirón de su túnica verde y elegante—¿Pero qué...

Su madre reía, con esa risa tan dulce y musical.
—Creo que quiere ir contigo—Indicó Frigga, mirándolo con ternura.

—Me parece a mí que es solo un perro revoltoso—De nuevo escuchó un lloriqueo.

—No, Loki, se trata de ti, le agradas.

—Madre, yo nunca le agrado a nadie—Dijo con una sonrisa algo decaída, a su hermano, el dios del trueno no le agrado sentir a su hermano triste, ni escucharle hablar de esa manera, dio un ladrido en forma de protesta.

"A mí me agradas, hermano"

—¿A ti sí?—Ahora su sonrisa era amplia, casi parecía que aquel animal comprendía sus palabras cuando de nuevo recibió un ladrido de respuesta.

—Míralo, te hará bien algo de compañía Loki, sólo llévalo contigo... Yo hablaré con tu padre, ya verás como sí nos permitirá tenerlo—Se fue la mujer, con un andar animado, dejando a Loki en compañía de aquel majestuoso perro.

—Bien, me parece que... No hay nada de malo en una mascota.

Otro ladrido como respuesta.
"Pero soy tu hermano, ¡Loki!"

—Vamos, acompáñame, no querrás quedarte solo y extraviarte de nuevo—Dijo el oji verde, siguiendo su camino hacia su recámara; Thor, por su parte, no tuvo más opción que seguirle el paso. Y esperar un milagro.

THORKI [Thor x Loki] - El Perro de AsgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora