Regresando al averno

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Muy bien, pareja número 999 lista. Apunte en mi libreta de logrós su nombre y lo palomie.
Eh logrado mi cometido estúpidos ángeles.

-No te sientas victorioso Lestath, quizás no pueda atravesarte con mi espada de luz, pero algún día las pagarás todas-. Me dijo una hermosa ángel guardiana del amor.
Su pelo rizado y rubio combinaba perfectamente con sus dientes blancos... ¡Bah! "Todo un cliché".

-Lo lamento mucho, no es mi culpa que seas todo una incompetente querida, pero cuando gustes puedes bajar y te mostraré todo lo que les encanta a tus humanos-. Sonreí triunfalmente y guiñe mi ojo, aquélla mujer sólo se limito a hacer una mueca de asco y me dejo sólo.

Muy bien, ya me quite de encima a mi querido cliché, claro que me es grato mirarla, vaya que Dios se ha esforzado mucho en crear lindas ángeles, debería de plantearse más seguido la incógnita de si el crea tentaciones o nosotros.
Digo , mandarme un ángel con poca ropa ¿Qué es?, todo una tentación ¿no?, le dedique tantas noches solitarias a aquella mujer que seguro Dios debería de castigarla.

Sonreí de nuevo, seguro algún día agregaría a mi lista algún ángel divino, seria muy interesante enseñarles algunos trucos en la cama.
Reí fuertemente que juraría que una pareja de ancianos pudo escucharme.

Camine hacia el portal que se encontraba a pocos metros de mi, tenia que volver a las oficinas infernales para que me dieran a mis siguientes víctimas, solo una pareja más y seria un demonio de alto rango.

Mi madre se sentiría orgullosa,¡ oh claro! no tengo una, casi olvidaba eso.
Alcé mis hombros y seguí mi camino.

Atravesé la puerta de las oficinas del inframundo para encontrarme con una larga y fastidiosa fila, ¿que acaso todos ellos ya habían cumplido su misión? Me límite a girar mis ojos, desahogando algo de irá en eso.
¡Santisimo averno!, ¿Me estare volviendo más lento? Pose mi mano en mi mandíbula imitando a la escultura del pensador.

Muy bien, tendré que utilizar algunas de mis tácticas.
Me acerqué a la secretaria pasando la larga fila de diferentes tipos y clases de demonios, me encantaban las sucubos, pero no había tiempo para ellas. Mi objetivo es la enorme y verrugosa secretaria que estaba a unos pasos delante de mí. No pude evitar hacer una mueca de asco, su enorme cuerpo mórbido semejaba a una gigantesca masa de gelatina verdosa, las verrugas salían por todas partes de su cuerpo y su sonrisa la adornaban miles de dientes que le daban un aspecto más asqueroso aún.
En fin... aveces tenía que ser valiente ¿no?

-¿Lestath?-. Una tinteneante voz me nombro, quitando mi objetivo de mi vista, me gire en mis talones y no pude evitar sorprenderme de ver a Nicole, mi horrible compañera de clases que para mi sorpresa se volvió realmente hermosa, sus senos casi escapan de su blusa incitando a lanzarme hacia ellos sin pensarlo, su largo pelo rojo como el fuego que nos rodea llegá llameante hasta su enorme trasero, y esa minúscula cintura que me llamaba, y se preguntarán como es que la reconocí después de que era horrible, pues por esas horribles gafas verde gargajo que sigue trayendo desde el instituto.

-¡Holaa, Nicole!,¿Hace cuantos kilos que no te veia? Claro en el buen sentido-. Sonreí con mucha picardía, quizás no tendría que implementar mis tácticas de seducción con la enorme secretaría.
Seguía teniendo su risa tonta, que me molestaba tanto, pero sería mejor que esa secretaria, seguro que sí, no me importaria tenerla debajo de mi, ni un poquito.
-Tu nunca cambias Lestath, digamos que me ah favorecido el ejercicio y ¿Qué es lo que pensabas hacer? Te veia muy seguro de ir con la secretaria, tiene muy mala fama-. Su mueca al decir estas últimas palabras fue tan intensa que le creí, bueno mi objetivo a cambiado de igual forma, ella esta muy cerca de pasar así que quizás pueda hacer un trato.

-Nicole, ¡necesito pasar ya!-. Se la solté como si nada, y su cara no fue de sorpresa si no todo lo contrario puso una sonrisa maléfica. -Podemos hacer un trato, tú sabes, quizás tengo algo que necesites-. Termine mi oración guiñando un ojo y con una sonrisa que desarmaria hasta a el ángel Miguel.
-Muy bien, me parece exelente, sabes eh estado teniendo problemas con una pareja, no soy tan buen demonio como tú comprenderás, así que regrese a cambiarlos, llevo formada aquí desde hace una semana pero podemos hacer un trato, te haces cargo tú, y yo sigo formada para que me asignen a otra pareja-. La cosa no podrían ir mejor, ni si quiera tendría que tratar con la mórbida.

-Perfecto, ¿Dónde firmo?-. Sacó su contrato de la bolsa que tenia a la altura de su exquisita cintura, me lo dio y paso su pluma-daga en frente de mi.
-Aquí tienes, ya sabes que una vez aceptando, no puedes hacer devolución-. Posó su dedo en el cuello y lo deslizó lentamente hacia sus enormes senos, Está mujer quiere otra cosa fue lo primero que pensé, y claro que estaré muy gustoso de ofrecérselo.

-Muy bien Nicole, pero quiero otra cosa a cambio-. Mire fijamente todo su cuerpo y regrese a su cara.
-¿Qué?.- sonrió con lujuria.
-Vendrás conmigo a la cama las veces que yo te llamé.- se acercó a mi oído y susurrando me dijo. -Aceptó gustosa Lestath, tienes muy buena fama-.

Claro que sabía perfectamente que mi fama no era cualquier cosa, y que gozaríamos muy bien juntos, agarre la pluma-daga y pinche mi dedo pulgar, firme con mi sangre el contrato quedando anulado el de ella.

-Muy bien Nicole, es hora de irme, te espero en mis aposentos a las 9, espero y estés puntual, no querría lastimarte-. Odiaba que llegarán tarde, pero al mismo tiempo lo amaba ya que me daba la grata oportunidad de castigarla.
-Claro, nos vemos a la hora dormir Lestath-. Gire mis ojos en reproche, claro que no dormiríamos, pero fue más mis ganas de ir a terminar mi trabajo que no articule protesta.

Me fui victorioso con mi nueva pareja a la cual destruir, seria fascinante ya que subiría de categoría y aparte conseguiría una chica con la cual pasar la noche.
Camine a la salida saludando a las hermosas sucubo formadas, Atravesé el portal, me fije directo en la dirección y me dirigí hacia mi nuevo objetivo.

Camine a la salida saludando a las hermosas sucubo formadas, Atravesé el portal, me fije directo en la dirección y me dirigí hacia mi nuevo objetivo

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Les presento a Nicole (Christina Hendriks)

Muerde la manzana (Bite the apple) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora