Capitulo 1: Las cenizas de mi hogar.

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Frío, hacia mucho frío en el sitio que me encontraba, y el hecho de no poder ver nada tampoco ayudaba. Me encontraba desorientado, esperando no ser levantado por el tifón... es cierto, ya no está.

Me levanté atontado del suelo. A duras penas y recordaba la noche anterior. El golpe en mi cabeza había dejado Chichon, pero la persona que me lo dio no estaba por ninguna parte. Supongo que me dejaron, por que me consideraron inútil. En fin, no pensaré mucho en el tema. Ahora mismo mi prioridad era salvar lo poco que quedaría de mi villa. En ese momento empecé a  caminar a la puerta, para abrirla y encontrarme con. ¿Ceniza? ¿Que sucedió mientras dormía? ¿Cuánto llevo durmiendo? ¿Donde están todos?. Fue lo que empece a preguntarme mientras buscaba a las personas. Pero nada. Sólo una cantidad estúpidamente inmensa de cadáveres de personas de espaldas que no iba a voltear o sino vomitaria, y vomitar antes de comer sería muy triste. El olor de las calles es terrible. Paso tomando el pulso de los cuerpos que veo más limpios, pero nada. Todos muertos. Todos. Ni uno vivo. O eso es lo que creo hasta que escucho aquel llanto que interrumpió mi luto la noche pasada. ¡Una niña! ¡Alguien vivo!. Empiezo a correr hacia el llanto a todo lo que me dan las piernas y busco por todas las calles. Todo son escombros y ceniza, pero aún así busco debajo de todo lo que tiene una abertura para ver dentro. Sondeo la zona con mi vista y  busco cualquier rastro de la chica.
Entonces lo noto. Entre toda la ceniza y escombro del lugar alcanzó a apreciar una pequeña silueta que llora desconsolada entre los escombros. Rápidamente corrí hacia la que creo una chica y según me acerco bajo mi velocidad, hasta que llegó frente a ella. Se encuentra sobre un escombro inmenso, mirando por una abertura. Yo avanzo un poco y veo adentro. De lo poco que alcanzó a  distinguir es a una mujer de avanzada edad, robusta con una sonrisa que demuestra que cumplió su misión. Yo me pongo en cuclillas y le hablo a la niña, la cual por cierto no debe tener más de 11 años.
- Hola pequeña ¿Por que lloras? - digo con la voz más tierna que puedo hacer.
- Mi... mi mamá... mi mamá murió por pritegerme de una columna que se caía - respondió entrecortada y llorando - Ayúdame a sacarla, por favor -.
Hice una mueca de tristeza al oír oír la niña hablar. Era de tez blanca, casi como la nieve, un cabello verde oscuro, engreñado, vestido blanco, rasgado, ojos verdes. Con un físico descuidado del aseo, llena de polvo y con una pequeña salpicadura de sangre en su el vestido. Estaba descalza, y por las heridas en sus pies, deduciria que llevaba unas horas así.
- Claro, dime debajo de que columna está tu madre - dije poniendo cara de comprensión. Entonces ella se levantó y señaló el escombro en el que se había sentado, mientras se intentaba limpiar las lágrimas.
"Esto será dificil" pense para mis adentros, tomando un negro tablón que parecía una viga de la casa.
Entonces, tomando una bocanada de aire, metí la tabla en la rendija y empecé a hacer palanca para correr el escombro hacia mi. El pedrusco era horriblement pesado, pero al final me las arregle para moverlo lo justo para que el cuerpo quedará por fuera de esa abertura.
Estaba llena de sangre, casi entera en el cuerpo, con muy pocas heridas y muy buen aspecto. Al punto que si no fuera por el boquete en su frente,  la hubiera tomado el pulso para comprobar su vida. La chica se dejó caer al suelo al verla y empezó a llorar aún más desconsoladamente que antes. "No las voy a separar, creo que necesita un rato". Pense para mi mismo mientras me dirigía de vuelta al puesto de ramen que apenas ahora me vengo a dar cuenta es la única edificación en pie, y eso es gracias a que las casas a su alrededor eran en gran parte madera, la cual se quemó la mayoria, dejando sólo los maderos más finos, es decir, las vigas, las cuales calleron de manera que sólo refuerza la carpa. Según veo al cielo ya es de día, de manera que son almenos las 6 a.m. Lo cual quiere decir que llevo dormido más de 12 horas, y que la única razón por la que no hay muchas moscas es gracias al humo que inunda el aire.
Camino lentamente adentro de la carpa y comienzo a buscar los ingredientes que debió dejar el viejo tras de si. A ver, a ver... ¡te encontré! Dije emocionado tras ver la harina que necesito. Muy bien, ahora necesito... ¡uno de estos! Célebre al encontrar un delantal colgado en la cocina. ¡Muy bien!, ahora... vamos a ver. Pensé para quitarme la camisa que llevaba y ponerme el delantal sólo. ¡Ahora si! Me sonreí.
- Bienvenido a casa, ca - ri - ño.  ¿Que quieres primero? ¿Acaso la comida? O ¿un baño? O... ¿me prefieres a... mi?             - guiñe el ojo e hice una pose moe mientras recitaba lo último. Si, lo se, estas cosas sólo las sabría un pervertido, pero no me juzguen, después de todo la que me arrastró a esto fue... ella...

Naruto: La sangre de los caídos (Tú׿?) (Fanfic Naruto) (NARUTO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora