Hacia frío ese día, lo recuerdo bien porque el quiso usar chaquetas de pareja. A veces me preguntaba porqué realmente estaba con él. No es que lo no quisiera, le tenía cariño y lo admiraba, pero muchas veces creía que sólo deberíamos ser amigos. El me estaba contando lo que hizo ayer con su familia, su familia me estima mucho y eso está bien para mí. Estaba poco atento a lo que decía. Por alguna razón no me sentía estable ese día.
Sin embargo cuando accedí a usar el ridículo atuendo el estuvo sonriendo todo el día. Así mismo nos encontramos en el metro, tomados de las manos y con las chaquetas iguales.
—¿Bebé? —me dijo Kwang llamando mi atención. —No estás escuchando.
Una leve mueca tierna de protesta fue lo que vi. Le sonreí y me aseguré de acariciar sus cabellos.
—Perdón, estoy un poco inestable esta mañana.
Me acerqué para besarlo. Feliz recibió mis disculpas, pero algo me detuvo justo antes de poder tocar sus labios. O más bien, alguien. Un chico de cabello oscuro, ojos pequeños y mediana estatura. El estaba unos pasos más allá, mirando la escena. En sus ojos se veía un poco de diversión. Me disculpé con mi novio y como un cachorro arrepentido me acerqué.
—Hola Yoongi —saludó él primero. Le devolví la leve sonrisa que accedió a darme.
—Hey —me acerqué a su mejilla para dejar un beso cordial ahí pero en cambio obtuve una negativa y una mano para estrechar.
—¿Cómo has estado?—Pues bien, cosas buenas y malas, pero bien —una sonrisa torcida se escapó como ladrón de un banco, desapercibido.
—¿Cosas malas? —insistí. —¿Qué pasó?
Sus ojos siempre llenos de vida se tornaron nublados.
—Oli murió a los meses después de terminar —mordió su labio violentamente. Sólo hacía eso para detener las lágrimas.
—Lo lamento, Jimin. —dije sinceramente.
Quise tanto abrazarlo, mierda. Sentía que tenía enfrente al mismo cuerpo débil de hace dos años. Habían cambios, sabía que en algún modo él había superado muchas cosas. Pero otras habían quedado ahí, y eso lo hacía lucir tan frágil.
—Me hiciste tanta falta, te necesité tanto. —susurró cayendo su voz por la vergüenza de verlo llorar otra vez.
Sus lágrimas ya corrían por su cara. Ni siquiera morder su labio lo contuvo de llorar.
—Habrá una pequeña junta, los chicos y yo, y algo de alcohol. —él asintió con una tímida sonrisa. Secó sus lágrimas rápidamente.
A lejos mi pareja me llamaba ya que el tren había llegado a nuestra estación. Jimin se detuvo a estudiar al muchacho. Luego volvió la mirada a mí.
—Es lindo —me sonrió nuevamente. Pero ésta era distinta, era algo así como cariño y un suave toque de celos. No lo juzgué, yo aún sentía cosas por él.
Entonces le di un último abrazo y bajé del tren junto con mi pareja.
❁
Algunas horas después, los chicos y yo ya teníamos varios libros de todo alcohol conocido. Nos faltaba unos grados para llegar al coma etílico pero que más daba. Estábamos celebrando.
Y pasada la medianoche el timbre sonó anunciando la esperada llegada de Jimin. Todos los chicos lo recibieron con alegría. Enseguida se nos unió con varios tragos de tequila. Sólo bastó una hora para qué estuviera igual o más ebrio que nosotros.
Pasadas las tres de la mañana, el alcohol hizo efecto y algunos chicos cayeron dormidos. Al final, los únicos vivos fuimos Jimin y yo. Nos preparamos un café, sacamos unas mantas y salimos a conversar afuera.
Una manta, él y yo y la mejor conversación. Los recuerdos del pasado. Él me habló de todo lo que fue el duelo de su mascota, cómo fue sobrellevarlo sin mí. Me disculpé una y mil veces. Pero el insistía que no fue mi culpa. Un par de veces el frío nos interrumpió la cercanía de un beso.
—¿Recuerdas ese día en la playa? —me habló de pronto. Miraba mucho más de la cuidad estancada, miraba el cielo nublado con promesas de lluvias.
—Como olvidarlo, Jimin —reí. —Desde ese día te odio.
Una leve carcajada cargada de sarcasmo se dejó escuchar.
—¿Y eso qué? —insistí.
—Tenía tantas ganas de correr a tus brazos, Yoongi. Sin saber porqué, algo habías hecho en mí. Después la primera vez que me abrazaste mis ojos se cerraron involuntariamente y te juro que nunca me sentí tan bien.
Me quedé embobado memorizando la forma en que sus labios se movían al hablar. Las ganas de recordar todo con un beso me mataban lentamente. Probablemente a él también, podía verlo en sus ojos brillantes pidiendo por otro abrazo.
—¿Deberíamos dormir ya? —preguntó suavemente sobre mi hombro.
Asentí en silencio.
—¿Te puedo pedir algo?
—Sí, dime —respondí susurros.
—¿Podemos dormir juntos como antes?
La voz, el tono de vergüenza que usó me causó mucha gracia. Hubiera hecho alguna broma sobre eso, pero estaba hablando en serio y quizás ésta era la ocasión para los recuerdos. Quizás no un beso.
Puedo recordar que varios momentos buenos fueron donde dormíamos. Sin importar nada ni nadie.
—Eso sería excelente.
Apagué todo en la sala y lo llevé a mi habitación.La previa a dormir fue bastante normal. El se desnudó mirando hacia otro lado, al igual que yo. Al llegar el momento de taparse lo abracé tímidamente. Él, de la misma forma, apoyó su cabeza en mí pecho. Y el silencio acompañó el reencuentro.
ESTÁS LEYENDO
KEEP ME HAPPY ✿ YOONMIN
Fanfiction✿●•◦ ˁ˚ᴥ˚ˀ Yoongi cree que está salvando a Jimin, pero siempre fue al revés. +terminado. +NO es una secuela de keep me fear. +no copias ni adaptaciones.