Después de aquella situación un poco incomoda, decidí quedarme.
Mi madre me llamo por lo tanto fui con ella.
-_______, donde estabas?- Preguntó
-Por ahí- Respondí moviendo la cabeza.
-Ven, te voy a presentar a alguien.
Caminamos y de pronto me encontré con un amigo de mi padre.
-¡JOHN!- Grite y lo abrace. Siempre tuve un peculiar cariño por él.
-_______- respondió abrazándome de igual modo que yo.
A los pocos minutos llego mi madre con un chico. Me despedí de John y le preste atención.
-_______, él es Alexander- Me saludo
-Mucho gusto- Dije fingiendo agrado. La verdad que aquel chico no me daba buena espina.
-Bueno yo los dejo solos, así se conocen mejor- Dijo mi madre.
-Vamos a tomar algo- Dije para romper el silencio. Me miro y asintió
Para ser sincera Alexander era lindo. Alto, unos pocos centímetros más que yo. Ojos miel, pelo castaño tirando a rubio y un buen físico.
-¿Eres de aquí?- Pregunte tomando mi piña colada.
-No, en realidad nací en California y me mude aquí hace 3 años
-Genial-
-¿Y tú?- Pregunto con interés.
-Me hubiera gustado nacer en otra parte… pero tuve que nacer aquí.
Me sonrió y asintió.
-¿Cuántos años tienes?- Pregunte cambiando de tema.
-20 y ¿tú?
-18- Sonreí tímidamente.
-Pareces de más edad- Rio
-¿Enserio?- Pregunte sorprendida.
-Sí, pensé que tenias 20- Sonrió, haciendo que yo también sonriera.
Me quede sorprendida; Ya me considera fea y ahora que parecía de más edad era lo peor.
-Eres muy linda- Ese comentario me sorprendió. Lo mire y sonreí, al segundo baje mi cabeza al sentir mis mejillas tornarse rojas.
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