THORKI [Thor x Loki] - El Perro de Asgard

7 - Thor, déjame solo

Loki había puesto especial empeño en elaborar uno de los brebajes más nauseabundos que su intelecto le pudo permitir, añadiendo todo tipo de ingrediente desagradable, su enfado era evidente, una máscara detrás de la cual refugiaba la enorme vergüenza que dicha situación había ocasionado en él.

En cuanto dicha –desagradable– Sustancia estuvo acabada, pidió a uno de los sirvientes que la entregara a Thor, por supuesto que no lo haría él mismo, muchas energías había gastado ya debido al insensato Dios del Trueno, y esta sería la última vez que le ayudaba. Oh sí, de eso no le cabía duda alguna.

Loki se mantuvo encerrado en sus aposentos a lo largo de los siguientes días, no asistió a ninguna celebración, a ninguna ceremonia ni banquete, incluso sabiendo que sería mencionado honoríficamente ante todo el mundo tras haber regresado a Thor a su forma original, el hijo de Laufey disfrutaba ser el destinatario de la gratitud de su gente, de sus padres, e incluso -Por lo menos en esta ocasión- de los fieles guerreros que tanto le detestaban, lo cierto era que le habría encantado pavonearse con orgullo por todo el reino, sin embargo, su humillación era mayor que aquel deseo de verse siendo aclamado por todos.

Jamás podría volver a ver a Thor directamente a la cara.

Ni dirigirle la palabra.

No más bromas con él.

No compartirían más cenas familiares juntos.

Mantendrían un trato completamente diferente. Más frío y distante, si acaso era posible.

Se hallaba mirando a través de la ventana, apreciando el atardecer, o por lo menos fingiendo que lo hacía, había estado sentado por horas en esa sala que tenía dentro de su recámara, con un libro que ni siquiera había abierto entre las manos, tenía en ceño fruncido y su mente no paraba de torturarlo, impidiéndole disfrutar de la maravillosa visión ante sus verdes ojos.

Su cabeza repetía incansablemente, una tras otra, las vergonzosas y humillantes conversaciones en las cuales, sin haberlo querido, se había sincerado con Thor... Le había abierto la puerta de sus sentimientos, esa que constantemente se encargaba de asegurar bajo llave, expuso su cara más frágil y vulnerable ante la persona menos indicada. Y todo aquello estaba consumiéndolo por dentro, hundiéndolo incluso más en esa insoportable vergüenza que calaba profundo en su  ego, dañándolo con fuerza a medida que su memoria continuaba recriminándole lo sucedido.

•••

Thor, por otra parte, estaba cada día a un paso más cerca de descubrir que no existía nada más hiriente que Loki estando enfurecido y con el orgullo destrozado; pues no había pasado por alto las constantes formas en las que el Dios del Engaño lo evitaba, evadiéndolo cada vez que intentaba acercarse a él, y eso le dolía profundamente, pues en todo este tiempo había desarrollado un gran apego por Loki, acostumbrándose a pasar a su lado las horas del día, observarlo mientras leía, acompañarlo en sus horas de sueño, caminar a su lado por los pasillos del palacio, escuchar con atención sus palabras, apreciar ese lado tan dulce que había demostrado tener... Y ahora no recibía más que indiferencia y un completo silencio sepulcral.

Loki no le había dirigido la palabra desde que regresó a su forma humana, y de hecho, pocas habían sido las ocasiones en las que Thor lo encontraba fuera de su habitación, y cuando lo hacía, el ojiverde parecía esfumarse casi de inmediato...
El rubio comprendía la situación, pero eso no quería decir que fuera capaz de aceptarla, Loki no podía vivir evadiéndole, fingiendo que él no existía y que nada había pasado, pues por mucho que intentara ocultarse tras esa dura capa de indiferencia y acritud que el ojiverde mostraba constantemente a todo el mundo, Thor podía ver mucho más allá de eso... Y veía a un ser que se había ganado su corazón por completo, había descubierto algo en él que ni siquiera había imaginado, y ver cómo aquello se desvanecía no era fácil.