¿Quién es mi padre? [Ji Chang Wook Y TÚ]

-CAPÍTULO FINAL - (1/2)

—¿De donde sacaste esto? —miro a mi hijo quien de sus ojos comienzan a caer lágrimas, pero no dice nada —¿De donde Alberto? —vuelvo a preguntar mirándolo a la cara, me percato que su labio inferior temblaba lo cual indicaba que quería mentirme. —ni sé te ocurra mentirme, te conozco jovencito y se cuando piensas mentirme—. Este traga saliva y me mira a los ojos.

—Me lo dio mi padre —dice agachando la cabeza mientras yo lo miro incrédula.

—¡Qué habíamos hablado, Alberto! Te dije muy claro que no quería que te acercaras a él —grito mientras este se encoje de hombros—. ¿Por qué Alberto? —es lo único que pronuncian mis labios y sollozos escapan de mis labios.

—Tenía que hacerlo y saber la verdad —dice entre sollozos mientras yo niego.

—¿Qué verdad? —vuelvo a gritar limpiándome las lágrimas. —El nos dejo Alberto, porque no puedes verlo.

—¡No mamá! ¡Tú eres la que no quiere ver! Mi papá, nos busco, en tus manos tienes las pruebas —da medía vuelta y sale corriendo escaleras arriba, mientras tanto yo me dejo caer en uno de los sillones mientras mis lágrimas siguen cayendo, nuevamente abro el Folder que tengo entre mis manos, cada página que ojeaba, una parte de mi quería creerle, pero la otra me decía que no, que el había jugado conmigo dejándome a mi suerte... Además el está apunto de casarse y por más que quiera estar con él mi orgullo no me lo permite —más lágrimas brotan de mis ojos mientras me abrazo a mi misma y dejo escapar los sollozos que había evitado sacar por el dolor que aun seguía en mi de tantos años...

(.................)

Ya han pasado dos meses desde que Alberto, había hablado con Wook y este le había entregado aquel folder, el cual contenía información de mi antes de que mamá muriera y después de su muerte, y de ahí pura información sin concluir. En este tiempo que paso me di cuenta que si nunca hubiera dejado la casa de mi madre en ese entonces ahora estaria con él y hubiera podido ver crecer a Alberto.

¡Alberto! Ese hijo mio desde ese día no a vuelto a hablar conmigo como antes, se que actuar de la manera en que lo hice esa noche no fue la correcta, si el quería conocer a su padre... No debí prohibírselo... Pero bueno ahora tengo que cargar con mi error. Suspiro y sigo mi caminando hacia el supermercado que se encontraba a tres cuadras de casa, al llegar tomo un carrito y comienzo a pasear por los pasillos, tomando cosas que hacían falta en casa, como papel, pasta de sientes, pasta para cocinar, verduras etc. Iba pasando por el área de lácteos buscando leche de almendras cuando sin querer choco con alguien, rápidamente veo hacia esa persona para disculparte, pero al hacerlo me encuentro con la persona que he estado evitando estos dos últimos meses transcurrido. ¡Sí! Saben a quién me refiero, no es necesario nombrarlo... Quedó helada al tenerlo frente a mí, mi cerebro me decía que corriera pero mi cuerpo pensaba lo contrario porque simplemente no podía moverme o pronunciar ninguna palabra, este me sonríe débilmente.

—Hola —pronuncia con voz suave, yo lo miro tratando de no sonreír, pero las comisuras de mis labios hacen lo contrario extendiéndose mostrando una radiante sonrisa.

—H-Hola —pronuncian mis labios mientras dirijo mi vista hacia otro lado.

—Qué sorpresa encontrarte aquí, no me lo esperaba —dice amablemente.

—Si que sorpresa —volteo a verlo rodando los ojos, pero el en el fondo me sentía feliz de verlo.

—por lo que veo, viniste hacer las comprar —abre uno de los refrigeradores y saca un envasé de helado de Vainilla y yo frunzo el ceño.

—¿No sé supone que debes de cuidar te figura varonil? —me mira intrigado ante mi pregunta— no me mal entiendas, lo digo por tú profesión, se supone que los Actores tienen que mantenerse atractivos...

—A mi edad, ya no es importante al atractivo __Tn, mírame, tengo cuarentaicuatro años de edad a quién le va a gustar un anciano como yo —dice metiendo otro envasé de helado en su carrito.

—pues a tú prometida y a mí.... —digo lo último en un susurro y este me ve sorprendido porque creo al parecer me había entendido.

—¿Qué fue lo último que dijiste? —pregunta a lo cual yo niego.

—Nada, no me hagas caso —tomo el carito dispuesta a retirarme, pero este me lo impide interponiéndose en mi camino —por favor muévete y déjame pasar —este niega y yo lo miro molesta.

—No __Tn, no puedo dejarte ir así como así, le prometí a Alberto, que hablaría contigo y eso are. —lo miro estupefacta y este sonríe de satisfacción.

—¿Cómo que hablaste con Alberto? —pregunto incrédula a lo cual el me mira calmado.

—Pues veras... Hace unos días hable con el y me pidió que hablara contigo, y eso are como te dije antes, por favor __Tn, no creerás realmente que nos encontramos aquí por casualidad, Alberto me dijo que estarías aquí así que vine lo más pronto posible para encontrarte y ahora que estoy frente a tí necesito que me escuches —yo lo miro molesto.

—Yo no tengo nada que hablar contigo, si con alguien deberías hablar es con tú prometida y no conmigo.

—Yo no tengo ninguna prometida, Yi y yo tenemos tiempo que terminamos y anulamos nuestro compromiso. —yo lo miro sorprendida, pero rápidamente cambio mi expresión a una neutral. —¿Y eso tiene que importarme?

—En el fondo se que te interesa __Tn —comienza a acercarse hasta quedar frente a mí —se que nunca dejaste de amarme, como yo nunca deje de amarte a tí.

—N-No S-Se de que me H-Hablas —mi voz comienza a temblar mientras desvío mi vista hacia otro lado.

—Tu voz te delata __Tn, por favor admite que aun me amas, como yo te amo a tí —se acerca más a mí juntando su frente a la mía. —No, nos hagas esto, no nos alejes, en el fondo sabemos que no podemos estar lejos el uno del otro —acaricia mi mejilla con su mano libre y en ese momento exploto, mis lágrimas comienzan a salir de mis ojos y me abrazo a el.

—¿Sabes todo lo que sufrí pensando en que me habías abandonado? —le recrimino entre sollozos y este me abraza más a él.

—Lo sé, y no sabes como me arrepiento de haberme ido sin decírtelo a la cara, me arrepiento tanto de aquello preciosa, por favor perdóname, nunca quise hacerte sufrir —comienza a acariciar mi cabello y yo solo siento.

—Promete que nunca más volverás a dejarme, por favor prométemelo —le suplico y este me abraza aun más.

—Te lo prometo __Tn, __Ta, ahora y siempre nunca volveré a dejarte sola —se separa de mi y me mira directo a los ojos limpiando mis lágrimas con su pulgar. —ahora quiero que comencemos desde Cero —se arrodilla y de su bolso saca un anillo de plata con una pequeña piedra azul como el mar —señorita (tu apellido), me haría el gran honor de convertirse nuevamente en la novia de este tonto hombre enamorada. —yo sin pensarlo me lanzo a sus brazos cayendo ambos en el piso y sin previo aviso lo beso en los labios.

—Claro que acepto —este al escuchar mi respuesta coloca el anillo en mi dedo mientras gente nuestro al derredor comienza a aplaudir, ambos nos levantamos y nos miramos con una amplia sonrisa sin despegar la unión de nuestras miradas.

—Te amo __Tn, y siempre lo are.

—Y yo a tí, mi hombre enamorado

FIN.

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Voten y comenten ^^ en seguida subiré el Epilogo :)

#ChoiRaeSun