Notas: ¡Hey! Sí, he resucitado, por lo menos parcialmente, en Wattpad, y como parte de mi indefinido regreso decidí actualizar primero esta historia, pues era en la cual recibía más comentarios y votos, así que aquí tienen, finalmente, una nueva y amorosa actualización para ustedes. ¡Disfruten del Thorki! ❤️ ~Saki-kun.
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Las noches en la recámara de Loki se hacían largas, transcurría el décimo día desde que su hermano fue anunciado desaparecido.
No lograba conciliar el sueño, ni si quiera encontraba la energía para intentarlo con hechizos, solamente estaba ahí, tendido en la cama junto a su perro fiel, mirando el techo, en sus ojos se podía leer cierta fatiga y frustración, desde luego, emociones ligadas fuertemente a la pérdida de su hermano, inclusive si se esforzaba día con día por ocultar sus apesadumbrados sentimientos ante todos, manteniendo una neutral e inescrutable expresión en el rostro en cada cena familiar, en cada reunión y ceremonia del reino... Toda la carga comenzaba a sobrepasarlo, ya no hacía más que mantenerse refugiado en su habitación, tratando de aislarse de alguna forma de la realidad, y sin embargo, no conseguía hacerlo del todo, pues su mente daba vueltas una y otra vez sobre el mismo asunto: Thor Odinson.El Dios del Trueno estaba cada día más angustiado por su hermano, pero parte de él también estaba a gusto disfrutando más de la constante presencia de éste día a día, pocas veces tenía la oportunidad de ver las facetas que últimamente mostraba el ojiverde, descubriendo ese aprecio que tan escasamente percibía en Loki, hasta ahora: Un gran afecto y calidez que nunca habría imaginado en él. El can se removió para acurrucarse un poco más cerca del Dios de los Engaños, sintiendo el aroma que emanaba de sus sábanas, tan puro, exquisito, y fresco... como un caramelo de menta.
El ojiverde dio una rápida mirada al perro que yacía a su lado, se había acostumbrado a descansar junto a este, incluso compartía parte de su cama, aunque al principio Loki intentó hacerle entender una y otra vez que la cama para perros estaba ahí por una buena razón, el canino simplemente era testarudo y se negaba a usarla, prefiriendo adueñarse del lado derecho de la mullida cama de su hermano.
Otro suspiro pudo escucharse proviniendo de los labios del azabache, en él podía distinguirse una clara carga de fastidio y otra más de tristeza, sí, tristeza era lo que predominaba en él, en su voz, en su mirada, en sus acciones.
—¿Cómo puede ser tan idiota? —La pregunta fue hecha hacia la nada por Loki, sin embargo era claro que hacía referencia a Thor, el perro dejó salir un bufido en señal de respuesta. A veces lo veía de esta forma, era como un círculo vicioso: Se enfadaba, se quejaba, intentaba hacer algo al respecto, y luego se deprimía y hablaba de sus emociones, la última etapa era la favorita del canino. —Quiero decir... ¿Cómo es posible que se haya perdido así? ¡Estando a saber en qué parte de los nueve mundos! ¡¿Por qué se tenía que marchar sin decir hacia dónde?! Siempre creyéndose invencible y siendo tan arrogante, seguramente ahora está en graves problemas, o muy herido... Solo y sin ayuda de nadie... —En ese momento la voz de Loki había temblado débilmente. —Bueno, ¡Tú te lo buscaste! —Gritó hacia la nada, sentándose en el borde de la cama y lanzando una de las almohadas contra la pared. —Ya he hecho todo lo posible, y todo parece ser en vano, supongo que al final ellos tenían razón... Quizá no vaya a encontrar algo más que un cadáver... —Se le escuchaba realmente abatido, y Thor sabía bien por qué, había empleado tanta magia como le fue posible, y su búsqueda era siempre infructuosa.
El hijo de Laufey guardó silencio por un instante, y los gruñidos suaves del can se escucharon en la habitación
"Tal vez porque intentas encontrar algo que nunca se perdió". Le dolía ver de esa forma a su hermano, y sentirse tan impotente ante la situación.
—No te comprendo, en serio fuiste un cabeza hueca esta vez, Thor... Antes has hecho cosas estúpidas, pero dejar tu martillo... en serio, ¿Qué diablos tenías en la cabeza? —La voz del azabache ya no resonaba con enfado, sino que ahora era un suave susurro cubierto de tristeza, era casi como si se estuviera dando por vencido mientras reclamaba con frustración hacia la nada —Jamás me diste la oportunidad de decirte cuánto te quería, o hablarte de lo mucho que te iba a echar de menos si algo como esto llegaba a suceder... —Dichas palabras entibiaron y estrujaron el corazón de Thor como nada en el mundo lo había hecho, el can agachó las orejas, compartiendo la tristeza del contrario, hasta que una fugaz idea llegó a su mente.Entonces los ojos del perro relucieron, con un ingenioso brillo y animosidad que no había mostrado nunca antes, incluso movía la cola con rapidez, se veía como si acabaran de darle la mejor noticia de su vida, y aquello desentonaba por completo con la tristeza que embargaba a Loki en estos momentos.
—¿Ahora qué quieres? ¿Acaso están sirviendo filetes de Audumbla para cenar? —No sonaba muy animado, pero tampoco podía tratar mal al canino, le tenía especial aprecio, después de todo siempre estaba ahí intentando mejorar su estado de ánimo, como si realmente supiera que las cosas andaban mal.
El perro saltó ágilmente de la cama y profirió un animado ladrido, casi juguetón, mientras tironeaba de los ropajes de Loki, en dirección hacia la puerta, dando a entender que deseaba salir de los aposentos, casi se notaba cierta urgencia en él.
"Vamos Loki, muévete, ¡Tenemos que ir por el martillo!"
Tironeaba cada vez con más fuerza de las prendas del pelinegro, obligándole a ponerse pie, muy a pesar de su malhumor. —Bien, ¡ya voy! —Exclamó tras levantarse de la cama, intentando disimular nuevamente lo decaído que se encontraba, para luego proceder a acomodarse la ropa una vez que el can lo soltó, preparándose para salir de su habitación, abriendo las enormes puertas de esta y observando como aquella bola de relucientes pelos dorados salía corriendo hacia los pasillos, exigiéndole con ladridos que se diera prisa y le siguiera —Por Odín, más vale que esta ocasión no sea solo porque deseas un elegante paseo bajo las estrellas porque si no realmente te haré dormir en esa cama para perros.
A un paso lento y tranquilo -Que resultaba desesperante para su mascota- Loki siguió al cuadrúpedo a lo largo de los pulcros y relucientes pasillos del palacio, sorprendiéndose de que no se dirigiera hacia el comedor, sintiendo una pizca de curiosidad caminó tras el canino, hasta detenerse ante unas enormes y muy conocidas puertas.
—¿Mi sala de prácticas? —Así era como Loki llamaba a aquella enorme cámara repleta de libros y pociones, donde estudiaba, practicaba y mejoraba infinidad de hechizos y brebajes. Suspiró cansado al ver cómo el perro ladraba insistentemente, y volvía a tirar de su túnica —¿No crees que ya he pasado suficiente tiempo encerrado en este lugar? —Sonaba realmente cansado, estaba a punto de darse la vuelta cuando otro fuerte tirón le hizo detenerse.
La verde mirada de Loki observó con extrañeza al can, que ahora arañaba con afán las puertas de aquel cuarto mientras lo escuchaba ladrar, una vez tras otra.
—No puedes entrar ahí, ¿acaso planeas destrozar todo? —Pues conocía bien a su mascota, y sabía a la perfección lo inquieto que solía ser.
"No, Loki, ¡Esta vez debes permitirme entrar!"
Un desesperado lloriqueo se escuchó por parte del perro, seguido por una de esas enternecedoras miradas que tan solo un adorable Retriever como él podía darle, era su debilidad, no podía resistir ante ella.Exhaló rendido ante el encanto de su preciada mascota, abriendo las puertas para ingresar junto a él a su enorme y perfectamente organizada, sala de prácticas —Si se te ocurre romper algo de aquí no volverás a dar un paseo durante...
Para cuando Loki se dio cuenta, el can ya estaba vagando entre las estanterías, aunque más que vagando, parecía que buscara algo en específico, el Dios del Engaño comenzaba a regañarse a sí mismo por haberle permitido ingresar a su preciada sala, apresurándose para seguirle el paso y asegurarse de que no fuera a destrozar nada algún libro o poción de las varias que ahí guardaba.
Entonces se dio cuenta: El perro se dirigía directamente hacia el martillo que yacía, desde varios días atrás, reposando en el suelo.
El ojiverde observó estupefacto cómo el canino mordía la empuñadura del Mjolnir para sujetarlo y llevar el martillo hacia él mientras meneaba la cola, entregándolo a sus pies como si de un juguete se tratase, no daba crédito a lo que acababa de ver, sin embargo sabía perfectamente que su estado mental no se encontraba tan deteriorado como para que estuviese alucinando todo aquello. Tragó saliva con dificultad. Era imposible que un perro común y corriente fuera capaz de llevar el Mjolnir con semejante facilidad. Loki continuaba observándolo con una clara incredulidad en el rostro, hasta que un ladrido lo sacó de sus pensamientos, haciéndole dar un respingo.
De nuevo tragó en seco. Esto era... Imposible.
—¿Thor...? —Pero esta vez no hacía alusión al nombre de su mascota, sino al de su hermano.Recibió como respuesta un potente ladrido que hizo el cielo relampaguear, iluminando fugazmente el oscuro cielo nocturno. Loki supo que eso no podía ser una simple coincidencia. Todo este tiempo tuvo a su hermano justo a su lado, y aquello le resultaba completamente maravilloso y vergonzoso a partes iguales.
Continuará.
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THORKI [Thor x Loki] - El Perro de Asgard
FanfictionThor al husmear entre la habitación de Loki, encuentra una curiosa poción de olor exquisito que no dudó en consumir. Un perro de brillante pelaje dorado se encuentra corriendo libremente por los pasillos del palacio de Asgard. Y quizá antes de que t...