Día Blanco

Capítulo Único

Ahí se encontraba, en la azotea de la preparatoria de Yokohama. Ahora que lo piensa, el lugar es un poco cliché pero era una zona donde no transcurrían muchos estudiantes, puesto a que no está permitido el ingreso a la azotea.

Esperaba a que se cumpliera la hora citada y que él llegara, de pensar en las palabras que diría provocaba un nudo en su estómago por los nervios y un enorme sonrojo en el rostro. Revisó el móvil que traía consigo, "un minuto más y estará aquí" dejo salir un suspiro y volvió a tensarse escondiendo las manos atrás de su espalda al escuchar cierta voz.

-¿Qué sucede Nakajima?-

Todo lo que había practicado mentalmente minutos antes se esfumo con la presencia de Akutagawa Ryunosuke.

-Ah b-bueno.-

-¿Bueno?-

-Sabes que llevamos tiempo siendo amigos.-

-Seis meses de amistad y cuatro de conocernos.-

-Si... ¡pero ese no es el punto!-

-Entonces dilo rápido, tenemos que irnos a clases en unos minutos.-

-Está bien.-

Dios que hasta ahora tenía algunos problemas con el mal genio del pelinegro, no quiso perder más tiempo ni la paciencia de Akutagawa. En sus manos sujetaba una pequeña caja cuadrada con envoltura blanca y un moño rosa que lo adornaba en una esquina, decidió mostrarla y entregarla al muchacho frente él.

-¡E-este es un regalo por día de San Valentín, tómalo! –su rostro parecía un farolillo de lo rojo que estaba- ¿por favor?

-Gracias.-

En realidad no es primera vez que recibió uno, siempre había alguien de su grupo de estudios quien obsequiaba a él y al resto un poco de chocolates o galletas, sin embargo apreciaba mucho el gesto de su nuevo amigo, es más olvido la fecha si no hubiera dado algo a cambio.

-También hay algo que quisiera decirte.-

-Hazlo, estamos en confianza.-

-"Es por eso que me preocupa decirlo". –pensó el peligris, y con el corazón latiendo mil por hora soltó- Akutagawa, me gustas mucho-

Los ojos de Atsushi irradiaban cariño y seguridad por sus sentimientos. Akutagawa aunque no lo mostrara con su estoico rostro, estaba sorprendido y sentía nervios, ¿cómo podría explicar que sus sentimientos no van más allá de una simple y bonita amistad? Lo hará de la manera más empática posible, lo mejor que su mal genio permita, es el único amigo que tiene y perderlo no es una opción para él.

-Lo siento.- inclinándose un poco- solo te veo como un amigo.

-Oh...bueno.- empezó a jugar con las mangas de su polera, mirando al horizonte para así no afrontar la mirada que le dirigía el otro- nunca dije que debías corresponderme.

Ese era el hecho, el peligris solo quería confesarse para librarse de aquel peso de encima, de mirar con otros ojos a su ahora amigo, con la esperanza que estos sentimientos desaparecerían eventualmente si se los hacía saber. Aun así el rechazo duele, su corazón se comprimía y resistía las ganas de llorar, tal vez debería ir al baño para lavarse el rostro antes de entrar al aula.

-Solo no quiero perder tu amistad.-

Dijo finalmente el menor de los dos, y Akutagawa respondió.

-No te preocupes.-

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Pasó una semana, la declaración de Atsushi seguía rondando por su cabeza, la determinación y dulce sonar de su voz al mencionar aquellas palabras, su tierna expresión en el rostro y...