Richard Castle entró a su loft silbando "singing in the rain" mientras movía sus pies por el parqué como si en realidad fuera un bailarín. No lo podía evitar. Estaba contento, sí, contento. Tenía una sensación cálida en el pecho, ganas de bailar y una sonrisa de oreja a oreja en los labios.
Hasta que su madre decidió borrársela.
― ¿Qué tal la cita? ―dijo la voz de su madre en algún lugar de la casa―. ¿Ya le dijiste que tienes una hija?
Castle paró en seco en mitad del comedor, miró hacia donde había surgido la voz y se tensó. Martha lo miraba desde la cocina americana, con un vaso de vino en la mano y la mirada achicada hacia él.
―Hola madre ―se quejó el escritor caminando hacia la nevera para sacar un bote de leche. Luego bebió a morro.
―No se lo has dicho, ¿verdad?
Él dejó el envase en el mármol y la miró como si aquella simple idea fuera la peor del mundo.
―Hijo tienes que decírselo. Lleváis dos meses saliendo, que es todo un récord si la comparamos con tu sequito de ex novias. Así que se convierte en la mejor candidata hasta ahora después de lo de Meredith ―puntualizó, seguramente haciendo un recorrido mental a los dos años que habían convivido juntos y lo mal que había ido―. Cuanto más esperes peor será.
―No puedo decírselo, si le digo que soy padre se irá.
―Por dios hijo, eso no lo sab...
― ¡Sí que lo sé! Lo he vivido durante tres años, ¡lo sé!
Martha lo miró en silencio. Ella sabía que era verdad, él se había llevado muchas decepciones con todas sus ex, su madre lo observó todo como una espectadora, dándole su apoyo incondicional. Pero por la mirada que ella le echaba en ese momento, Rick sabía que estaba a punto de dejar de ser una espectadora para tomar cartas en el asunto. Y era capaz de encontrar a su novia y soltarle lo de Alexis como si nada.
―Querido solo digo que le des una oportunidad a una posible relación fructífera ―elevó sus manos hacía arriba―. Es decir, que se lo digas ―se exasperó.
Rick se sentó en uno de los taburetes con la cabeza agachada.
―No, eso sería una relación seria haciendo de madrastra. Ella es joven mamá, recién entró en la policía, no creo que quiera comprometerse así en una relación estable.
― ¿Y que vas a hacer? ¿Ocultar a tu hija? ¿Pasar menos tiempo con ella? ―Rick la observó con terror en los ojos. Martha se acercó a su hijo acariciándole el hombro―. Tu hija necesita esa estabilidad Richard. Piénsalo.
Y sin decir nada más, se fue de la cocina dejando a Rick pensativo.
xxx
7 de octubre
―Tengo que decirte algo importante.
Kate escuchó la voz de su novio temblar por el otro lado del teléfono. Hacía media hora que ella había dejado el trabajo y pretendía llamarlo nada más llegar a casa, pero Rick se adelantó llamándola cuando esta salía del ascensor. Y su tono de voz no era el que esperaba, no después de la última cita.
― ¿Ha pasado algo?
Su pregunta se elevó con cierto temor por los pasillos de su edificio. Se encontraba a unos pasos de su puerta, con las llaves en la mano derecha y el teléfono en la izquierda, a punto de abrir la puerta. Pero estaba más concentrada en hilar la conversación. Necesitaba saber el motivo de aquel "tengo que decirte algo importante" que tanto se asemejaba al ya clásico "tenemos que hablar". Una frase poco esperanzadora para una relación recién empezada.

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7777
Fiksi PenggemarRick Castle, divorciado desde hace un par de años, tiene un noviazgo reciente con una joven policía; Kate Beckett. La cosa va en serio, al menos para él. ¿Pero cómo reaccionará ella cuando sepa que su novio es padre? AU. Fic pasteloso.