tails of a mind; one shots ♡

Daddy's Little Love

Ryden ⭐

—Brendon donde estas —pregunto Ryan esperando a su querido novio—.

Nadie contestaba, pero si un sonido de regadera sonaba por todo el pasillo, Ryan al acercarse más el sonido se intensificaba, al llegar a la puerta del baño pudo ver una esbelta silueta detrás de la cortina y no tardo en saber a quien le pertenecia aquel bello cuerpo.

Brendon...

Se quedó observando un momento a su pequeño novio hasta que esté se dió cuenta de su presencia.

—Ryan, estás aquí —pregunto con obviedad de que sabía la respuesta—.

—No soy un fantasma —contesto el otro con sarcasmo—.

—Uyy que susto me llevé —dijo divertidamente—.

—Tardarás mucho —pregunto el mayor—.

—Saldre en un minuto —abrio de nuevo la regadera—.

—Estare contando los segundos —salio del baño con dirección al cuarto a esperar a su baby boy—.

Se quitó la camisa y se miro en el espejo, aún no sabía cuál era la respuesta del porque a Brendon le atraía el cuerpo de su Daddy, era flaco, tal vez lo único que tenía de bueno eran sus abdominales marcados que a Brendon tanto le gustaba tocar.
Al ver salir a su baby boy envuelto con una toalla en su cintura en el marco de la puerta puso toda su atención en el.

—Daddy, me permites cambiarme para complacerte —pidio Brendon—.

—Por supuesto que sí, solo no te demores mucho —dijo finalmente—.

—Si está bien —se llevo una bolsa y al final azotó la puerta—.

Unos quince minutos después, Brendon estaba listo para dedicarse al placer de el y su Daddy, sabía que él estaría agotado pero su parte favorita era desobedecer lo, amaba como lo castigaba, golpes, embestidas tan fuertes que lo dejaria sin caminar un par de semanas, y sobre todo que lo castigará con Purple, aquel dildo púrpura de un tamaño exuberante que lo hacía sufrir porque no era su Daddy.

Ryan se encontraba acostado en la cama, esperando a su baby boy, lo necesitaba, estaba tan caliente necesitaba follarselo ya o de lo contrario moriría, al escuchar la puerta abrirse logro mirar a Brendon con lencería de color negra, con aquellos broches y esas bragas que le quedaban jodidamente bien, el encaje lo hacía verse exquisito a la vista de Ryan. El otro camino hacia el con un sensual movimiento de cadera, quedo frente a él dándole una mejor vista de su tonificado cuerpo, Brendon no es el típico al que le gusta que lo traten con delicadeza, a el le gusta que sean rudo y lo traten mal, le gustaba que alguien lo controlará, podría acostarse con cualquier compañero de su universidad, pero el que se llevará el primer lugar siempre será Ryan, por más grande que la tuviera con quién se acostara, Ryan sabia donde tocarlo, como le gustaba que lo tratarán, donde estaba su punto dulce.

Nunca se aburriría de tener sexo con el, se sentó en su regazo topandose con su respiración, tan caliente y exitante, comenzaron con besos húmedos y llenos de lujuria, los jadeos por parte de ambos no se hicieron de esperar, los labios de Ryan viajaron hacia el cuello de Brendon, mordía, lamía y absorbía, podía sentir la erección de su Daddy era tan dura, grande y caliente, la deseaba cada vez más, que terminará con su sufrimiento de una vez.