Issey's Love Story Vol.2

Capítulo 4

-¿Entonces mañana iremos a mi antigua casa?-le pregunté tratando de confirmar

-Sí, mis padres aceptaron, pero queda lejos ¿cierto?

-Sí, está un poco lejos de la ciudad

-De acuerdo, te veré mañana entonces

-Recuerda los deseos que prometiste cumplirme

-Demonios, lo olvidé, pero juro cumplir cada uno de tus deseos-pasó su lengua por mi cuello, provocándome un escalofrío

-Niña traviesa, no deberías hacer eso- le besé y mordí los labios, el sabor a sangre se hizo presente

-Ya no lo haré amo

-Sé una buena niña entonces

-Lo seré amo

-Bien dicho pequeña niña mía, ¿cumplirás mis más oscuras pasiones?, ¿te pondrás en mis manos?

-Sí amo, seré lo que quiera, sus oscuras pasiones serán cumplidas, serán mis órdenes

-Eso espero

------------------------------------------------

Al día siguiente justo antes de irme tuve una pelea con mi madre, las cosas se pusieron realmente mal.

-¡Deberías alejarte de Kaleb ¿no puedes ver el daño que te está haciendo?!

-Entonces deseo que me destroce, no me importa, sólo deja de meterte en mis asuntos, ¿quieres?

-Entonces lárgate de una vez con ella y no vuelvas en un buen rato

-Perfecto, me voy- tomé mi mochila con algunas cosas que necesitaba y salí de la casa azotando la puerta, fúrica.

Caminé bajo las calles lluviosas y vacías del centro de la ciudad, deseosa de ver a mi novia y abrazarla hasta quedarme sin fuerza.

La vi donde siempre y tomamos el autobús que iba hacía nuestro destino. El camino fue silencioso, como si ella supiera bien lo que me pasaba, le sonreí de lado, tratando de no preocuparla, me miró seria.

-No me dirás que te pasa,
¿cierto?

-Tranquila cariño, estoy bien- el camión anunció el final del camino y bajamos. Estábamos en el lugar en el que sufrí durante la secundaria. Caminamos con ansiedad hasta mi antigua casa, la lluvia se detuvo. Entramos.

Apenas la intimidad de mi hogar me fue ofrecida, me arrojé a sus brazos cual niño pequeño, de ser posible quería encontrar refugio bajo sus caricias tiernas e inocentes.

-Yo se bien lo que está pasando-me sonrió y la abracé con fuerza

-Hazme sentir mejor, te lo ruego-rogar era humillante para mí, pero justo ahora la necesitaba tanto, que ya no era importante para mí la humillación

Me besó de forma cálida